5 Cap

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Clay ya no me mira con odio cuando pasa a mi lado, me alegro mucho por ello pero a la vez me da miedo.

¿¡porque te da miedo?!

Porque puede ser que este planeando algo para dejarme el ridículo o que quiera que piense que me he librado de él y luego ¡zas! Jugarreta al canto.

Vale vale,si , lo sé.

Soy muy negativa y una exagerada.

¿ Pero que quieres?,
estamos hablando de Clay.

El profesor está cambiando los asientos, al principio nos dejó a nuestro aire, pero como algunos molestan en donde están sentados, se lo ocurrió la brillante idea de cambiarnos de sitio a todos.

Rezé para que no me cambiará, ya que estaba en el sitio que a mi me gusta. La esquina.

Algunos se quejaban de sus nuevos asientos, otros se alegraban, una pequeña parte les daba igual y luego estaba yo la que rezaba para que no la cambien.

-A ver, en esa esquina. Ummm (el profesor se puso la mano en la barbilla), Amelia es callada y sabe comportarse así que Víctor te pondrás al lado de Amelia. Para que aprendas como debes comportarte.-

Me alegre mucho de que no me hubieran cambiado de sitio, tampoco me importaba que Víctor se pusiera a mi lado.

Los rumores dicen que es agresivo y que con una mirada suya te podía arrancar los brazos.

Pero yo no hago caso a los rumores, ya que no me gustan.

Ya sabeis el porqué.

Se sentó al lado de mí.

-Hola - Le salude como gesto de educación, no quería llevarme mal con el.

Iba a estar sentado a mi lado hasta el siguiente trimestre, y aun quedan dos meses y medio.

El me miró con una mirada de odio tan intensa, si las miradas matasen me hubieran clavado 500 cuchillas en mi pecho.

Y no exagero.

Desvíe la mirada hacia mi cuaderno y me dispuse a dibujar unos muñequitos.

¿Que porqué?

Porque seguía observandome y estando parada me ponía más nerviosa, quería desviar mi atención a otra cosa para no pensar en que un chico que me ha mirado como si quiera matarme está vigilandome o observandome.

Lo que sea que esté haciendo.
¡Pero asusta!

Cuando la clase termino Jeff se dirigió a mi mesa.

-Hola Amelia, veo que no te han cambiado de sitio, que era lo que querías ya que te gusta mucho este asiento. -

Con el rabillo del ojo ví que cuando Jeff me habló Víctor dejó de observarme.

Suspire.

-Oye ¿estas bien? . -

-Sí, si lo estoy. Solo que no he dormido bien estos días. - no quería decirle que estaba asustada por Víctor, porque aunque el miraba en otra dirección se notaba a leguas que estaba escuchando la conversación.

-Ah vale, intenta descansar bien. (asentí con la cabeza mientras sonreía), por cierto, no podré acompañarte hoy a tu casa. Tengo que ir corriendo a casa en cuanto termine el insti. Mi madre dice que tenemos que ir a un lugar importante y que vaya a toda prisa. -

-¡No te preocupes!, me acompañas siempre así que ningún problema. -

-Vale, me tiene preocupado a donde me quiere llevar mi madre ultimamente.... -

-¡Todos a vuestros asientos! - la profesora le interrumpió antes de que terminará la frase.

-Luego te lo cuento - susurró mientras se marchaba a toda prisa a su asiento.

Al final no pudo contármelo porque cuando iba a hacerlo, parecer ser, que  el mundo estaba en contra.

Víctor siguió observándome hasta que terminó el isnti.
Daba escalofríos.

Cuando el isnti terminó Jeff salió volando de la clase, yo recojí mis cosas y hize lo mismo. No quería seguir cerca de Víctor.

De camino a casa hay una tienda muy bonita llamada "La tienda de los tesoros" . En esa tienda podrás encontrar, joyeros, pendientes, collares, vestidos. Todo lo que hay es precioso. Cada día entro y observo lo que hay. Siempre iba sola pero ahora me acompaña Jeff, hoy me tocaba ir sola.

Todo era precioso como siempre, me paré en seco cuando ví la sección nueva.

Había un collar fantástico.

Era una media luna de metal con signos extraños dentro de ella, la punta de la luna sujetaba, una figura en forma de sol, dentro del sol se podia presenciar... El espacio.

Estrallas, constelaciones, galaxias.

Era precioso. Mis ojos brillaban al ver ese collar.
Miro el precio.

Suspire.
Supera mis ahorros.

-¿Estas interesada en comprarlo, muchacha? -

Esta tienda me gusta mucho, no solo por lo que vende, si no también por el dueño.

Es un hombre muy mayor pero muy agradable, siempre está sonriendo.

Originalmente la tienda era de su mujer pero hace un año murió, su marido se apega a la tienda porque a su mujer le encantaba cuidarlo y el quería seguir cuidandolo por ella.

Lo se porque el me lo contó.

Nos llevamos muy bien y tenemos mucha confianza.

-Holaa, no gracias, mis ahorros no llegan jaja. Pero es precioso. -

-Es una pena. Te guardaré uno cuando tengas suficiente dinero. Es hermoso,¿ verdad?. A mi me mujer le encanta las estrellas, seguro le hubiera gustado. - miro hacia el collar pero era como si mirara más allá de ella.

-Seguro que si. - sonreí
-Debo marcharme, tengo muchos deberes que hacer -

-Claro, nos vemos pequeña- siguió observando el collar y luego me sonrió cuando salí por la puerta.

Hice los deberes y me tumbe a la cama.
-Ha sido un día largo - dije en susurros.
Y me quedé profundamente dormida.

Unos kilos de másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora