8 Cap

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Las cosas no han cambiado, bueno algo sí.
Víctor es ahora mi nuevo amigo acosador y la persona que escribió aquella nota sigue haciendome ese tipo de bromas.

Víctor sabe quién es, pero no se, tengo la extraña sensación de que si se quien es esa persona lo voy a pasar mal.

Jeff me ha hablado de su nuevo instituto y dice que todos son muy agradables, no como en este.

Su padre ya está trabajando con el projecto y al parecer es más difícil de lo que pensaba.

Ahora estoy recibiendo otra de las "graciosas" bromas de nuestro
amigo/a.

Cuando iba a sacar mi cuaderno de matemáticas he encontrado un papel con el precioso dibujo de una chica gorda con un chico por delante y otro por detrás.

Ya sabéis a lo que me refiero.
Además de la obra de arte de Picasso pone :
 

         ¿Ahora también es Víctor?
         Eres una zorra.

En cuanto Víctor vío mi cara, que seguramente estaba pálida, cogió el papel y lo miro por 5 segundos, después me miró a mí.

-¿Piensas que esto va a parar sin que tu no hagas nada? - eso me gustaría pero llevo 2 semanas y media así y estoy apunto de explotar.

-Sé quien es, deberías pararla -

Así que es una chica, gracias por el detalle acosador.

-Pero... -

-Pero nada. Nadie va a ayudarte como dijo tu madre, ayudate tu a tí misma -

No pude decir nada más ya que la profesora lo regaño por hablar en clase.

Las clases transcurrieron normales hasta que por fin terminamos.

Recogí mis cosas y espere para que Víctor lo hiciera.

Sí, espere.

Me he acostumbrado a estar a su lado.

Estábamos de camino a casa, antes de eso entramos en la casa de los tesoros.

Víctor se burla de mí de porque entró siempre a esta tienda, aunque diga eso el ya ha comprado varias cosas de allí.

La última vez compró una camiseta gris con letras negras que ponía : I need a cattoday.  Justo abajo de la frase había un gatito dibujado en plan anime.

La frase significa : yo necesito un cat-gato day-día, que quiere decir necesito un gato hoy .

Al parecer Víctor es un fan de los gatos, de hecho, tiene uno blanco.

Que le llama "gato", dijo que era el nombre más fácil de recordar.

Sí, estoy como vosotros cuando me lo dijo.

Pero me gustaría conocer al gatito.

El collar que tanto me gusta ya no está, al parecer han dejado de fabricarlo porque no tuvo mucho éxito y es una pena por que me  gustaba mucho.

Víctor dijo que es bonito y eso me lo dijo un día antes de que vendieran el último.

Al parecer el señor perdió el collar que tenía guardado.

No le culpo ya está muy mayor.
Aunque es una pena.

Después de estar un rato en la tienda, nos dirigimos a mi casa, de camino nos encontramos a algunas compañeras de clase aunque no nos saludaron, entre ellas estaba Estela.

Ella sí que me saludo y yo la respondí.

Víctor hizo caso omiso.

Cuando llegamos a casa pensé que iba a ser como siempre, yo le diría,
<ya estoy en mi territorio puedes irte>, y el diría <me meteré en tu territorio cuando yo quiera>,
mientras que entro por la puerta de mi casa.

Pero no fue así, cuando se lo dije y estuve apunto de entrar, me agarro del brazo y me empujó contra la puerta quedando yo delante de él mientras me sujeta los dos brazos.

-Amelia, me pareciste muy interesante cuando vi que gritaste a Clay de esa manera. Pero me estas decepcionando. - susurró mientras estaba su cara a centímetros de la mía.

Mi cara empezó a arderme de la vergüenza, nadie había estado tan cerca.

Con Jeff lo más cercano fue los abrazos que nos dimos.

-Sueltame...- es lo único que pude decir.

Baje la mirada para no toparme con la suya y oí como el suspiraba.

-Quien te puso las notas fue Estela -

Me sorprendí a su confesión y no dije nada. ¿Estela?, no puede ser.

- No te acostumbres tan rápido a mi. - dicho eso se fue sin decir más.

     
                *               *                *
   
Al día siguiente el no estaba en la puerta esperándome, ni el siguiente tampoco. En las clases ni me miraba.

Aunque no es solo eso,¿ como es posible que fuera Estela quien puso todas esas notas?

Ella nunca me trato mal.

Pero si Víctor lo dice sera verdad...

¡No! Imposible.

Tendré que preguntárselo yo misma.

Unos kilos de másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora