Fin

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Contemplaba las nubes sentada sobre un banco en un parque cualquiera. Dos años y el vacío que ella había dejado seguía ensanchándose, ya no soportaba el dolor y la culpa. No quería seguir viviendo, pero cuando pensaba en acabar con todo recordaba que su vida le pertenecía, se habia prometido que viviría por ella, por la vida que no pudo vivir.

Paseaba sus pupilas perezosamente por los transeúntes, sin prestar real atención a nada. A pesar de su promesa, en realidad no estaba viviendo. Desde aquel día volvió a encerrarse en si misma, se habia convertido en un ermitaño que solo salía de casa para sentarse en el parque observando sin observar: un muerto en vida.

Alguien se sentó a su lado, atrayendo su ojos vacíos sobre una chica bajita que la miraba con unos brillantes ojos llenos de emociones. Dos miradas se cruzaron, una reflejaba vida y otra muerte.

"¡Hola! En tu mochila tienes un broche de mi serie favorita ¡Así que pensé que podríamos ser amigas!"

La bajita muchacha sonrió, una sonrisa... realmente irritante.


Fin


Muchísimas gracias.

Es una historia cutre, con una trama corta, simple y no demasiado elaborada. Yo misma me doy cuenta que no es lo mejor que he escrito. Asi que gracias por leer esto hasta el final.

Nos lemos.

La chica invisible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora