<>Ñ<>

135 16 0
                                    

Aquel día me habías invitado a una pijamada para festejar nuestro primer aniversario de amistad, te dije que no tenía importancia pero estabas tan emocionada que accedí. Cuando llegué me arrastraste a tu cuarto, dejándome boquiabierta al contemplar lo que yacía tras la puerta de dicho lugar. Casi seguramente todas las mantas y cojines que poseía tu casa se reunían allí. De alguna manera te las habías arreglado para construir un toldo usando unas sabanas y algunas ramas que solo dios sabe de donde sacaste. También habías desenterrado del acopio de cajas de tu sótano las luces navideñas y las habías colgado por doquier, dando al ambiente un toque mágico. Debajo del intento de toldo se encontraba un televisor de pantalla plana de tamaño mediano, junto a cantidades insospechadas de comida chatarra y bebidas extremadamente azucaradas.

Tu casa se ubicaba relativamente lejos de otras edificaciones, lo que nos permitía hacer todo el ruido que se nos antojara, pues tus padres tenían el turno de noche en el hospital. Lo cual te dio una loca idea y en menos de lo que canta un callo no encontrábamos en pijama cantando a todo pulmón alguna canción que habías puesto en YouTube. Me sorprende que ningún objeto de vidrio o cristal se quebrara con nuestros chillidos de gato atropellado mientras lo ahorcan.

Nunca habia reído tanto como aquella noche, y nunca olvidaré la regañina del año que nos dio tu madre la mañana siguiente por la resaca post subidón de azúcar que nos habia quedado tras engullir como pozo sin fondo todo lo que habia en tu cuarto.

Habia transcurrido un año desde que te conocí, el mejor año de mi vida.

no me arrepentía ni nuca me arrepentiré de haberte conocido.

La chica invisible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora