Capítulo 4

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Ese día me levanté temprano para acompañar a mi madre al aeropuerto ya que quería despedirme de ella ya que no la vería en dos semanas. Se que suena muy exagerado pero en si nunca eh estado tanto tiempo alejado de mi mamá por lo que se me hacía difícil aceptar que tendría que estar lejos de ella por ese número de semanas. Ya en el aeropuerto espere a que mi madre hiciera lo básico para viajar y aunque Washington estuviera algo cerca de Nueva York mi madre siempre ha preferido viajar en avión por la comodidad y la rapidez. Después de que documentará me despedí de ella para luego ir con William y regresar a casa para alistarme para ir al colegio.

Me metí a la ducha ya que me había ido a despedir a mi madre en pijama por lo que no me había duchado, después de tomar la ducha me puse mi ropa interior para después ponerme unos jeans negros rasgados y una camisa color turquesa con estampado de Miami Beach y unos tenis de que me llegaban un poco más arriba del tobillo para luego acomodar mi cabello algo ondulado o más bien en forma de ola, después de eso baje a desayunar y para mí sorpresa William había cocinado unos omelettes que se veían bastante apetecibles. "Eres rápido haciendo tu rutina diaria" esas fueron las palabras del príncipe que estaba enfrente de mi para luego sentarse a desayunar e invitarme a tomar asiento, me senté para empezar a comer el desayuno que había preparado mi "Niñero", comí rápido el omelette ya que no quería que se me hiciera tarde por la estúpida razón de tener clase de sociales a primera hora, recogí mi plato y lo lleve al lavado para después ir al baño a lavar mis dientes, tomar mi mochila de mi habitación además de buscar mi móvil que no encontraba por ningúna parte ya que cuando había ido con mi mamá al aeropuerto lo habia desconectado y dejado en mi mesa de noche pero no lo encontraba, seguí buscando hasta que por fin lo encontré bajo la cama. Cómo rayos había llegado hasta ahí, tome mis cosas rápido y salí del apartamento sin despedirme de William ya que no sentía la necesidad de decirle adiós.

Empecé a bajar las escaleras y mientras lo hacía cheque la hora en mi móvil. Faltaban 10 minutos para que las clases empezarán. Era imposible que llegará en 5 minutos a la escuela, mínimo hacia 15 minutos caminando así que solo tenía una última opción y era tomar mi antigua bicicleta y empezar a pedalear hacia mi escuela mínimo me ahorraría unos 6 minutos y podría llegar a tiempo a mi clase de sociales que vamos esa clase no servía de nada ya que profesor siempre se desviaba del tema y nunca aprendíamos nada. Tome la bicicleta de dónde la tenía estacionada para luego montarme en ella y hacerme camino hacia mi instituto, mientras cruzaba las calles de Nueva York sentía la brisa del aire en mi cara y escuchaba los sonidos que los vehículos emitían debido a la alta cantidad de tráfico que había en la ciudad. Logré llegar a la escuela sano y salvo pero con cinco minutos de retraso debido a que había un choque a unas cuadras antes de la calle de la escuela, deje mi bicicleta en donde todos dejaban la suya y tome mi mochila para empezar a correr hacia el salón de sociales que estaba en el tercer piso del edificio. "Genial otro minuto más de retraso" dije en mi mente para empezar a subir las escaleras ya cuando estoy en la entrada del salón la persona que menos esperaría que llegará tarde a una clase estaba parado al lado de mi con la misma excusa que yo. Nick Jensen. El chico con las mejores notas de la escuela, de los mejores del equipo de natación, un exelente jugador de ajedrez, un magnífico dibujante y además extremadamente guapo era sin duda el chico perfecto y yo obviamente no podía dejar de verlo. Parecía abeja viendo un tarro de miel. Tenía mi vista clavada en sus ojos color avellana, esos ojos que hacen que cualquiera que los vea suspiré, deje de mirarlo ya que más obvio no me podía ver y solo baje la mirada.

—Que bueno que no seré el único que llegará tarde a la clase de sociales— Habló Nick

—Si es bueno no ser el único— Dije algo serio y aún con la cabeza abajo

—Bueno ¿Quien va a tocar la puerta para que el profesor nos deje entrar?— Preguntó con cierto humor

—¿Acaso quieres morir?— Dije en tono de broma  para levantar la mirada y volver a ver sus ojos los cuales hacían que me desconectara completamente del mundo. Si estaba totalmente enamorado de este chico.

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