Capitulo 8

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Después de la llamada con mi madre, corrí hacia a mi habitación completamente lleno de enojó e irá. Sin dudas el castigo que mi madre me había puesto era extremista e injusto además de que la razón era sumamente ridícula. Solamente porque el principe que vivía en mi apartamento le había dicho que era un rebelde y que no hacía caso a nada de lo que él me ordenaba.

Mientras estaba en la habitación cerré la puerta de un azotandola con fuerza y le puse seguro ya que no estaba de humor para soportar a nadie, me tiré en la cama en dónde empecé a ver el techo, estaba completamente embobado y tenía la mirada perdida en el. Después de un rato la vista se me empezó a cansar y me termine durmiendo.

Al día siguiente me levanté a causa de los rayos del sol que empezaban a colarse por la ventana de mi habitación. Ya era mediodía. Salí de mi cama la cual no había destendido a causa de que me quedé dormido mirando el techo, también traía la ropa de ayer la cual me empecé a quitar pero al momento de que me quité la chamarra y la camisa noté un olor que por más raro que sonara me hacía suspirar, empecé a oler bien las prendas que me había quitado. Era la loción que usaba Nick, al parecer su olor se había quedado en mi ropa lo cual era hermoso, ya luego de haberme percatado que la ropa que traía olía a mi ¿Novio? Eso había sonado raro pero me gustaba decirlo, nunca había estado en una relación con alguien por lo que nunca había tenido la oportunidad de decirle a esa persona "novio". Se escuchaba muy bien cuando lo decía. Me quité la ropa que me faltaba y me dirigí a mí baño en donde me puse a darme un ducha después de eso salí de ahí para ir a sacar ropa que luego me puse.

Ya después de estar listo me dirigí a la parte baja de mi morada en dónde fui a la cocina para hacerme un huevo con tocino y servirme un vaso de leche cuando me senté William del cual no había notado su presencia hasta que se acercó a la mesa conmigo.

—¿Como dormiste chaparro?— Preguntó con un tono de amabilidad

—Bien, supongo— Le respondí seriamente

—Me alegro. Oye perdona lo de ayer, no sabría que te pondrías así y mucho menos que tu madre reaccionaria de esa manera

—Aja si— Le hice saber que no había problema y volví a mí desayuno. Era obvio que si sabía que mi madre iba a reaccionar de esa manera. Solo quería disculparse de una manera muy hipócrita

—Jason no quiero problemas contigo, aún nos quedan dos semanas de convivir juntos, lo mejor será que nos llevemos bien para evitarnos problemas a los dos— Parecía ser sincero lo que decía pero la verdad sentía que no iba a funcionar e íbamos a terminar peor de lo que estábamos —Por favor Jason es algo que nos conviene a los dos, créeme

—Esta bien, lo intentaré — Dije con una sonrisa en mi boca que no sabía porque estaba ahí

—Genial Jason

—Entonces se significa que si tengo permiso de salir con mis amigos hoy en la tarde — Era obvio que iba a ir aunque no me diera permiso iba a encontrar la forma de salir e ir con ellos

—No puedo contradecir a tu madre, si ella dijo que no significa que no tienes permiso— Ya lo veía venir por lo que estaba calmado y ahora no me alteré

—Esta bien, ya quedaré con ellos otro día— seguí comiendo mi desayuno mientras veía la mejor forma de salir del apartamento

—Vez no era tan difícil poder estar de acuerdo los dos— Ajá claro, de acuerdo tú y yo eso nunca va a pasar.  Seguí desayunando y le dediqué una sonrisa

—Hey pero si quieres podemos salir un rato tú y yo a donde tú quieras— parecía una propuesta tentadora pero obviamente no me iba a perder la sorpresa que tenían mis amigos para mí. Tenía que encontrar alguna forma para evadir su plan

El Secreto Del Príncipe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora