Capítulo 7

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"¿Se podía saber quien era ese muchacho?" Fue la pregunta soltó al aire el hombre pelirrojo que estaba encargado de mi. Sinceramente no quería responderle ya que no era de su incumbencia saber acerca de con quién me junto o quien viene a visitarme y muchos de con quién salgo. "Es el chico con el que fui a hacer el proyecto, me trajo la bicicleta que olvide en su casa". Sinceramente no le estaba mintiendo salvo por la parte de qué solo era un chico. William solo asintió y fue a dónde se estaba durmiendo, yo hice lo mismo y subí a mí habitación en donde me metí entre las cobijas y empecé a acomodarme para dormir, después de un rato ya estaba en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente era sábado, no tenía ningún plan por lo que me levanté alrededor de las 11 de la mañana, baje a desayunar en donde Vi a William sentado en el sillón leyendo un ¿Periódico?, Quien en pleno siglo XXI Lee un periódico. Baje ya bien a la cocina y fui hacia el refrigerador en donde saque unas fresas, leche, huevos y tocino. Las fresas y la leche lo usé para hacerme un licuado de fresa y los huevos junto con el tocino lo usé para prepararme un huevo con tocino. Después de desayunar subí a mí cuarto para tender mi cama y sacar algo de ropa ya que tenía planes de salir un rato a la ciudad, tome mi celular y fui al baño para tomar una ducha. Ahí puse algo de música en mi teléfono y me metí a la regadera, mientras me estaba bañando una llamada entro a mi teléfono pero no contesté debido a que no quería descomponer mi celular. Seguí bañandome para después salir hacia mi habitación y empezar a cambiarme.

Ya terminado de bañarme me tiré en la cama. Aún con el pelo mojado. para ver quién me había llamado. Un número desconocido al parecer.  Decidí llamarle de nuevo ya que probablemente podría ser del hotel donde se estaba quedando mi madre, marqué al número de nuevo y espere a que me contestará.

—Hola ¿Quien es? Alo?— Pregunté mientras sostenía mi teléfono.

—Adivina— Dijo la voz que estaba al otro lado del teléfono o bueno voces ya que se oían varias.

—Dame una pista o no seguiré este juego— Pedí con un tono de demanda.

—Asomate por la ventana de tu apartamento— indicó la voz que estaba en el otro del lado del teléfono. Después de eso fui a asomarme por la ventana que daba a unas escaleras de servicio y que por la ventana se podía ver la calle. No podía creer lo que estaba viendo. Era Nick con una cartulina que decía que si quería salir a pasear con el.       —¿Ya adivinaste quien soy?— preguntó con un tono de obviedad.

—Creo que la respuesta es obvia— Dije con una sonrisa en mi cara al ver la escena.

—¿Entonces aceptas salir a dar una vuelta conmigo?— Cuestionó con un tono de voz demasiado romántico que me hacía suspirar —Ese suspiro cuenta como un "si" para mí— Rei ante su comentario.

—Obviamente que acepto, bajo en un momento debo pedirle permiso al principe que vive en mi casa— Esto último lo dije riendo y con un tono de burla.

—No tardes.

—No lo haré— Colgué el teléfono y le mandé un beso desde la ventana.

Después de colgar el teléfono baje a la sala en donde estaba William ya que debía pedirle de permiso porque si no lo hacía me mataría.

—¿Puedo salir con un amigo?— Le pregunté algo cortante

—¿A dónde? ¿Cómo se llama? ¿Y a qué horas regresas?— hizo el cuestionamiento mientras seguía leyendo su estúpido periódico.

—A dar la vuelta, Se llama Nick el chico que me trajo ayer la bicicleta y regreso alrededor de eso de las 9 de la noche— Respondí todo con una seguridad que nunca antes había usado para hablar.

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