11.- Epilogo (P2)

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Ernesto miraba sus manos nervioso antes de tocar el timbre de la puerta. Estela llegaba a su lado y con una mirada y un suave apreton de manos le daba animo a tocar.
Barbara en cambio caminaba de un lado a otro revisando una y otra vez los cubiertos dispuestos en el comedor para el almuerzo, las cosas en la cocina, que el living estuviera en orden. Era su forma de demostrar lo nerviosa que estaba. Mercedes la miraba un tanto divertida, pero tampoco podia ocultar su nerviosismo, iba a volver a ver a su padre despues de un año de haber abandonado su casa.
Cuando sono el timbre, ambas se miraron y Mercedes tomo aire para darse fuerza. Barbara palidecio un poco pero Mercedes se acerco a ella...

- Tranquila mi amor. Saldra todo bien. Te lo prometo.-

-¿Y si sale todo mal?... no quiero que...-

- No va a salir nada mal, por que si mi papa intenta decir o hacer algo que pueda lastimarnos, le pedire que se vaya inmediatamente. No me importara, esta no es su casa. Es nuestra casa mi amor.-

Y dejo que un beso casto se le escapara directamente a sus labios.

Mercedes abrio la puerta y sus ojos cayeron en el rostro de su padre y ambos se quedaron inmoviles unos segundos. Estela al darse cuenta fue la primera en reaccionar.

- Maria Mercedes... hola mi hijita ¿No nos va a invitar a pasar?.-

- Si.. si tia Estela por favor pasen, adelante.- y les dio el espacio para que entraran.

Barbara estaba parada al lado del sofa y miraba a Ernesto y Estela esperando alguna reaccion pero Mercedes y Ernesto aun se miraban sin decir nada. Fue Estela la que se acerco y la saludo con toda la normalidad que pudo.

- Barbara... hola... ¿Como has estado?, ¿Como las trata la capital?.-

- Muy bien hasta el momento sra. Estela... ¿Y usted?.-

- Estupendamente mijita, oye tienen un jardin precioso... ¿Podrias mostrarmelo?... asi no molestamos.-

- Claro, adelante por favor.-

Mientras ellas salian, Mercedes y Ernesto se miraban aun sin decir nada. El no sabia como empezar y ella tampoco. Mercedes tomo aire y rompio el silencio.

- Papa.. que alegria verlo. Se ve que el matrimonio le hizo muy bien. Se ve radiante.-

- Mercedes, hija, no sabes la alegria que me da verte - y la abrazo tomandola en brazos como cuando era niña.

- Papa...

- Perdoname hija, no sabes todo lo que me ha dolido no tenerte conmigo. Yo... yo soy un huaso bruto, un tonto, un imbecil, debi tratar de entender, de conocerte mejor hija. No supe ver esa felicidad que escapaba de tus ojos al ver a Barbara. Perdoname Meche..

- Papa... yo... nunca le he tenido rencor... me dolio tener que irme asi, pero no podia quedarme ahi... sufriendo, siendo infeliz.-

- Lo se hija... yo siempre quise que fueran felices tu y tus hermanos, pero me encerre en mi intencion de mantener el apellido Möller intachable... y los lleve a ustedes a ser infelices. Lo siento mucho hija.-

- Tranquilo papa... lo bueno es que ya recapacito.. y yo me alegro por eso... por que voy a poder tenerlo cerca y hablar con usted cuando quiera. Yo lo quiero mucho papa.-

- Gracias Meche... yo tambien te adoro hija. Te quiero mucho.-

Secandose las lagrimas ambos, vieron como Estela y Barbara entraban para almorzar.

-¿Esta todo bien aqui?... ¿Ernesto... Mercedes?.-

- Si Estelita.. - paso un brazo por los hombros de Mercedes - esta todo muy bien.-

- Entonces ya podremos pasar a almorzar... ¿Te ayudo a servir Maria Mercedes?.-

Mercedes la miro y entendio lo que queria hacer.

- Si tia... vamos... por aqui.- y la guio a la cocina mientras dejaba a Barbara en compañia de Ernesto.

Ernesto habia pasado lo mas dificil, pedirle perdon a Mercedes, pero aun debia hablar con Barbara. Se produjo un silencio incomodo hasta que el se animo a hablar.

-Barbara... yo... yo te debo una enorme disculpa... y un gran gracias.-

- Don Ernesto no tiene que pedirme nada. Para mi ya quedo todo atras...

- Yo.. tengo.. debo hacerlo Barbara. Se que te hice un daño enorme al ayudar al comisario a separarte de mi hija. Siempre supe que entre ustedes habia algo unico, especial. Y yo por miedo o por evitar la vergüenza trate de destruirlo, pero nunca vi el dolor que les habia causado. Asi que te pido que me perdones Barbara. Tal como se lo dije a la Meche recien. Lamento mucho todo lo que les hice... Maria Elsa y Horacio me hicieron ver lo equivocado que estaba.-

- Don Ernesto... de verdad no...

- Tambien quiero darte las gracias Barbara. Yo siempre quise que Mercedes viviera lo hermoso de estar junto a la persona correcta, que sientiera la felicidad de estar enamorada y ella lo vive gracias a ti. Gracias por querer a mi hija, por estar junto a ella, por no rendirte a pesar de todo lo que tuviste que pasar. De todo corazon muchas gracias.-

- No tiene que darlas don Ernesto, yo se que es complicado de entender y de aceptar, sobre todo para alguien como usted, pero... yo.. yo amo a Mercedes. Nunca ame tanto a nadie como a ella. Soy muy feliz al tenerla conmigo. Le prometo que voy a cuidarla para siempre.-

Ernesto se acerco con la intencion de abrazarla, pero se contuvo y en el ultimo minuto le tomo las manos y la miro agradecido.

- Ya podemos pasar al comedor.- dijo mirando a su padre, dejando que pasara primero y le pregunto bajito a Barbara...

-¿Que te dijo Barbarita?.-

- Todo lo que el necesitaba decir pequeña.- y Barbara rapidamente borro algunas lagrimas.

- Vamos - apuro Mercedes pero antes de continuar le robo un beso corto - Te amo.-

- Tambien yo pequeña.-

Y fue uno de los dias que Mercedes recordaria siempre. Miraba a todos los que estaban junto a ella y no podia pedir mas. Aun faltaba que se acomodaran muchas cosas, pero iba a dejar que el tiempo se hiciera cargo.

"Es ella..
La que me lleva al cielo de la mano
La que me quiere tal y como soy
La que me llena el mundo de alegria y fantasia...
Es ella...
La que desata toda mi locura
Esa que me acompaña en la aventura que es la vida
La que cura mis heridas con sus besos
A donde siempre regreso..
Ella vive en mi...
Ella vive en mi.

Fin.

Ella Vive En Mi... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora