3.- La Misa.

805 38 3
                                        

Ya amanecia y Mercedes no habia dormido casi nada. Otra noche batallando con sus recuerdos. Intento dormir y al final no pudo. Tendria que arreglar sus ojeras con maquillaje. Un domingo mas, ir a misa, saludar a la misma gente hipocrita de siempre. Estaba tan cansada. Bajo a desayunar, pero no habia nadie. Telma le sirvio te con leche y tostadas. Comio en absoluto silencio y miro hacia el frente. Recordo la noche antes del terremoto, ella y Barbara habian discutido por sus celos por Nicanor, y Barbara fue a buscarla a la inauguracion de la Casa Undurraga. Tambien discutieron ahi y ella se habia ido a la casa. Ya se iba a dormir y aparecio Barbara en la puerta. No queria hablar con ella pero Barbara la beso y se le olvidaron todos los enojos. Esa noche se quedo con ella y al dia siguiente la acompaño en el desayuno. Estaba tan linda.

- Que susto el temblor.-

- Si, fue muy fuerte. Pero me costo harto despertarte. Mira que te duermes bien profundo fijate.-

-¡Oye!, yo me desperte altiro. O tal vez me desperto uno de tus ronquidos.-

-¡ Oye! Yo no ronco... Mercedes.-

- Si... si roncas. Pero bien suavecito.. asi.. (ghghggghg).-

- Mentirosa. No es verdad Mercedes.-

- Si... si es verdad.-

- No.. no es cierto.-

Y Reian. Solo podia escuchar su risa, estaba soñando despierta una vez mas. Llamo a Telma para preguntarle por su padre y ella le dijo que ya se habia ido a la misa y que la esperaba alla. Busco su cartera, se puso sus lentes de sol y salio.

Barabara se habia tomado un cafe y daba vueltas en la sala preguntandose si era buena idea que todos la vieran o era mejor que solo Mercedes supiera. Las dudas la estaban matando. Era mejor seguir con su idea inicial. Asi podria saber a que atenerse. Pero tenia que esperar, aun no era hora de la misa. Decidio tomar un poco mas de cafe y se sento en el sofa.

Mercedes llegaba justo para entrar antes de que empezara la misa. Al sentarse no vio a su padre ni a nadie de su familia. Tal vez estaban en la hosteria aun o simplemente no irian. Esta vez no queria sentarse en las primeras bancas. Preferia pasar invisible. Se levanto para sentarse casi en la ultima. Empezo a rezar como los demas cuando sintio que alguien se arrodillo junto a ella. No quiso mirar pero sintio un escalofrio. Quiso seguir rezando pero un recuerdo de Barbara aparecio en su mente. Estaba a su lado, en un dia de campo y su perfume la envolvia. Sacudio su cabeza y volvio a rezar, pero estaba ahi, con los ojos cerrados sintiendo el perfume de Barbara. Podia sentir que la envolvia otra vez. Su corazon latio muy rapido y sus ojos cerrados se llenaron de lagrimas. Entonces alguien tomo su mano, se acerco a ella y le dijo:

- Hola Pequeña.-

Mercedes penso que estaba soñando otra vez, abrio los ojos y la vio. No era un sueño. Era ella, habia vuelto. Se puso rapidamente de pie, incluso se mareo un poco. Alzo su mano y toco su rostro para ver si era real. Sintio la calidez de su piel y su corazon se detuvo. Barbara estaba sentada junto a ella.

Habia vuelto.

Barbara habia entrado a la iglesia justo en el momento que todos se inclinaban a rezar. Dio solo unos pasos y la vio. Estaba sentada sola lo que la extraño por que creia que estaria senatada junto a su familia en las primera filas. Pero no, estaba sola sentada atras. En ese momento no le importo si alguien la veia y siguio su corazon. Estaba rezando y se agacho junto a ella. Su corazon latio desenfrenado al tenerla tan cerca. No aguanto mas y le tomo la mano. Le hablo y vio el asombro en sus ojos. Ahi estaba. Habia pasado un año y Mercedes aun la miraba con ese brillo de amor como el primer dia. Se levanto rapido y tambien ella. Vio que estiraba su mano para tocarla, como si no creyera que estuviera ahi.

- Barbara... - sus ojos se llenaron de lagrimas - Barbara... volviste.-

Y no le importo que la viera toda la iglesia, todo el mundo. Solo se entrego al placer de sentir el calor de su cuerpo, y sus manos se aferraron a su espalda. Estaba aqui. Junto a ella. Habia vuelto. Cumplio su promesa.

- Te extrañe tanto pequeña.-

Barbara suspiro esas palabras mientras la abrazo. No queria soltarla nunca mas. Pero no queria llamar la atencion, asi que la solto y ambas se sentaron. Quiso decirle tantas cosas pero solo pudo decirle

- Mercedes... me alegra tanto que estes bien. Estas preciosa.-

- Barbara solo se ve bien por fuera. He vivido un calvario desde que te fuiste.-

- Tambien yo hermosa mia. No he vivido en paz, me has hecho tanta falta.-

- Pero volviste... volviste...-

Mercedes miraba esos preciosos ojos chocolates guardando su color y su brillo en la memoria. Nunca iba a olvidarlos. Entonces la realidad la golpeo. Su padre y su familia no podian verla o tratarian de hacerle daño otra vez. No lo iba a permitir. Tenia que irse antes de que supieran que habia vuelto.

Barbara la miro y vio aparecer el miedo en sus ojos. Quiso preguntarle que pasaba pero la vio pararse para buscar a alguien.

- Mercedes, ¿Que...-

- Barabara, me alegra que hayas vuelto, pero tienes que irte. Si alguien de mi familia te ve...-

- Si alguno de ellos me ve, sabran que volvi. Yo no les tengo miedo Mercedes, no voy a escapar de ellos ni de nadie.-

- Barbara, por favor, no puedo permitir que te hagan daño.-

- Mercedes, si volvi a este pueblo maldito... es por ti, no soportaba mas estar tan lejos de ti, y no voy a dejar que nadie me aparte de tu lado.-

- Barbara...-

- Un año Mercedes... un año sin verte, sin estar contigo, un año sufriendo por su culpa, no voy a dejar que nos separen de nuevo.-

Entonces aparecio Maria Elsa, miro a Mercedes y a Barbara juntas, asombro se veia en sus ojos, se acerco rapidamente a ellas.

-¡Barbara!... ¿como estas... cuando llegaste?.-

- Hola Maria Elsa, llegue anoche. No aguantaba mas. No podia estar un dia mas sin ver a Mercedes.-

- Me alegra mucho que hayas vuelto. Pero tienes que salir disimuladamente. El tio Ernesto y Horacio vienen hacia aca.-

- No tengo por que esconderme Maria Elsa.-

- Barbara, yo se, pero lo mejor por ahora es que pases inadvertida. Te prometo que voy a ayudarte en lo que quieras hacer. Pero por favor por ahora haz lo que te digo.-

Entonces Barbara miro a Mercedes y se despidio.

- Volvere a buscarte pequeña, te lo prometo. Te amo.-

Y Mercedes la vio salir por una puerta secundaria que le indico Maria Elsa. Volvio a poner atencion a la misa, que ya terminaba. Habia sido la mejor misa de su vida. Ahora volvia a vivir de verdad. Su corazon habia vuelto a su cuerpo y a darle vida a su alma. Los colores habian vuelto a su vida y no iba a dejar que se fueran otra vez. Ya no mas, era la hora de ser valiente. No se iba a dejar manipular nunca mas.

Barbara habia vuelto por ella.

Ella Vive En Mi... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora