El otro chico

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Jason despertó temprano por la madrugada como todos los martes, se puso ropa deportiva y salió a correr, la gente lo miraba algo extrañados, otro se reían y unos incluso se burlaron, pero llevó audífonos y no les presto mucha atención, llegó a su casa y se sorprendió cuando su padre se río de el -pues eres Jason, ¿Quién más vas a ser?- el rubio quedó un poco pasmado, no entendía que pasaba "¿acaso tengo monos en la cara?" -será mejor que te duches para limpiarte eso e ir a la escuela, prepararé tu desayuno- el rubio subió las escaleras preguntándose qué quería decir su papá con eso, llegó a su habitación y al verse en el espejo del baño noto que escrito con un marcador, en todo el costado de la cara traía un ¿Quién eres?, eso lo dejo atónito pero también ató algunos cabos, como que había pasado con los días que había perdido de su memoria -así que no fue un sueño- se alistó para ir al colegio y bajo las escaleras donde encontró a su padre terminando su desayuno -Jace, no te olvides de desayunar y llevar tu almuerzo- dijo levantándose de la mesa, -no te preocupes por lo que hablamos ayer, soy tu padre y el que debería preocuparse soy yo- dijo mientras se dirigía a la puerta paro justo antes de salir y miró al chico -ayer tuve que volver por unos papeles, sé que tienes mucha energía por las mañanas pero deberías ser más silencioso cuando estas en el baño haciendo "eso"- mencionó haciendo las comillas con sus manos y cerrando la puerta tras de sí para evitar una respuesta del menor, Jason estaba congelado, procesando lo que su padre le dijo, -¡Ese maldito!- dijo dando un combo al aire completamente rojo -¿Qué rayos estuvo haciendo?-.
La escuela transcurrió normal, o dentro de lo posible pues los "volviste a la normalidad" o "has estado más alegra últimamente" lo incomodaban, ¿qué clase de payaso era Percy?, a la hora del almuerzo sus amigos le contaron lo que pasó el día anterior a la misma hora, un poco avergonzado les agradeció y ellos dijeron que no fue nada.
En el trabajo Jason tubo que disculparse por haber llegado tarde el día anterior y por los errores cometidos durante su turno, prometió que no se volvería a repetir aunque no podía asegurarlo pues no sabía si cambiaria de cuerpo con Percy nuevamente.
Al final de la jornada Reyna se le acerco -Jason espera, ¿podemos caminar juntos?- el solo asintió, ella era linda y le había gustado durante un tiempo, pero después paso a ser solo una amiga.
La primera mitad del camino a la estación le pareció un silencio languideciente al ojiazul, la situación se empezó a poner incómoda hasta que Reyna rompió con eso -Gracias por lo de ayer- dijo mirándolo fijamente con sus ojos ónice -no tenía idea que sabías coser- le menciono ella -yo tampoco- respondió casi en un susurro que no pasó inadvertido para la chica, -ayer me mostraste un lado de ti que no conocía, deberías ser más ese chico, sonreír, ponerte nervioso, mostrar más tus emociones-, Jason le dio una de sus sonrisas pero Reyna lo conocía más de lo que él creía, esa sonrisa ocultaba algo y sabía que solo estaba siendo el chico cortes como siempre.
Llegaron a la estación y Reyna se despidió con un -nos vemos cuando nos veamos- lo cual Jason respondió con un simple -adiós- sabía que Reyna quería decirle algo pero no se armó de valor de preguntar o ella de decirle.
Fue pensando en lo ocurrido ayer y en ese chico -Percy- susurro, pensaba que no era un mal chico pero no entendía por qué había estado cambiando de cuerpo con él, al llegar a su casa se paró justo antes de entrar "habla con tu padre" el mensaje de Percy llegó a su mente, no se sentía preparado para hablar pero podría compartir la cena con su viejo.
Hablaron de cosas triviales durante la cena, lo cual so hizo sentirse cálido por dentro.
Se dispuso a dormir con algo de temor, no quería despertar en el cuerpo del otro chico pero finalmente el sueño le ganó.
Jason despertó temprano se levantó de golpe, se sentía cansado, más de lo habitual para ser el, miró a su alrededor y no necesito mucho para deducir donde estaba, "una vez más en el cuerpo de este" pensó -eso significa que hoy está en mi cuerpo... ¡El examen!-, Jason se resignó, sabía que un chico de secundaria a quien su mejor amiga le decía sesos de alga no obtendría buena nota en un examen de segundo de preparatoria, estaba perdido, necesitaba hacer algo para ganar un poco el control de la situación.

Y así, como vuelan las horas y los días, ya había pasado casi un mes, Jason y Percy no sabían cuánto iba a durar esto, los cambios ocurrían dos a tres veces por semana, lo cual, les complicó hacer planes "si esto va a seguir hay que poner reglas" le dejo un mensaje Jason a Percy seguido de una serie de reglas:
Jason: primero tendrás que ponerte a estudiar, no puedo estar preocupando a mi papá con las notas.
Segundo: aras mis ejercicios en la madrugada, sé que jugaste con mi cuerpo, no se mantiene así solo ¿sabes?.
Tercero: ¡deja de comer tanta porquerías con mi cuerpo, no soy botadero! Luego soy yo el que tiene que quemar la grasa.
Cuando Percy vio esto su reacción fue más madura de lo que esperaba de sí mismo, consiguió que Annabeth le ayudará con los estudios, incluso con los de preparatoria pues uso de escusa estar haciendo un proyecto para obtener puntos con su profesor, la rubia no le creyó, pero sabía que había una buena razón para que su amigo le pidiera ayuda, y también dejo unos mensajes para Jason:
Percy: cuarto, dejaremos notas de lo que ocurrió el día del cambio para saber lo que hicimos.
Quinto: Tienes que practicar la patineta, no quiero despertar con algún hueso roto.
Y así empezaron, cada uno, a vivir dos vidas...
Percy: no puedes hacer eso en la escuela. Me dejaste en vergüenza con los profesores y ya varios me odian.
Jason: ese idiota se lo merecía, no deberías dejar que nadie te tratara así.
Percy: pero yo no sé pelear como tú, además no quiero convertirme en el "delincuente "de la escuela
Jason: pues ponte a entrenar para que no te traten así.
Percy: ¡trabajas mucho! ¿Porque no descansas de vez en cuando?
Jason: por qué gastas mucho en postres que luego tendré que bajar yo, además así ayudo a mi papa con las cuentas de la casa.
Percy: me duele mucho el cuerpo! ¿Qué rayos hiciste? ¿Intentaste ganarle a un camión en empujones?
Jason: se llama entrenar, deberías intentarlo enclenque.
Percy: tú eres un gorila con lentes.
Jason: no puedes estar cazando moscas durante clases! ¡Presta atención al menos!
Percy: ¡no puedes mirar a todos con ese rostro serio, intenta sonreír al menos!
Jason: ¡deja de poner cara de bobo con mi rostro!

Así continuaron durante un tiempo hasta que "mañana es tu cita con Reyna, ya tengo todo listo, Disfrútalo, sonríe y no llegues tarde" le dejo Percy al rubio en un mensaje que logró hacerle sonreír, Lo había planeado desde hace un tiempo, cuando ella se lo pidió, al parecer ella estaba enamorada de Jason, y Percy, en su incapacidad de dejar las cosas tranquilas decidió darle una ayudita al rubio.
Jason llego a la cita justo a tiempo, venía vestido semiformal, con jeans, zapatos negros, camisa y un chaleco, Reyna apareció con un vestido albaricoque que Jason pensó que era muy chillón para ella, una chaqueta de cuero que sabía combinar muy bien a pesar del contraste y un gran sombrero de mimbre decorado, parecía sacada de una revista, muy bonita pero no parecía que se hubiera martirizado intentando encontrar el conjunto -Hola, ¿estuviste esperando mucho?- tomó a Jason desprevenido pero no lo asusto -no, solo llegue muy temprano- dijo con una sonrisa, Reyna quedó congelada un segundo, veía por primera vez una sonrisa espontánea y pura de parte del rubio.

Percy se levantó tarde ese sábado no se sentía con ganas de nada, se levantó al espejo -hoy es la cita de Jason y Reyna, me hubiera gustado ir, me hubiera...- su voz se apagó, y se vio al espejo, las lágrimas caían a borbotones de sus ojos, nunca se había sentido así, estaba feliz y muy triste a la vez, - ¿Por qué estoy... llorando? -. Ese día Percy no sonrió.

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