VII

65 5 0
                                    

Al llegar a casa de Zach llamamos a una pizzería, él pidió una de barbacoa y yo una de cuatro quesos.

Preparamos la mesa y dejamos la película preparada. Alguien llamó a la puerta.

-¿Puedes ir a abrir tu? -dijo Zach desde la cocina- El dinero está en la mesa.

-Claro.

Fuí hacia la puerta y la abrí. No era la pizza. Eran dos chicos. Ambos blancos con el pelo castaño, no tenía ni idea de quiénes eran.

-¿Zach? -le llamé.

-¿Qué pasa? -vino casi corriendo. Al verlos su cara cambió al instante, se puso serio- Chicos, ¿que hacéis aquí?

-Daniel ya está en el hospital con Jack, el médico ha dicho que al final le darán el alta mañana y hemos decidio venir ya. Mañana vendrá el camión de la mudanza de Daniel, Corbyn y mío.

-Oh, vale bueno, esta es Mia. -me presentó- Mia, estos son Corbyn y Jonah, se vienen a vivir aquí con Jack, Daniel y yo.

-Oh, claro. -les di dos besos a ambos- Encantada, soy Mia Zumann.

-Ya sabemos quién eres. -rió Corbyn y Jonah le dió un codazo.

-¿Perdón? -sonreí confundida.

-¿Qué? Zach, ¿no le has dicho nada?

-¿Qué me tienes que decir qué? -me giré.

-Es Jack, desde que te conoció en el hospital no para de hablar de ti, creemos que está muy pillado por ti. -dijo Jonah y yo abrí la boca. A mi todavía no me gustaba Jack, pero me encantaría conocerle mejor.

-Por cierto, ¿que haces aquí tan tarde? -preguntó Corbyn dirigiéndose a mi.

-Eso, Zach. ¿Que hago aquí tan tarde? -le mire burlona.

-Yo solo...—no dijo nada.

-Joder, ¿enserio, Zach? ¿Porqué siempre le intentas quitar las chicas a Jack? -dijo Jonah.

Ahora entendía lo que me había dicho Jack en el hospital. "Las chicas siempre prefieren a Zach" porque Zach siempre se las quitaba. Yo no siento nada por él, es solo un amigo. ¿Acaso intentaba ser algo más conmigo?

-Bueno, yo me voy. -cogí mi abrigo y mi móvil.

-¿Qué? ¿A dónde? -preguntó Zach.

-Al hospital, pasaré la noche con Jack. -fuí hacia la puerta- Encantada chicos. -les sonreí amablemente y salí de allí.

-Vaya, chica con genio. -escuché decir a Corbyn.

Mierda, no recordaba que no tenía coche. Llamé a Noah que estaba con Jess y ya me venían a buscar. En media hora ya estaban aquí. Subí al coche.

-Hola chicos, ¿podéis llevarme al hospital de Apple Valley? -me miraron raro- Porfavor.

-Joder Mia, ¿acabas de salir y ya quieres volver a entrar? -dijo Jess. Normalmente estaba rara, no me había venido a visitar ni una vez.

-Si, Jess. Voy a ir a pasar la noche con Jack. -Noah puso el coche en marcha.

-Oh, vaya. -rió irónicamente. Decidí no contestarle, no merecía la pena.

Después de casi una hora al fin llegamos.

-¡Mia! Tienes ropa en el maletero de cuando te quedaste aquí.

-Oh, espera. Me cambiaré aquí en un momento.

Me puse una camiseta negra con unos pantalones amarillos de rayas negros, con mucha dificultad a decir verdad, pero al final lo conseguí. Me dejé el mismo abrigo. Quería cambiarme de ropa ya que pasaría aquí hasta mañana.

-Muchas gracias Noah. -le di un beso en la mejilla.

-Que te lo pases bien con tu noviecito. -rodó los ojos.

-Qué te den, Jess. -cerré la puerta del coche.

Pasé del tema y entré al hospital. Fuí a la cuarta planta que era donde Jack se encontraba y comencé a buscar la habitación 413, nuestra habitación.

Al llegar vi a un chico con dos cafés en la mano intentando abrir la puerta de la misma.

-Eh, ¿te echo una mano? -le sonreí quitándole un café de la mano.

-Si, porfavor. -rió- ¿Quien eres?

-Oh, lo olvidaba. Tu debes ser Daniel, Zach te llamó esta tarde para que vinieras a pasar la noche con Jack, ¿cierto?

-Si, ¿como lo sabes?

-Estaba con él. -rodé los ojos- No se lo digas a Jack, no ha sido nada.

-Espera. -me miró sonriendo- Tu eres la famosa Mia Zumann.

-Si, esa soy yo. -reí.

-Jack seguro que se alegra mucho de verte, gracias por haber dejado plantado a Zach para venir. -reímos los dos.

-Un placer. -hice una pausa- ¿Entramos?

-Oh, si claro. -abrió la puerta y pasó el primero.

Allí estaba Jack, mirando su móvil, no se había dado cuenta de que yo estaba aquí.

-Daniel, ¿ya tienes mi -levantó la mirada y se quedó mirándome- ¿Mia? ¿Que haces aquí?

-Vaya, ya veo como te alegras de verme. -me senté en su camilla y Daniel en el sillón.

-No, no. No quería decir eso yo -se alteró.

-No pasa nada, Jack. Era broma. -puse mi mano sobre la suya instintivamente. Al darme cuenta la quité. -Y que, ¿cómo estás? -al instante entró Jeremy mirando unos folios.

-Bueno, bueno Jack. Eres mi último paciente del día así que que te parece si curamos esas -levantó la cabeza- ¡Mia! ¿Que haces aquí de nuevo? Te has ido esta mañana.

-He decidido venir a hacerle compañía.

-¿Os conocéis? -dijo Daniel.

-Si, bastante. -reí.

-Oh, está bien. -sonrió- Bueno, voy a coger lo necesario para curarte.

-No, Jeremy. Ya le curo yo. Sabes que eso se me da perfectamente. -reí.

-¿Enserio?

-Por supuesto, vete a casa.

-Vale, muchas gracias Mia. -me dio un abrazo- Te dejo con la mejor doctora del hospital. -se dirigió a Jack y él solo le dedicó una pequeña sonrisa.

Me había dado cuenta de que Jack era por así decirlo algo reservado. Y tímido, también. Fuí a por el botiquín de la habitación y me puse de pie en frente de Jack mientras él se sentaba.

-Esta te va a escocer un poco. -le eché alcohol al algodón y lo puse sobre su labio. Dió un respingo al notar el escozor. -Aguanta cielo.

Estábamos muy cerca, me había quedado embobada mirando sus ojos, eran preciosos. Al darme cuenta que cada vez estábamos más cerca me aparté.

-Te voy a poner pomada en los moretones y ya está, ¿si? -él solo asintió con la cabeza. Lo hice con el mayor tacto posible, no quería hacerle daño. -Listo. -le sonreí.

Daniel, Jack y yo estuvimos hablando durante un tiempo. Eran la una y media y Daniel se había quedado dormido en la camilla de al lado, en mi camilla.

Fui al baño y al volver Jack también se había quedado dormido. Me senté en la silla pegada contra su camilla y apoyé mi cabeza en su pecho.

Estaba tranquilo, podía notar su respiración. Y sin darme cuenta, yo también caí rendida.

Ruin - Jack Avery Donde viven las historias. Descúbrelo ahora