XVI

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Mi móvil comenzó a sonar, lo giré con miedo. Era Ariadna.

-Hola, ¿qué pasa? -dije extrañada de que me llamara.

-¡Daniel y yo nos vamos a cenar! Me ha invitado esta mañana. -dijo emocionada y yo reí.

-Me alegro mucho, te dije que le gustabas. -me alegré por ella.

-¿Y tú que tal con Jack en el parque y en el hotel? Cuéntame. Bueno, no todo porque seguro que hay cosas que no necesito sa...

-Adiós Ariadna. -alargué la o y me colgué. Jack y yo solo reímos un poco incómodos.

Después de casi dos horas de camino, al fin llegamos a nuestro destino. Aparqué en frente del hotel, cogí la mochila y salimos del coche.

-¿Dónde estamos? -preguntó.

-Tachán. -subí los brazos y señalé el hotel.

-¿Vamos a pasar la noche aquí? -abrió la boca.

-A ver, ya sé que no es gran cosa pero era a lo que llegaba con el dinero que tenía y...

-No lo decía por eso, Mia. -rió- Me encanta.

Le abracé y entramos al hotel. Era precioso por dentro. Fuimos a recepción.

-¿Mia, verdad? -dijo el chico que había. Era alto, blanco y con los ojos azules, era muy atractivo a decir verdad.

-Si. -le miré extrañada.

-Habitación trescientos tres. Disfruta de tu estancia, mi turno dura toda la noche, si necesitas algo, sabes dónde encontrarme. Soy David, por cierto. -me guiñó un ojo dándome la llave.

-Tranquilo que ya está bien acompañada. -dijo Jack cogiendo la llave.

-Jack. -alargué la a tirando de su brazo.

Subimos al ascensor y llegamos a nuestra habitación. Le cogí la llave a Jack y abrí. Era increíble.

Tenía un baño y un balcón con un pequeño jacuzzi

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Tenía un baño y un balcón con un pequeño jacuzzi. No recordaba haberla visto así por internet. Pagué demasiado poco por esa habitación.

-Dios. -dije. No tenía palabras.

Jack corrió hacia la cama y se tiró sobre ella mientras yo reía.

-¿Te apetece ir al jacuzzi un rato? -dije poniendo la mochila en la cama.

-No siquiera tenemos los bañadores. -dijo.

-Eso lo dirás tú. -los saqué de la mochila.

-Tienes todo pensado eh. -rió.

-Cámbiate aquí, iré al baño. -le di un beso y fui a cambiarme.

Me puse el biquini y me hice una coleta. Al salir Jack estaba sentado en la cama esperándome.

-¿Vamos? -se giró y me miró de arriba abajo- ¡Jack! -sacudió la cabeza y me miró a la cara- No me mires así por dios. -reí.

-Perdón. -vi como se cruzaba de brazos para no verle el abdomen.

-Jack, venga ya. -me acerqué a él- ¿Todavía te da vergüenza? -le puse los brazos a los lados y le besé dulcemente- Vamos. -le cogí de la mano y andé por delante suyo.

Me metí en el jacuzzi poco a poco, hacía bastante frío fuera, pero el agua estaba muy caliente así que se estaba bien. Jack hizo lo mismo.

-Mía, ayer yo... -suspiró.

-Jack, enserio no hace falta que digas nada. -le sonreí dulcemente.

-No, necesito hablar de esto. -le miré- Porfavor.

-Claro, como digas. -me acerqué a él y pasó su brazo por mi hombro. -Habla.

-A veces me pongo así, no sé porque. Me puedo comportar como un crío y después no acordarme de lo que he dicho. -giró la cabeza- No quería hablarte así, enserio.

-Ya te he dicho que no pasa nada cielo. -acaricié su pecho y me apoyé en su hombro.

-Sabes que no estoy bien, que tengo cambios de humor y sabes que en realidad si estoy roto. -dijo susurrando eso último.

-Te quiero, Jack. -me miró a los ojos y nos besamos- ¿Porqué no puedes entender eso? -mi voz se cortó.

-Entiéndeme Mia, nunca he estado con nadie, nunca le he gustado a nadie, y algunas solo se acercaban a mi por Zach o Jonah. Nunca había querido a nadie. -miró al cielo- Mis padres nunca me quisieron.

-No digas eso. -me senté recta y le miré- Yo creo que se fueron por un buen motivo. Sé que te pasaste de casa en casa. -me miró- Si, Zach me lo ha contado. -volví a mi posición inicial.

-¿Lo sabes todo sobre mi infancia? -preguntó.

-No todo. -hice una pausa- Zach me lo estaba contando pero le dije que parara. Si tengo que saber algo sobre ti quiero enterarme por ti.

-No me gusta hablar de mi infancia. -dijo serio.

-No te estoy diciendo que me hables de ella. Cuéntame sobre ti cuando estés preparado, o cuando lo necesites. -sonreí.

Después de estar un rato hablando, nos secamos y entramos a la habitación.

-Me voy a quedar en biquini hasta que nos vayamos a dormir, estoy cómoda. -picaron a la puerta. Me puse el albornoz sin abrochármelo y abrí. Era David.

-¿Qué pasa? -rodé los ojos- Aquí nadie ha pedido nada. -vi como me miraba de arriba abajo.

-Regalo de la casa. -me pasó el carrito y lo cogí.

-Gracias. -sonreí de mala gana.

-Si quieres paso y te hago un poco de com... -cerré la puerta y entré de nuevo a la habitación- ¡Cena gratis!

-¿Gratis? -dijo Jack extrañado.

-Regalo de la casa. -frunció el ceño- O sea, de David.

-Oh.

Cenamos entre risas. Me encantaba que Jack estuviera feliz cuando estaba conmigo. Me gustaba intentar hacerle feliz.

-Voy a cambiarme. -dije levantándome de la cama.

-Mia, ven. -fruncí el ceño y me puse en frente suyo.

-Yo también te quiero. -me besó.

Empezamos a besarnos apasionadamente, Jack comenzó a bajarme la tira de la parte de arriba del biquini.

-Espera Jack. -le aparté de mi- ¿Estás seguro?

-Nunca he estado más seguro de nada. -rió.

Ruin - Jack Avery Donde viven las historias. Descúbrelo ahora