▨ Prólogo

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Sonrío al ver la lluvia resbalar a través de la tela transparente de mi preciado paraguas, el cual tengo desde hace más de cinco años y para mí sigue como el primer día por muchas quejas que eche mi padre sobre él y que debería de comprarme uno nuevo. Puede que esté un poco roto por las puntas, pero tengo tantos recuerdos con este objeto que lo que menos quiero es dejarlo en el olvido junto a ellos. Suelo guardar los momentos como tesoros en lo más profundo de mi corazón, y es bastante difícil dejarlos marchar a veces si han tocado una parte sensible en mí. Y este paraguas lo ha hecho. Al menos desde aquel día de otoño en la entrada del colegio de mi hermana mayor, hace seis años.

No era raro dejarme ir a buscarla con once años a su colegio, así que estuve esperándola durante diez minutos para que saliese y poder ir de regreso a casa para comer la rica comida de nuestro padre, quien hacía y hace maravillas en la cocina. Eso sí, quién me iba a decir que, por el impacto de una piedra en mi cabeza, pataleada por un chico cabreado, iba a hacer forjar una bonita e insaciable amistad que había perdurado hasta hoy, y que lo iba a seguir haciendo a pesar de empezar con un chichón en mi frente.

Yoongi me había golpeado con esa piedra porque estaba cabreado al enterarse que su hermanito pequeño le había roto su juguete favorito. Lo bueno fue que, aunque me gritó que yo tenía la culpa y no para de mirarme mal por la calle, cuando ambos accedimos al colegio, nos tocó como compañeros de pupitre y ahí fue la segunda vez que empezó todo. Con unas cuantas peleas y sabotajes, pero acabando con nuestra buena amistad de la que nunca me canso.

Sujetando con una de mis manos la correa de mi mochila y con la otra manteniendo mi paraguas bien pegado a mi cuerpo para no dejar pasar ninguna gota que choque con mi nuevo abrigo, avanzó hasta la puerta de la casa de Yoongi y presiono el timbre, dejándome ver después la amplia sonrisa que su madre me da cada vez que me ve

—Está terminando de desayunar, pasa si quieres, es demasiado lento en todo lo que hace el vago —burla la señora Min, sacándome una carcajada que me hace morderme el labio inferior al observar el cuerpo de mi mejor amigo detrás del de la mujer.

—¿Ya estás hablando mal de mí otra vez? Luego que si dices que quieres que nos casemos —acaba comentando Yoongi, y entonces puedo sentir el calor acumularse en mis orejas y mis mejillas, como cada vez que oigo esa frase que me hace pensar y pensar sin llegar a nada.

—Deja de contar lo que te digo y tira ya para la escuela, que luego me llaman tus profesores para decirme que llegas tarde —le señala con su dedo índice—. Una cosa te digo, como por tu culpa Lalisa llegue tarde algún día, hazte saber que te espera una tarde sin comer absolutamente nada y una paliza por mi parte.

Vuelvo a reír cuando Yoongi bufa y sacude su cabeza, removiendo su cabello rubio que a veces parece blanco y dejándome ver sus encías y su sonrisa que más de una vez le he dicho que me encanta y no termina de creérselo.

—Tranquila, señora Min, nunca llego tarde. Suelo dejarle solo cuando la campana suena.

—Y haces bien. Este es un dejado al que le hacen falta unas buenas patadas en el trasero —bufa la mujer.

—¿Ahora quién es la que nos entretiene? —pregunta con un aire de burla mi amigo y entonces saca su paraguas con velocidad y corre lejos de la puerta al ver a su madre quitarse su zapato.

—¡Ya verás cuando vuelvas, sigues viviendo aquí! —zarandea la zapatilla en el aire y se mete en casa después de despedirse de mí.

Niego riéndome y dando la vuelta, trotando hasta llegar al lado de Yoongi y empujarle en forma de broma chocando nuestros hombros.

—Sabes que un día te va a dar de verdad, y sin embargo tú sigues retándola a que lo haga —le digo, mirándole de reojo mientras él no quita su sonrisa.

—No te digo que no, pero —me pasa un brazo por los hombros y revuelve mi pelo con su puño, todo esto con mi paraguas muy elevado y el suyo a un lado—, como buena persona que eres, le dirás que tiene un hijo maravilloso y me perdonará todo.

—Ya, claro —río secamente y le empujo, refunfuñando y peinándome lo mejor que puedo con una sola mano.

Conforme llegamos al final de la calle y vemos a más estudiantes ir en la misma dirección que nosotros, Yoongi se percata de mi nueva prenda.

—Bonito abrigo. Pocas veces tu ropa destartalada me gusta —observa y vuelve a girarse, ahora serio como la mayoría del tiempo.

—Sí, me lo ha comprado mi padre por haber aprobado el examen de inglés.

—A mí mi madre no me da ni un vaso de agua incluso aunque le saque un diez. Qué vergüenza —niega y gira como aburrimiento su paraguas.

Al llegar a la puerta de nuestro instituto, cerramos nuestros paraguas cuando nos cubre el techo del pequeño recibidor al aire libre, un chico de mi clase demasiado alegre, se acerca y me saluda.

—Buenos días, Lalisa —sacude su mano y me da un pequeño abrazo que me deja con sorpresa, para después pasar dentro y desaparecer por uno de los pasillos con dirección a las aulas.

—¿Y ese? —me pregunta Yoongi, señalando con la cabeza el lugar por el que se ha ido Hoseok, ese chico que está contento un noventa y nueve por ciento de veces a lo largo del año.

—Se puede decir que es algo así como mi amigo. Siempre me abraza cuando me ve —acabo contestando sin saber muy bien cuál va a ser mi próximo movimiento o comentario.

—No te he visto muy cómoda —chasquea la lengua y niega—. Si es necesario le digo que soy tu novio, para que te deje en paz, claro.

—No, es muy majo y me cae bien, solo tengo que acostumbrarme —golpeo su hombro—. Además, ¡pero si tú y yo somos amigos, Yoongi! —suelto unas risas, viendo como él parece poner una mueca de incomodidad y tristeza y acaba pasando dentro mientras lleva el paraguas en una mano y con la otra rasca su nuca.

Me quedo un poco confundida, pero acabo siguiéndole antes de que la campana suene y lo vea en el recreo, porque no tengo ninguna de las dos primeras clases en común con las suyas.

—¡Espera, Yoongi! —agito mi mano, aunque no me pueda ver y le persigo sonriendo.

Sí, en definitiva, Yoongi y yo somos mejores amigos

𝖡𝖾𝗌𝗍 𝖥𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽𝗌 ☂ [𝑌𝑜𝑜𝑛𝑙𝑖𝑐𝑒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora