▨ Capítulo 2: Exámenes robados

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Jamás me he puesto a pensar profundamente sobre mi futuro. Solo eran las típicas preguntas de: "¿A qué te quieres dedicar? ¿Qué te gustaría ser de mayor? ¿Prefieres letras o ciencias?". Y, aun así, yo sigo sin tener una respuesta exacta. Lo único que me he respondido a lo largo de los años, ha sido que, desde luego, quiero tener a mi mejor amigo a mi lado, incluso su tumba pegada con la mía el día en el que nuestro último suspiro llegue. Queda mucho, o al menos eso quiero pensar, sí, pero ya que es algo seguro en mí, no pienso preocuparme por si puedo morir en ese segundo o dentro de diez. Vivir el momento es lo que me cuenta y me renta.

Cuando releo por décima vez una de esas preguntas con mi futuro laboral, no puedo hacer nada más que bufar y rascar mi cuero cabelludo con el borrado rosado que va incorporado en el lapicero que compré la semana pasada junto a más material escolar.

Desde luego que no le doy el uso correcto; debería de borrar las tontas palabras que escribo a veces incluso sin saber sobre qué se me pregunta, no borrarme el pelo, o al menos intentarlo, si es que se puede lograr de esta manera.

Por un momento se me pasa por la cabeza poner lo típico de "ser feliz", pero al encontrarme nuevamente que dice "laboral", decido acabar del todo con mi cerebro para obtener algo al menos creíble y que pegue conmigo sin levantar sospechas.

Oficinista. No.

Maestra. Ni en sueños.

Actriz. Mejor dejo de reírme de mí misma.

Política. Ni en una próxima vida.

¡Ash, y qué pongo yo ahora!

Casi creo que voy a agujerear el folio por la fuerza con la que presiono la punta del lápiz sobre él, pero es que me es imposible darle importancia a eso en este preciso momento. La nuca me suda y la frente también, sacudo mi cabeza de un lado al otro, como si fuera a ayudar para recurrir a ideas espontáneas, cuando en verdad debe parecer que tengo un tic. Es un maldito examen que cuenta para nota, la cual influye en lo que obtenga al final del curso.

¿Desde cuándo algo que va en referencia a tus gustos y opiniones cuenta para nota? Ni sentido le veo.

¡Ash, estúpidos profesores y estúpida yo que no sé ni que hacer con mi vida!

Observo el reloj colgado encima de la pizarra, como si fuese a darme las respuestas a todo, cuando en verdad solo me pone más intranquila que antes, pues quedan diez minutos y yo sigo sin poner algún trabajo junto con su porqué. Giro mi cabeza, pudiendo ver a mis compañeros y compañeras en sus folios; incluso Yoongi lo está, y eso ya es increíble.

Conociéndole, puedo esperar que ponga que quiere ser rapero o a la vez que se invente algún otro trabajo con tal de que un profesor lo lea y no le de la lata sobre que hay más aspiraciones en la vida. Yoongi es Yoongi, y eso no lo puede cambiar ni él mismo.

Entre lamentos y lloriqueos, acabo levantándome para entregar el examen cuando la asquerosa sirena suena. Tengo ganas de encerrarme y llorar por sentir que no tengo siquiera un sueño o algo que querer hacer en mi vida.

Me es propiamente triste y lamentable, y lo peor es que sé que no se me va a solucionar en unos minutos, horas o días.

A regañadientes recojo mi mochila del respaldo de la silla y salgo de la clase mordiéndome el labio, a la vez que llevo ese abrigo nuevo entre mis manos, aferrándolo a mi pecho a pesar de que tengo ganas de tirarlo contra cualquier pared porque tampoco me da una solución. No espero a Yoongi hasta que llego al final del pasillo y me apoyo en unas taquillas, doblándome y dejando mi vista en mis pies mientras me insulto de todas las maneras mentalmente. Los pasillos están llenos de personas y a mí me da igual, solo que me es irónico que esto lo haga y no como con el dichoso examen que ha amargado mi mañana y seguro que, junto a esta, el resto del día.

𝖡𝖾𝗌𝗍 𝖥𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽𝗌 ☂ [𝑌𝑜𝑜𝑛𝑙𝑖𝑐𝑒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora