Día 6 | Convirtiéndose en animales

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Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, sólo el amor que les tengo.

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Días difíciles

Toma su celular y vuelve a revisar si le llegó un nuevo mensaje, y nada. Aprovecha que lo tiene en las manos y le manda un mensaje a Camie, ella rápidamente le contesta que no hay novedades; que los profesores de Shiketsu junto a la policía no darían el brazo a torcer y que lo encontrarán en cualquier momento.

Deja el teléfono y sale a correr por la pista deportiva. En pocos minutos aparece su leal compañero, un perro que lo acompañaba siempre que se presentaba oportunidad. Era un perro grande y de pelo fino, que se había aparecido en los últimos días. Era muy bueno con todos, pero con él era con quien se mostraba más encariñado. Todoroki lo sentía como un consuelo por el fuerte dolor en el pecho que estaba sintiendo los últimos días.

Otro día, sin noticia del paradero de Inasa. En Yuei se habla del tema y Todoroki siente una caricia en la espalda de parte de Yaoyorozu: "Estará bien" ella susurra. En cuánto llega a los dormitorios se apresura en encerrarse en su habitación, alejándose de las palabras de Iida y Midoriya. Cierra la puerta e intenta calmar su alterada mente.

Toma su teléfono y nota que recibió un nuevo mensaje. Es de Camie.

Los profesores están hablando con una chica de primer año. Dice que antes de que Inasa desapareciera ella había chocado contra él ¡Fue la última que lo vio!

Todoroki lee y vuelve a leer el mensaje ¿Sólo eso?. Golpean su puerta.

—No estoy de humor —responde acercándose a su cama.

—Por eso estoy aquí —escucha detrás de la puerta, la voz de Sero.

Lanza su teléfono hacia su cama y se refriega los ojos. Abre la puerta de mala gana y se encuentra a Sero junto al enorme perro que lo acompaña todos los días.

—Nos costó mucho convencer a Aizawa de dejarlo entrar —ríe el pelinegro junto al perro que menea la cola— déjalo que te acompañe hasta que tu amigo con derecho a roce regrese.

—Sero... —dice acariciando la cabeza del can.

—Esta bien. Al final no estamos seguros si lo trajimos por ti o por él. Cuándo intentamos acariciarlo o jugar con él se quejaba y miraba hacia tu habitación—sonríe acariciando detrás de las orejas del perro—. Además, según dicen, han borrado cualquier posibilidad de que Inasa haya sido secuestrado por un villano.

Todoroki lo observa sorprendido, con la boca medianamente abierta.

—Tal vez debería haber empezado por ahí —sigue, llevándose la mano al mentón de forma pensativa.

— ¿Que dices? —Sero se ríe.

—Con los chicos tenemos una teoría. Así que... esperamos estar en lo cierto —observa al perro entrar en la habitación—. Con Sato estaremos abajo —se rasca la nariz— dijo que pueden buscar ropa a su habitación y después bajar a comer algo dulce.

— ¿Que? —Todoroki lo seguía observando sin entender de qué hablaba. El contrario solamente se fue.

Shoto gira y entra en la habitación, donde el perro ya estaba sentado sobre la cama. Al verlo bien descubre algo, ya no tenía rabo. Se arrodilló frente al animal tocando el lugar dónde debería estar, sin entender que le había sucedido. El perro aprovecha la cercanía para darle un lenguetazo en medio del rostro. Shoto se desliza hacia atrás para limpiarse y descubre como la gran mayoría del cabello del can va desapareciendo para quedarse sólo en ciertas secciones  —aunque en menor medida— y en la cabeza.

Todoroki se sienta en el suelo, finalmente entendiendo a lo que se refería su amigo. Una sonrisa empieza a alumbrar su rostro cuando el cuerpo del perro empieza a transformarse; volviéndose humano.

—Inasa —suelta cuándo ya se hubo transformado. Este le regala una de sus grandes sonrisas y usando su viento lo eleva del suelo para llevarlo hasta sus brazos.

—Hace tanto que quería hacer esto —ríe junto al oído de Todoroki quien no llega a tocar el suelo.

—Estas bien —dice respondiendo su abrazo, sintiendo el tacto de su caliente espalda desnuda.

— ¡Estoy perfecto! —dice al dejarlo en el suelo—. No sé qué me pasó. En un momento estoy en la Academia cambiándome de clases, y al siguiente soy un perro.

— ¿No te hubiera convenido quedarte en Shiketsu? Tal vez te hubieras transformado más rápido y no hubieras preocupado a todos —Inasa ríe de forma culpable sentándose junto a Todoroki en la cama.

—No es mi culpa, mi mente se comportaba de forma extraña. No podía razonar muy bien. Sólo pensaba en estar contigo —Todoroki se sonroja e Inasa aprovecha la oportunidad para besar su mejilla— y lo sigo pensando.

Luego suma una catarata de besos en las mejillas del contrario.

—Y pensar que no necesite el beso del bello príncipe para volver a mi verdadero cuerpo —dice contra su oído, abrazándolo contra sí.

—Pero te lo puedo dar de todos modos —Inasa sonríe, recibiendo el beso complacido.

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Medio que hice trampa porque no es un AU, pero bueno. En un principio tenía pensado escribir otra historia que sería bastante más larga y si cumpliría con lo del AU, pero se me fue la inspiración. Así que voy a guardar lo escrito para seguirlo más adelante.

Dato random: Cuándo bajan Mineta pregunta si hicieron la posición del perrito (no sabía como encajarlo).

InaTodo WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora