Encontré Tu Punto Débil Dios De Zagreb

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Mi padre ríe con una risa ronca y vibrante mientras con uno de sus dedos se limpia las lágrimillas que se escapan de sus ojos. Por fin un poco de calma desde que llegué. Verlo como me mira feliz y con cierto orgullo me hace sentir relajada y con más animo de seguir contando esta peculiar historia, aunque sea consciente de que lo malo está por llegar.

— ¿ De verdad empujaste a ese chico insoportable a la piscina delante de todos sus amigos? — habla con un tono divertido y cuando afirmó con mi cabeza a su pregunta vuelve a estallar en una profunda y sonora carcajada — Esa es mi niña... — entrelaza su brazo alrededor de mis hombros para atraerme hacia él y besar mi cabeza con dulzura y cariño.

Se siente tan bien recibir el cariño de la persona que más amo en este mundo, es tan reconfortante ver la admiración a través su mirada y es tan duro saber que este momento durará poco tiempo.

— Pues todavía queda mucho para contar... Prepárate... — y sin esperar más tiempo prosigo a seguir contándole la historia de como comencé una carrera con los Hermanos Manson en donde yo claramente la perdí.

Cinco meses atrás...

Parece que el tiempo se hubiese detenido a mí alrededor. Nadie dice ninguna sola palabra. Todos están atentos de nosotros. Dexter se encuentra en frente mía y tengo que alzar la cabeza para enfrentar su mirada envenenada en rabia y odio. Es alto y fuerte, pero a mí no me intimida. En el silencio de la noche logro escuchar como la brisa fresca nocturna mueve en un perfecto vaivén las ramas de los árboles el cual es amortiguado por el sonido agudo de los grillos. Por unos segundos todo parece en calma, sin embargo la respiración acelerada de Dexter me indica que se está preparando para intentar destruirme.

  ¿En tu pueblucho de mala muerte no te enseñaron buenos modales? — dice de forma despectiva y sumamente cabreada.

— Modales no se... Pero si a defenderme de tipos como Paul o como tú  — respondo encogiéndome de hombros.

— ¿ A defenderte ...? — suelta una risotada carente de humor — deja de actuar como si fueses una maldita Santa— se pasa sus grandes manos por su cabeza con exasperación, despeinando así su perfecto peinado con ese acto.

— Jamás he presumido de que sea buena persona... Es más, tengo un rinconcito en el infierno con mi nombre escrito ... Pero tú también Dexter— le digo mientras escucho de fondo el parloteo de los pocos invitados a la fiesta.

— No vuelvas a comprarme con alguien como tú — brava cada palabra con los ojos inyectados en rabia y asco.

— Si tanta repugnancia te produce mi persona acabemos con esta falsa de una maldita vez — le reto con mis palabras, sin embargo el guarda silencio.

No dice nada. Solo me mira como si tuviese ante sus ojos a un animal en especie de instincion. Es tan sumamente calculador que una persona tan impulsiva como yo le desquicia por completo. Y de repente siento como una mano envuelve mi hombro y me atrae hacia su cuerpo. Pasmada veo a un extremo mio a Dean el cual mantiene la misma postura con su hermano Dexter.

— Dejad de discutir parejita — dice Dean mientras mantiene sus oscuros ojos clavados en su hermano — y tú Dexter no seas tan dramático que incluso el propio Paul le ha parecido divertido — la respuesta de su hermano a sus palabras es un fuerte bufido de fastidio — a parte que se arrepiente de lo sucedido... ¿ Verdad Aby ? — ahora su mirada está conectada con la mía y me tengo que estar volviendo loca pero veo saltar chispas de química entre ambos

— Por supuesto que me arrepiento... A parte que todo ha sido culpa de mi traspié — Dean asiente complacido con su cabeza a mis palabras mientras Dexter chasquea la lengua con irritación.

Los hermanos MansonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora