Los hermanos Manson

La Cita

No puedo evitar agachar la cabeza cuando noto como mi padre me mira con desaprobación ante la historia de como sucedió todo.

—¿ Por que Aby fuiste a esa cita? No entiendo que aceptases sabiendo como era ese chico — por el tono de su voz se que esta enfadado y decepcionado y lo peor de todo que solamente le he contado el principio, todavía queda lo peor por venir.

— Pensé que era un plan genial. Sacarle información a Dexter para llegar a Dean... Pero me equivoque — mi voz se va apagando y mis ojos aguados solo anticipa el lloro que estoy intentando retener desde que llegue.

— No estés triste cariño — su mano se entrelaza con la mía con fuerza, intentado transmitirme fortaleza y amor — No te juzgo por lo que hayas hecho, me enfado de que te hayan podido hacer daño — daño. Sin él supiera que me han roto el corazón y lo han echo añicos delante de mis ojos sabría que esa palabra esta impresa en esta historia.

—Te seguiré contando como sucedió todo pero no te prometo que acabes enfadado conmigo..... — y cogiendo una gran bocanada de aire y apretando más su mano sobre la mía me dispongo a continuar contando la historia de como toque fondo.

Cinco meses atrás...

Con mis brazos entrelazados a la altura de mis pechos miro con frustración como todos cuchillean de mi, como me he convertido en el chisme del día en Zagreb por mi cita con Dexter. Todos comentan con asombro como su Dios griego ha podido aceptar una cita conmigo después de menospreciarlo delante de todos en la fiesta de la playa o como se ha podido fijar en una chica con una clase social y economica tan diferente a la suya pero lo que realmente me cabrea es escuchar como comentan que he caído prendada en los encantos de Dexter. Creen que estoy locamente enamorada de él y que incluso mis palabras hirientes hacia su persona solo se trataban de unos celos irracionales. Estoy segura que él ha sido el encargado de que todo el maldito mundo se enterase de nuestra cita para así su popularidad y su reinado de dios de Zagreb no se viese salpicado por mis palabras. No me afectan las habladurías, estoy acostumbrado a ellas, lo que realmente me jode que vaya un paso por delante mía. Si quiere guerra, la tendrá.

Después de interminables horas de clases, apuntes, estudiar, sacarle el dedo corazón a quien se atrevía a mirarme más tiempo de lo debido, ahora me encuentro sentada en el césped del campus, con Jerry a un extremo mío y Nancy en frente mía.

— Nancy... ¿ Que tendría que hacer para recibir una invitación para las fiestas de las hermandades y fraternidades más importantes de aquí? — Jerry me mira con los ojos entornados tras mi pregunta mientras Nancy niega con su cabeza.

— No se puede hacer nada. Ellos son quienes te eligen a ti, no tú a ellos. Yo llevo dos años aquí y no he conseguido asistir a ninguna fiesta, pero ni yo ni la gran mayoría de los estudiantes de Zagreb. Son fiestas sumamente exclusivas donde sólo asisten lo mejorcito de la ciudad y claramente ni yo ni vosotros formamos parte de ese grupo social  — Nancy me mira con el ceño fruncido cuando chasqueo la lengua con frustración.

Maldición, asistir a esas fiestas va a ser más complicado de lo que creía.

— ¿ No hay otra manera? No se... ¿ Chantajeando a los guardias de seguridad que estén en la puerta o haciéndote amigos de la elite de aquí ? — tras mi pregunta Nancy niega con la cabeza y un gran suspiro brota de mis labios.

— Los hermanos Manson son la elite de aquí, bueno... En realidad es Dexter Manson. Él es quien mueve los hilos de esas fiestas y sin ser él el anfitrión es quien controla la lista de los asistentes. Y ya han intentado extorsionar a los guardias de seguridad en dos ocasiones y una de ellas el chico acabó en el hospital tras una paliza y en la otra el guardia de seguridad tuvo que acabar marchándose de la ciudad por qué Dexter Manson le juro hacerle la vida imposible, nunca supe si logro pero la realidad es que no hay nada que se pueda hacer Aby ... — tras una leve pausa Nancy retoma la conversación — Bueno... Hay otra manera pero tampoco es accesible para nosotros —  querida amiga la palabra " no es accesible" no existe para mi.