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Llegamos a la estación de policías y todo ocurrió absolutamente igual. Joel explicándome el plan, yo diciéndole a los policías de que mi amigo desapareció, las luces apagandoce, trozos de vidrio volando por todo el salón, los policías aterrados y Joel llorando en el almacén del lugar sobre un montón de arena.

Ahora yo me encontraba sentado en mi cama tratando de tranquilizar a Joel que estaba llorando boca abajo.

-Joel...- susurre

Joel se movio hasta sentarse en la cama. Tal era su dolor, que ni siquiera se habia dado cuenta de que estabamos muy cerca. Demasiado cerca

- Gracias por ayudarme- me miro- Te arriesgaste por mi

- No es nada- sonrei leve

Joel se quedo mirandome fijamente mientras yo trataba de ignorar la situacion en la que estabamos. Empece a tener frio.
El demonio esbozo una sonrisa burlona en sus labios y pude ver como se aguantaba la risa.

- Eres tan... -me miro aun sonriedo

- ¿Que?- me movi incomodo en mi lugar

- Finges no saber lo que hare ahora- solto

- Yo no...- comenze a decir pero Joel coloco un dedo sobre mis labios

- Primero te beso y luego me das tu opinión, ¿vale?- me miro a los ojos pero yo me apresure a tomar distancia

-No...- murmure bajando la mirada

-¿Que?- Joel parecía triste- Lo siento

Hubo un silencio profundo hasta que Joel se esfumo.

Todo había ocurrido tal cual. Ya sospechaba yo que no podía llegar ser feliz.

『RUN』JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora