03. Megan necesita novio

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Miré el reloj mientras movía la pierna mostrando que estaba nerviosa, Niall había dicho que nos encontraríamos a las tres en la nueva cafetería que inauguraron en la ciudad pero este ya llevaba media hora de retraso lo cual de verdad me ponía los nervios de punta.

¿Acaso era posible que me dejará plantada?

Negué con la cabeza para mi misma, ¡claro que no! yo tenía su teléfono y él tenía el mío, por lo que pude escuchar en la llamada no estaba tan conforme.

Me sobresalté al escuchar el pitido del teléfono, lo alzó con la esperanza de que sea Niall pero bufé al ver que se trataba de mi amiga Lauren.

—Espero que tengas una buena razón para estarme llamando —contesté de manera seca.

—¿Quieres calmarte? No tengo culpa de que el chico guapo gay te dejo plantada —dijo al otro lado de la línea.

Rode los ojos aunque tenía razón, no debía pagar mis ataques de rabia con ella.

—Está bien, tienes razón —dije sinceramente e inmediatamente la preocupación se empezó a notar en mi voz—. ¿De verdad crees que ya no venga?

—Cariño ese chico es muy extraño pero si existe una gran probabilidad de que vaya, estamos hablando a través de su teléfono, ¿no? —asentí para mi misma mientras me relamía los labios.

—En estos momentos debería estarme buscando un novio para resolver toda la mierda que hay en mi casa, no estar esperando a un chico que no me tocaría con un palo —bufé volviendo a mandar mi paciencia a la mierda— ¿Sabes por qué? ¡porque es gay!

Golpee suavemente mi frente con la palma de mi mano mientras consideraba irme o seguir esperando a Niall.

—No seas fatalista Megan, ¿quién sabe? Quizás se lleven muy bien —escuché atentamente a mi amiga mientras tomaba un sorbo del vaso de agua que se encontraba en la mesa—. Mientras no me reemplaces no tengo ningún problema.

Una de las meseras del lugar se acercó brindándome una agradable sonrisa la cual le devolví un poco tímida, recogió el vaso ya vacío que estaba posado sobre la mesa y paso un paño sobre esta para que se viera más limpia y reluciente.

—¿Desea algo más o está esperando a alguien?  —preguntó muy amablemente.

—No señorita, mi amiga se encuentra en estado de plantación —dijo Lauren burlona del otro lado.

Imbécil

—La verdad-

Mi oración se vio interrumpida por una voz masculina que provenía detrás de mi.

—Ella está conmigo, ¿puede volver en un rato? —pidió en un tono de voz suplicante y la mesera asintió retirándose.

—Hablamos luego amiga —me despedí rápidamente de Lauren—. ¡Pensé que ya no vendrías!

Reí nerviosa mientras sentía que mis mejillas se ruborizaban y él se sentó al lado mío regalándome una sonrisa.

—Puedo llegar tarde a todos lados pero soy un hombre de palabra —rió suavemente  y yo le sonreí de regreso—. Perdona en serio la tardanza, tuve un pequeño problema con mi hermano mayor.

—No te preocupes, tienes suerte de haber llegado antes de que saliera corriendo humillada —bromee y él negó con la cabeza.

Sus ojos azules me miraban fijamente y eso me hacía sentir en confianza, son muy hermosos, la verdad que Niall es muy agradable, hablar con él es como hablar con cualquier persona con la que me siento en confianza más que él se comportaba muy lindo conmigo.

—Siento que debo recompensarte —dijo suspirando levemente—. Yo invito todo hoy, ¿te parece?

—Estás loco, no puedo aceptar eso —negué la cabeza levemente sonrojada—. Me da mucha pena contigo.

Él rió sonoramente mi respuesta y noté un lindo brillo en sus ojos.

—¿Pena? ¡Por Dios! No es nada, yo invito, calma —seguía manteniendo una sonrisa mientras hablaba—. Creo que tienes algo que me pertenece linda.

Asentí levemente, y menee su teléfono en mi mano, esté lo veía como si se tratará de una jugosa hamburguesa.

—Aquí tiene señor —bromeé y se lo entregué.

—¿Señor? ¿acaso tengo cara de viejo? —preguntó y ambos reímos de manera leve—. Aquí está el suyo señorita o probablemente tendré que quedármelo para volver a encontrarnos, ¿no crees?

Seguido de esto me guiño el ojo mientras depositaba mi teléfono en mis manos y yo me removí en mi asiento incomoda recordando un pequeño gran detalle, ese chico no solo era gay sino que tenía novio, ahí había algo raro, mi sexto sentido de mujer me lo estaba diciendo pero yo no podía detectarlo.

Éste pareció darse de cuenta de que estaba pensando algo y también se quedo mirándome pensativo.

¡Oh por Dios! Con esos ojos no por favor.

—¿Ocurre algo? —preguntó extrañado mientras se rascaba la nuca.

—No...na...nada —tartamudee tratando de no vomitar verbalmente—. Solo que estaba pensando en... bueno no se, ¿a tu novio no le molesta que trates bien a chicas o les guiñes el ojo?

Idiota, idiota, idiota.

Me abofetee mentalmente por mi pregunta tan estúpida, mi vómito verbal nunca me traía buenas experiencias y de verdad sentí que la había cagado.

Niall al principio se quedo pensativo pero no pareció tomarlo mal porque una sonrisa empezó a reflejarse en su cara mientras soltaba una carcajada.

—Espera —dijo mientras se reía y negaba con su cabeza—. Veo que te tomaste en serio lo que dijo mi amigo.

Fruncí el ceño extrañada.

—¿Amigo? ¿No se supone que es tu novio? —pregunté curiosa y el negó aún riéndose.

—Harry y yo somos muy amigos, solo eso —explicó—. Y como a cualquier amigo a este le gusta fastidiarme y hacerme bromas y esa vez no fue la excepción, apenas vio que estaba entablando conversación con una chica se acercó a mi y actuó de esa manera.

No se porque pero el hecho de que Niall no sea gay me había provocado un gran alivio, a pesar de que éste no era gay ni tenía novio no consideré que fuera posible llegar a tener algo con él, al menos no lo imaginaba, necesitaba concentrarme, tenía una misión en mente y debía de cumplirla.

La mesera que nos había atendido anteriormente se acerco con dos pequeños platos que tenían un trozo de una rica torta de chocolate.

—Cortesía de la casa, disfrútenlos —dijo amablemente mientras los ponía en la mesa—. ¿Se les ofrece algo más?

Niall y yo nos miramos fijamente y él me sonrió de vuelta.

—A ambos nos gustaría una hamburguesa, la especial —la mesera asintió mientras anotaba—. Y  un poco de refresco para cada uno no vendría mal.

—En seguida estará su orden —la mesera rió y le guiño un ojo a Niall.

Levanté la pequeña cuchara que se encontraba en la mesa y la enterré en la cremosa torta de chocolate para después llevar un pequeño pedazo a mi boca.

—Oye, la verdad me gustaría preguntarte algo —dijo enterrándome su cuchara en la torta mientras yo asentía con la boca llena—. ¿Cómo es eso de que necesitas novio para resolver toda la mierda que hay en tu casa?

Abrí mis ojos notablemente sorprendida y empecé a toser debido a que me había atorado con el trozo de torta, sentí como la temperatura de mi cuerpo disminuía y quedaba pálida y paralizada ante él.

No puede ser.

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2020 ⏰

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