No quiero decir la palabra ¿sabes? Siento que en realidad es más parecida a la palabra información, no hace referencia a lo que realmente es. La gente que la escucha o la dice solo trata de decir "algo muy feo le paso" porque decir la tomaron a la f...
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Muchas preguntas
Desayuné en silencio, como todos los días. El silencio se había vuelto un compañero fiel, por otro lado mi mente se había convertido en mi peor enemiga, trataba de no prestarle mucha atención de todas maneras, quería que todo el esfuerzo que hice por llegar a donde estaba se mantuviera.
Hoy tocaba ir con la psicóloga. Había empezado a ir con la doctora Susset todos los días desde que salí del hospital cuando todo paso, luego de casi 8 meses sólo iba una vez a la semana, luego cada dos semanas y ahora sólo voy una vez al mes.
Es básicamente para una revisión, no hablamos si no quiero pero ella siempre tiene algo que decir, un poema, un cuento o una canción y eso ayuda mucho.
Llegué a su consultorio después de salir de la Universidad.
- Alia la doctora la está esperando.- me sonrió Fiona la secretaria y asenti enterando al despacho
-Alia, hola- me miro dejando de teclear en su portátil
-Hola Doctora- la salude de vuelta
-Bien... ¿cómo has estado?
-Sean está en la ciudad.- solté dejando mi mochila en el sofá, la doctora me miró sorprendida, usualmente yo no hablaba a penas entraba pero necesitaba sacar esto y podia confiar en mi psicologa - el me odia.-
Mi garganta parecía sangrar tras esas palabras, dolía porque gran parte de mi, en verdad creía eso.
-¿Lo sabe?- cuestionó ella suavemente mirándome fijo
-No. Megan cree que debo contarle lo antes posible... pero no puedo. Yo... No quiero.
-¿por qué? Según tu, el es la persona más confiable
-lo se pero no es el mismo... yo tampoco, todo cambió ahora. Es como un desconocido. Esta diferente... yo... mi yo de ahora no lo reconoce
-¿Tu yo de ahora...?
- Soy más miedos que persona. - dije con los dientes apretados.
-¿A que le temes?
-Al rechazo... le da miedo ver asco en los ojos de Sean.
-¿De verdad?- inquirió la doctora sabiendo que yo mentía.
Mire el cielo desde ese hermoso ventanal, no. Yo no tenía miedo de darle asco. Sabia que jamás le provocaría eso porque a mí el nunca me daría asco.
- El va a volver a irse. Siempre que se va me pasa algo malo.
-Estas enojada con el.
-¡Con todos! - tape mis ojos - Lo odio por haberse ido. Me odio por haber ido sola aquel día! Odio no tener espejos en casa por que me da asco mirarme! Odio estar oculta pero me asusta demasiado que me vean y a la vez necesito un abrazo pero no lo quiero... no lo merezco- respire agitada.
