Hermanastros

6

Yoongi

Cogí a Jungkook segundos antes de que cayera al suelo. Iba a gritar pidiendo ayuda, pero Jungkook me tiró del pulover.

-N-No... llames... mamá- dijo entre bocanadas de aire.

Bufé y lo cargué como una princesa hasta su habitación. Nunca había entrado en esta, así que me sorprendí al ver que gran parte estaba decorada con motivos de iron man.

Tumbé al peli negro en la cama y lo miré. Tenía el miedo y la angustia reflejada en sus ojos. Se aferraba como si no hubiera un mañana a mi, intentando respirar. Un jodido ataque de pánico.

-Jungkook, escúchame, respira hondo.

Él negó con la cabeza, aterrado. Empezó a mover las manos, diciéndome con gestos que no puede respirar. Así que apoyo su cuerpo en los cojines y me siento a su lado. Cojo su mano y la pongo en mi pecho.

-Respira como lo hago yo, mírame a los ojos.

Hizo lo que le dije y me miró atentamente tras las lágrimas. Con mi otra mano sequé estas y me acerqué más a su cara.

-Respira conmigo, uno, dos...

Inspiraba y expiraba con fuerza, haciendo que mi pecho subiera y bajara suavemente. Pasaron unos minutos y Jungkook empieza a imitar mi respiración, sin apartar su mirada de la mía.

Pronto estábamos ambos respirando con fuerza mirándonos a los ojos.

Pasaron unos minutos y su cuerpo dejó de removerse. Lo metí bajo las sábanas al asegurarme de que estaba más calmado.

Iba a irme corriendo, pero él me cogió la mano.

-No me dejes s-solo... por favor... Yoongi.

Me miraba con esos ojos brillantes y enormes, suplicándome. Suspiré y me metí con él en la cama. Inmediatamente me abrazó, escondiendo su cara en mi pecho y comenzó a sollozar.

-T-tenia miedo, y-yo no quería morir...

-No ibas a morir, Jungkookie- le dije bajito mientras acariciaba su pelo.

-Mi padre... es un hijo de puta. Siempre lo tuve en un pedestal pero era un puñetero maltratador. Mi
m-madre no me lo había dicho...

-Tendría sus razones, pero piensa que ahora ella está feliz. Esta vez si ha elegido bien, y no lo digo por que sea mi padre.

Jungkook respondía a mis caricias, cerrando los ojos y relamiéndose los labios. Se estaba quedando dormido el niño.

-Es muy duro criarse sin padre, Yoonie...

Paré mis caricias. Yoonie. ¿Cómo coño...?

Finalmente, el mocoso se durmió profundamente en mis brazos. Acerqué mi nariz a su pelo e inspiré. Su olor a champú y limón inundó mis fosas nasales. Apreté su menudo cuerpo contra el mio y cerré los ojos con fuerza.

-Dime Jungkook... ¿sabes lo que le pasó a mi madre?

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Me deperté solo en la cama, sin rastro del mocoso llorón. Al principio me encontré un poco desubicado, pero tras quitarme los restos del sueño de los ojos, me pude levantar y salir de esa habitación.

Mientras bajaba las escaleras, leí los mensajes que tenía en el móvil.

Mocoso🐥
Hyung, hoy no puedo
ir a por usted, voy con Tae.
Lo siento😐😅