Asesinando Al Amor.

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He asesinado al amor
entre las cuatro paredes de mi habitación,
mi ego el cadáver escondió,
donde nadie pueda encontrarlo.

No pondré flores en su tumba,
ni una lápida a su nombre,
pues esos labios que tanto amé
fueron amargos, amén.

No volveré al sepulcro,
pues mi interior es frío y gélido,
reuniré toda la alegría
que mis manos puedan abrazar.

Estaré todo el día bajo el sol,
donde los muertos observan,
pero lloraré todas las noches,
cuando mi abuela el amor me vuelva a regalar.

Hicimos Lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora