🔯Hannibal🔯

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En la tarde, en las horas del sereno crepúsculo, se pueblan de tinieblas los recovecos de mis pensamientos.

Sobre un fondo de tonos ocres la silueta del templo y el cantar del siniestro Hannibal, cuyas garras se encuentran ancladas a mi piel, ansioso de ofrecer el plato principal.

En estas horas de solemne silencio vagan los pensamientos y buscan a la sombra la salida a su inquietud.

Se recuerdan las caras horrorizadas de los muertos que duermen para siempre en el vientre de ese ser infecto.

Bajan sobre las cosas de la vida la sangre de lo eterno y las especias emprenden su viaje al país de los enfermos.

También vamos cruzando lentamente el vestíbulo del D.r Hannibal, dónde más tarde dormiremos.

Que en la tarde, en las horas del despertar de Dios a salvo de las tinieblas nos encontraremos.

Hicimos Lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora