Capitulo 5

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En el olimpo, se habían reunido los dioses, para discutir un acontecimiento ocurrido en la tierra, específicamente en el Santuario.

-¿cómo es posible que se atreviera a eso?, es una aberración, una deshonra a todos los dioses- se escucha decir a Apolo –Sabia que si reencarnaba en una humana, no cumpliría con su deber, es una Diosa, como se atreve a faltar a sus Votos-

-entiéndela está enamorada- dice Artemisa, –hay que ser comprensivos, reencarno como una humana es lo lógico que sintiera amor por algún hombre-

-me importa una mierda eso, ella sabía cuál es su deber, ahora pagaran las consecuencias- responde Apolo, su furia estaba en aumento, se podía sentir en el ambiente.

-¿Pero Hermano Apolo, este seguro?- dice Artemisa, tratando de calmar el ambiente, pero este estaba tan denso que se podía cortar un cuchillo.

-SI, YA ESTA DECIDIDO- responde Apolo. –ya le entregue una oportunidad anteriormente, esta vez no lo dejare pasar, debe pagar por sus errores- Para los dioses estaba absolutamente prohibido las relaciones con un mortal. Decían que de esa manera se mantenía la pureza en su divinidad.

-Ahora la tierra y sus habitantes serán condenados por los actos cometidos por Atenea- Se escucha a una voz decir en aquella reunión. – Y yo me encargare de ejecutar la sentencia-

-pero señor...usted- dice temerosa artemisa.

Mientras tanto en el santuario, el día partía como cualquier otro, con la gran diferencia en que ya no me encontraba sola, en aquella fría habitación. Ahora sentía el peso de aquel hombre que tanto amaba. Sus cabellos azules oscuros, acariciaban mi cuerpo en cada movimiento de su respiración. La sensación era maravillosa, me sentía plena y dichosa al tenerte a mi lado. Mientras pensaba aquello, escucho un leve susurro, era mi nombre saliendo de tus labios una y otra vez. Sentía como me llamabas en tus sueños, fue completamente enternecedor. Acaricie tu mejilla, tu pelo y lentamente fuiste despertando, separando así tu cuerpo del mío.

-buenos días- dijiste con vos adormilada, abriendo lentamente tus ojos

-buenos días- te respondí, acercando mis labios a los tuyos, el beso fue suave y tierno, en comparación los de la noche anterior. Acariciaste mis muslos subiendo por mi cuerpo recorriéndolo lentamente. Te dedicaste a besar cada parte que ibas descubriendo, hasta llegar a mis labios.

El ambiente se estaba llenando de mis gemidos, tus caricias, tus besos, hasta sentirte hasta en lo más profundo de mí ser. No podía ser nada más perfecto.

-señorita Atenea- era la voz del patriarca Shion.

-carajos, nos va a pillar- dices y tenías toda la razón – me va a matar si me pilla aquí-

-señorita atenea, ¿esta despierta?- dice nuevamente Shion – con su permiso, voy a entrar a verificar que se encuentra bien-

En un segundo observo a saga, buscando en su mirada alguna idea, lo que sucedió durante la noche jamás debería haber pasado, una diosa no tiene permitido estar con un mortal, ya que por más que sea una humana, mi vida siempre será eterna, no como la tuya que en algún momento perecerá. El patriarca lo sabía mejor que nadie, si se entera nos separaría para siempre.

-¡No entre!, ya desperté, disculpe patriarca – respondo mientras me levanto de aquella cama, que nos mantuvo juntos durante toda la noche, no deseaba hacerlo, pero ya era hora de volver a la rutina del día a día. Debía aprovechar al máximo aquel tiempo que nos estaba quedando juntos y a su vez tratar al máximo de ocultar mi preocupación, No deseaba poner en alerta a mis caballeros y sobre todo a ti, por aquello que se avecinaba.

LOVE. (Saga x Saori/Athena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora