Un Nuevo Respirar

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Me llamo Toshiro Hamada
Me encuentro en Osadía, la facción más pobre y más destruida de Hiroshima. Vivo con mi tía Ellen, es la única persona cercana a mí que me queda, mi hermanita Mitsuki hace poco falleció, padecía de asma una enfermedad que hoy en día no tiene cura y es mortal para el ser humano, aún me duele pensar que tardaré años en volver a verla. Después de mi tía tengo a mi gran amigo Setsuko,
él es sordomudo, pero a pesar de eso, es uno de las pocas personas que piensa igual que yo “en un mejor futuro”. Cuando fui a Disocia conocí a una niña fea llena de barros llamada Ayelen, ella se quedó a vivir conmigo y con mi tía, su facción la botó al enterarse que nos ayudó a pasar a Disocia.

Pero bueno hoy en día me siento cada vez más solo, se podría decir que gente como yo está en peligro de extinción. Me la paso todos los días encerrado en mi vagón, la carcacha donde vivimos. Me cuesta trabajo hablar con las personas, siento que
no tiene sentido, para que hablarles si todos son conformistas con lo que tienen, a como nos encontramos. Ayelen dice que nunca encontrare a una buena mujer para mis hijos, aunque siendo sincero, no quiero a nadie a mi lado, no quiero hijos,
¿para qué? Para que vengan a este mundo a sufrir, a morir de hambre, a estar en ésta pocija que llamamos “hogar”, para que vea como día a día el mundo se va deteriorando lentamente. Creo que somos egoístas, ¡si! definitivamente eso somos, el mundo nos recibió con las manos abiertas para poder habitar en él, nos ofreció de sus beneficios, de su naturaleza, y como le pagamos nosotros, contaminándolo, haciendo que el aire, la tierra y el agua se contaminaran, diría yo que nosotros mismos provocamos que se volviera en nuestro peor enemigo.

Nuestra facción se caracteriza porque todos los habitantes vestimos con una camiseta negra, y nos dedicamos a la cantería; es el arte y la acción de labrar la piedra para su empleo en construcciones. Esto es algo que yo no hago, mi tía me dice que cuando ella no este moriré a la semana, tal vez se refiera a que si no trabajo el Capitolio no me dará los suministros que les dan a cada persona que trabaja, es una basura lo que dan pero pues al menos nos sirve para seguir vimos. Incluso las personas enfermas que no pueden trabajar, los destierran. El Capitolio los llevo al desierto y los elimina para siempre de las facciones, en pocas palabras los conduce a su muerte.

A mí lo que me apasiona es todo aquello relacionado con la tecnología, la ciencia, incluso un poco de arquitectura. Pero mi hobbit es pasar horas y horas leyendo libros que encuentro en los desechos, me gustan aquellos que tratan sobre la naturaleza, ya que siendo realistas no recuerdo el olor del suelo cuando llovía, los arboles verdes que se veían a kilómetros y kilómetros de Hiroshima, nadie se habría imaginado que algún día todo eso desaparecería. Sé que pensaran que
estoy loco o demente, pero he tenido sueños en donde un grupo de personas le devuelven la vida al planeta tierra, y les digo algo; yo quiero ser ese chico que cambie el mundo, tengo una libreta repleta de planes e ideas brillantes que a lo
largo de 10 años he escrito, todos con el mismo propósito “Cambiar al mundo”. Pero creo que simplemente es una fantasía, porque sólo ustedes pregúntense ¿cómo un chico de 16 años podrá cambiar al mundo?, entonces es hora de echar a volar su imaginación, porque eso se hará posible, no sé cómo, ni cuándo, ni con quienes, pero lo que si se es que llegara ese día.

Hola hola!!
Me da mucho gusto tenerte aquí leyendo otro capítulo más, el siguiente será publicado el viernes.
Atte: JorgeMontiel471