Momentos

Parte 2

El vapor de la respiración se cristalizó de miedo. Miró a su alrededor y vio el comienzo de un laberinto de escaleras y puertas que no conocía. Escuchó un chasquido en su espalda y el miedo subió por su cuerpo helado y tembloroso. Se volvió y observó la oscuridad, en un comienzo no vio más que el vapor de su respiración, pero al disiparse, no muy lejos, vio el destello de un par de ojos amarillos.

Retrocedió dos pasos y los ojos avanzaron tres. 

Entonces gritó.

Maisie se despertó jadeante. Miró a su alrededor y se dio cuenta, por el silencio, que solo había gritado en el sueño. Que fuera lo que fuera que hubiese soñado había quedado allí atrapado. Sabía que su imaginación alimentaba esos monstruos, que nada podían hacerle pero el temor evitaba que volviera a dormir.

Se levantó y camino silenciosamente hasta la habitación de Claire y Owen. Se frotaba las manos nerviosa. No era la primera vez que tenía pesadillas pero era la primera vez que no quería volver a dormir.

Maisie Lockwood no había conocido a muchas personas en su vida. Atrapada en el deseo de su abuelo de traer de nuevo a su hija al mundo, ella nació a partir de un revolucionario proceso de clonación. A partir de allí, había estado recluida en la mansión colmada de lujos pero sin tener contacto con extraños más allá de los empleados y alguna que otra visita. 

Owen y Claire eran diferentes a todas las personas que había conocido. Estaban juntos, parecían quererse mucho y esto le generaba mucha curiosidad.

Los observó dormir, Owen abrazaba a Claire que dormía apoyada en su pecho con el cabello rojo desparramado en la almohada. La luz tenue de la noche entraba por la ventana y ambos parecían suspendidos en el tiempo.

Maisie se sintió transportada a los libros de cuentos en donde los príncipes y las princesas se enamoraban para vivir felices por siempre. A su abuelo le encantaba leerle estás historias y cambiarlas aquí y allá para saber si lo escuchaba y las recordaba. Siempre la hacía reír con ingeniosos nombres o situaciones graciosas. Extrañaba mucho a su abuelo. Había días en los que extrañaba tanto que apenas lograba pensar en otra cosa.

Escuchó, de pronto, un murmullo triste y se sobresaltó. Claire se movió bruscamente, lamentándose aún dormida, quizás apresada en alguna pesadilla. Owen la estrecho en sus brazos, beso su frente y susurró palabras indefinidas para lograr calmarla sin siquiera despertarse del todo.

Maisie volvió a pensar en los príncipes y las princesas y en que quizás veía más allá de esas historias que solía leer, más allá del "vivieron felices por siempre" y sintió una felicidad extraña parecida a la sensación de hogar. Lentamente entro a la habitación, se acurrucó al final de la cama y, como si estuviese dentro de las mágicas páginas de un cuento, se durmió.

-Creo que no está bien- dijo Maisie mirando  cómo el contenido de lo que parecía ser una torta se derramaba sin control en el horno. En su cara había restos de harina y masa igual que en la de Claire que se acercó a observar el descontrolado espectáculo.

-Soy un desastre- explotó Claire agarrándose la cabeza. 

Maisie sintió pena por ella. Había trabajado mucho leyendo una receta tras otra hasta encontrar una sencilla pero aun así no lo había logrado. La pequeña estiro los dedos dos o tres veces, tratando de armarse de valor, hasta que por fin la tomó de la mano para reconfortarla y el gesto la lleno de ternura a Claire que lucho contra las pequeñas lagrimas que se materializaron en sus ojos.

-Podemos intentarlo de nuevo- dijo Maisie señalando la mesa en donde los elementos de cocina se desparramaban como en una zona de guerra.

Claire miró abatida el desorden y negó con una tenue sonrisa mientras se aferraba a su mano. Siguieron mirándose hasta que la torta derramada dentro del horno comenzó a prenderse fuego. Ambas gritaron "Owen" mientras se alejaban de la cocina aun tomadas de la mano.