Capítulo 5

30 4 0
                                    

Anteriormente...

-Si el rubio tiene razón, tampoco era para que nos esquivaras, a no ser que...-empieza a decir Venus y veo como su cara se va poniendo cada vez más roja, creo que ahora sí tendré que correr.-Joder May otra vez, algún día te pasara algo de verdad y los que lloraremos seremos nosotros. ¿Porque no te preocupas de tu salud?-

-lo siento, ¿sí?, se me olvida , porque hay veces en las que pienso que simplemente no soy un problema para los demás y soy solo yo sin enfermedades, sin pastillas, sin responsabilidades...-digo rompiéndome- pero de todas maneras no sé por qué os preocupáis si solo estáis cuando necesitáis algo de mi

<<si viene alguien que no es parte del grupo simplemente pasáis de mí así que... porque no me olvidáis como hicisteis todo este verano, ¿porque cuanto os preocupasteis por saber cómo estaba? poco creo yo así que, adiós y dejadme en paz-les dije llorando y yéndome corriendo dejándoles con la boca abierta.

(...)

Llego al bosque y empiezo a pasear por el pensando en todas las cosas que les he dicho, ahora me siento un poco culpable, pero todo lo que he dicho es verdad hay veces en las que me siento tan sola y que nadie me entiende...

Ya llevo un rato paseando y desde que entre al bosque me siento observada pero cada vez que miro a mi alrededor no hay nada, lo cual me está asustando.

En esta parte del país viven muchos animales salvajes por lo que me podría encontrar cualquier cosa, espero y no sea un oso acechándome, soy muy joven para morir.

Escucho una rama crujir, ahora sí que estoy asustada-

-¿Quien anda ahí?-pregunto con voz temblorosa

Nadie responde, esto no me da buena espina será mejor volver a casa antes de que se acerque lo que sea que esta en este lado de este bosque.

(...)

Después de irme corriendo del bosque, y llegar a casa intento hacer mis deberes pero solo puedo pensar en que narices seria lo que había en el bosque, podría haberme hecho cualquier cosa si no me iba.

Alguien toca a la puerta:

-Pasa-digo a la persona de atrás de la puerta.

-Hola caramelito, donde estuviste no me esperaste para venir juntos- saluda Harvey.

-Hola, lo siento, es que quería pasear un rato yo sola, que me diera el aire-le respondo.

-¿Pasó algo?-dice preocupado, que bien me conoce como se nota que solos mellizos.

-Nada de lo que debas preocuparte-le digo con una sonrisa falsa.

-De todas maneras, ¿sabes que puedes decirme lo que sea verdad?-pregunta desconfiado de mi pregunta anterior.

-Claro que si tonto, ahora lo único que necesito es que mi hermano venga y me dé un abrazo de los que solo sabe dar él-digo alargando los brazos.

Harvey se tira encima de mí para abrazarme, me está aplastando pero no le digo nada, solo necesito su abrazo, y unas fuerzas descomunales para no ponerme a llorar.

-Me aplastas-digo yo más roja que un pimiento, si dije pimiento no quiero ser un tomate, para eso ya están el resto de las chicas.

-Aun así me quieres y lo sabes-dice poniendo cara de cachorro abandonado.

Iba a contestar cuando oigo la voz de mamá desde el piso de abajo gritarnos:

-LA CENA-dios algún día los vecinos llamaran a la policía de los chillido que mete esta mujer.

Al oír la palabra "cena" mi barriga hace un sonido, lo que me recuerda que solo llevo el desayuno en el cuerpo.

-Que bien, porque tengo un hambre que me comería a Harvey entero-al oír eso sale corriendo porque sabe que con lo loca que estoy le muerdo, yo voy detrás de él hacia el comedor.

Una vez en la cena mis padres me preguntan qué tal el primer día, yo emito todo lo que no tenga que ver con esta, no quiero que se preocupen. Una vez terminamos de cenar subo a mi cuarto y estoy un rato leyendo mientras escucho música desde mis cascos.

Me quedo dormida con la extraña sensación de que me observan...

Secretos IndescifrablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora