Capítulo 6

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Anteriormente...

Una vez en la cena mis padres me preguntan qué tal el primer día, yo emito todo lo que no tenga que ver con esta, no quiero que se preocupen. Una vez terminamos de cenar subo a mi cuarto y estoy un rato leyendo mientras escucho música desde mis cascos.

Me quedo dormida con la extraña sensación de que me observan.

(...)

A la mañana siguiente me levanto teniendo un extraño presentimiento de que algo va a ocurrir. Me levanto y hago lo de todas las mañanas, todavía con el nudo en el estómago, y salgo de casa.

Una vez en el porche no hay rastro de Jack, lo cual es normal después de cómo les trate ayer, por lo que tomo camino a la escuela yo sola.

Una vez llego al instituto voy a mi taquilla y empiezo a sacar los libros, no encuentro uno, estoy un rato buscándolo cuando siento una mirada sobre mí, al girarme me encuentro con diferentes miradas, por un lado esta Cole, que no sé qué le ha dado conmigo, hablando con Eros pero mirándome fijamente, y por otro lado están mis amigos mirándome con tristeza.

Bajo la mirada, cierro la taquilla y me voy a clase esquivando a todos...

(...)

Ya han pasado las primeras horas de clase, por lo que hay que ir a almorzar y no sé qué voy a hacer este rato.

Voy a la cafetería a por la comida con intenciones de irme después al campus, pero eso por desgracia no logra suceder. Una vez he pagado la comida y estoy de camino hacia las puertas que dan al campus dos personas me detiene. Esas personas son de las que no me hubiera esperado que me pararan, ¿no sabéis de quienes os hablo? esas personas son...

...son nada más que las dos chicas más crueles y también las más misteriosas del instituto, Kayla Goelz (la hermana de Venus) y Lili Jenere (la mejor amiga de Kayla) y una de ellas me está mirando con cara de querer enterrarme 3 metros bajo tierra.

-vamos, tu y yo tenemos que hablar muy seriamente-dice Kayla.

-yo no he hecho nada chicas, que sucede-pregunto mientras les sigo.

-oh, sí que lo has hecho, por tú culpa tuve que consolar a Venus toda la noche, lo único que hacía que repetir era tu nombre y que es una mala amiga, así que vas a ir y vas a hablar con ella si no quieres ver lo que soy capaz de hacerte-dice muy alterada.

-puedes hacerme lo que te de la real gana, pero no te metas en nuestros asuntos, porque querida y macarra hermana protectora ni te pega ni te incumbe- dije sacando un valor para enfrentarme que nadie sabe de dónde salió.

Me di la vuelta y comencé a caminar dejándola con la palabra en la boca.

Fui a la siguiente clase y todo siguió igual durante el que quedaba de clases.

Una vez llegue a casa fui directa a la cama, no tenía ganas de hablar con nadie. Dormí hasta el día siguiente...

(...)

Me desperté llorando, tenía un mal presentimiento, como si algo malo hubiese ocurrido.

Después de arreglarme bajo para desayunar, sigo teniendo ese nudo en el estómago, una vez llegó a la cocina me encuentro con mi madre, está llorando.

-¿Mamá, qué ocurre?- pregunto muy preocupada.

-E...es t-tu tía, cariño, ell...a a-a mu...muerto-dijo llorando desolada.

-No, no, no ¿¡y que va a ser de los pequeños!?-dije llorando también.

Ella era madre soltera, de gemelos, su marido había muerto en un accidente de tránsito antes de que ellos hubiesen nacido.

-Van...van a vivir con nosotros, somos la única familia que tienen-dijo hipando, un poco más calmada ahora.

-¿pero, qué narices le ha pasado- pregunté cada vez más angustiada.

Nadie lo sabe, solo se encontraron su cuerpo en la casa, mientras los bebés lloraban, estaba desmembrado-dijo con la mirada perdida.

Yo creo que sí que sabe lo que le sucedió lo que pasa es que no quiere contarlo...

Secretos IndescifrablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora