Capitulo 3. Nuevos Amigos

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- Bri! No la afinaste bien? Tu guitarra hace un sonido extraño - El rubio señaló con el índice la Red Special de su compañero, mientras estaba sentado entre su batería.

- Claro que la afiné!, No sé por qué suena así... - Brian comenzó a preocuparse, era la primera vez que tocaba esta guitarra, la que había construido junto a su padre. La trató de tocar con una uña normal, con la que había tocado todas sus anteriores guitarras, pero por alguna razón el sonido no salía como debía.
Se escuchaba apagado, monótono.

- Se ve súper genial, la guitarra en sí... pero, no suena genial - Dijo Roger aburrido, colocando sus baquetas en uno de los platillos de su batería, balanceándolos para que no cayeran.

- Que puedo hacer? Que puedo hacer?

El rizado daba vueltas de un lado a otro, con su guitarra aún colgando de su hombro, cuando de repente se le encendió el foco.

-Ya sé! - Exclamó con una gran sonrisa, como si le hubieran ofrecido a un niño pequeño un caramelo.

- Hey, a dónde vas? - Gritó el de ojos azules, viendo a su mejor amigo subir las escaleras y desaparecer en el hueco de éstas.

Roger no se movió, se quedó mirando el suelo, pensando en qué habría ido a buscar Brian a su propia habitación.
No tardó mucho, cuando apareció el más alto de los dos bajando las escaleras a paso rápido y con cierto entusiasmo.

- Mira, Rog!

Tenía una moneda de cinco centavos entre sus dedos índice y pulgar, era tan pequeña, que Roger tuvo que ponerse de pie y acercarse a su compañero para ver bien, y aún de cerca siguió observándola con los ojos entrecerrados.

- Una moneda? - Preguntó cuando logró distinguir lo que se hallaba en la mano del otro.

- Sí!, Intentaré usarla como si fuera una uña. Quizá el sonido se escuche mejor si toco las notas con esta pequeña moneda - Roger tomó la moneda entre sus dedos y la examinó al derecho y al revés.

- Dudo que suene mejor. Si no sonó bien con una uña, menos con una moneda - Dijo relajadamente, ignorando la emoción de su amigo.

Colocó la moneda encima de su dedo pulgar, y empujó éste hacia arriba, haciendo que la moneda salte hacia el aire. Brian no se esperaba esto, a lo que al ver lo que hizo su amigo, trató de atrapar la moneda.

- Uh! - Por poco no la atrapa, ya casi tocaba el suelo.

- En fin. Como quieras, inténtalo - Dijo Roger mientras regresaba a sentarse a su sitio - Puedo quedarme aquí todo el día a verte intentar tocar tu guitarra nueva. No tengo nada mejor que hacer.

Se sentó en una posición cómoda mientras hablaba sarcásticamente, mirando fijamente a Brian, logrando que éste se sonrojara un poco y desviara la mirada hacia su Red Special. Roger solo sonrió ante esto.

- De acuerdo, entonces... - El rizado le hizo unos últimos ajustes a su guitarra, antes de comenzar a rozar las cuerdas con la dichosa moneda.

Un sonido prometedor salió en la primera nota. Roger, al escucharla, parpadeó y abrió sus ojos del impacto, ya que esperaba en serio un sonido aún peor que el que salió cuando Brian lo intentó con la uña de plástico.

Enseguida cruzaron miradas, ambos sorprendidos por las siguientes maravillosas notas que el más alto tocó con la bendita moneda.

Brian tocó un viejo riff que había aprendido el día que se coló a la clase de música en su escuela para evitar los deportes. Lo había tocado cientos de veces, pero podría jurar que era la primera vez, pues el sonido no era el mismo, ahora era un sonido vivo que poseía su propia personalidad, casi como si la guitarra estuviese cantando. Ahora sonaba como se veía, perfecta.

These are the days of our lives.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora