Al principio no sabía dónde estaba, solo me dormí y al despertar me encontré con un lugar complemente blanco, después de caminar un rato vi a mi mamá llorando, seguí caminando hasta llegar a mi escuela, vi a todos llorando y algunos decías que era broma.
Después de un rato entendí lo que pasaba, admito que no estaba asustado, estaba relajado algo en mi me decía que estaría bien, el día de mi sepultura me abriría las puertas a donde sería mi nuevo hogar. Estaba muy feliz, vi a todos mis amigos todos mis seres queridos estaban ahí, incluso estaba ahí la chica que me gustaba, estaba tan emocionado.
Y cuando al fin llegó el momento, justamente cuando estaba por cruzar esa puerta blanca, sentí un jalón desde lo más profundo del corazón, voltie hacia atrás y los vi, veía en sus rostros la tristeza, lo que me jalaba del corazón se hacía cada vez más grueso y sin darme cuenta aquella puerta había desaparecido, entendí que aún tenía cosas que hacer.
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Rich Rich
AcakDuele tanto que te hayas ido, duele que lo hayas hecho tan pronto, duele que lo hayas hecho sin avisar, sin que yo pudieran despedirme de ti. Cuando se tiene 15 años duele decir adiós a un amigo, pero, ¿qué pasa si solo tú lo puedes ver después de...