-¿Que haces cuando la única persona que puede hacerte feliz, es precisamente la que te hace llorar?-vi como se callaba por un buen rato y luego me dice
-Sabrina no podemos estar juntos por mucho que lo quisiera, no podemos
-¿Porque?-vi como pensaba un momento
-No tengo una vida estable, tengo muchos enemigos, porque pille a sus amigos en la carcel, gente muy mala, capaz de destrozarte si se enteran que eres mi debilidad, si estas conmigo estarás corriendo el riesgo de que te pase algo constantemente
-Tu dijiste que me protegerías, y yo confío en ti, me da igual si en un futuro pasa algo, yo quiero vivir en el presente.- Estaba caíendo por Amir a una velocidad alarmante y no había paracaídas que me sacara del aprieto.
-Sabrina, conmigo no serás feliz, soy una persona muy desconfiada, debido a circunstancias de la vida, y no puedo cambiar, maldita sea, desde que te conocí intente cambiar pero no puedo, eso me supera.
-Lo haremos juntos , yo puedo ayudarte a superar esa desconfianza, confía en mi por favor, podemos hacerlo, pero juntos. -Se quedo callado por un buen rato y sabia que cuando se quedaba callado era una respuesta negativa, una pregunta me vino a la mente, y era verdad yo no sabia absolutamente nada de su pasado, fue hasta entonces que me di cuenta que cada vez que le sacaba el tema, me lo intentaba cambiar. No sabia nada de el
-¿Que circunstancias, Amir?- Vi como se tenso y como su cara cambio de tranquila a una llena de dolor en cuestión de segundos, me arrepentí al mismo tiempo que las palabras abandonaron mi boca, sabia que estaba recordando algo, algo horrible.
Vi como sus ojos brillaban debido a las emociones acumuladas, ¿ que era tan malo para que Amir se ponga en este estado? Mi cabeza iba a estallar de tantas preguntas sin respuesta, deseaba con todo mi ser que articule una sola palabra y me saque de ese mar de dudas
-no es el momento de hablar de eso ahora-sabia que estaba conteniendo las lagrimas, no sabia que era eso tan fuerte que puso a Amir en este estado, pero moría por descubrirlo, no quiero seguir intentándolo, porque verlo mal me ponía peor, decidí dejarlo ir, quizás algún día me lo explique o tal vez nunca.
No sabia que decirle así que no me quedaba otra que abrazarlo, después de un buen rato nos separamos
-La manera mas cobarde de abandonar a alguien es dejar de hablar sin darle una explicación, irte sin avisar.
-Prometo que no lo voy a hacer-No sabia si era cierto o no, pero estaba dispuesta a averiguarlo. El me hacia mal yo no lo niego pero también me hacia feliz y eso tampoco lo voy a negar. Después de un buen rato, me habló
-me gustas porque no eres perfecta, porque llegaste justamente cuando no te esperaba. Me gustan las personas que llegan así, de repente, esas que sacuden tu vida, que colocan a temblar el suelo, esas como tu- le sonreí, porque estaba jodidamente feliz.
-haces mas bonito mi mundo-Le mire como el niño mira el pastel, no lo voy a ocultar, nunca había estado tan pillada por alguien como lo estoy con el, me aterra, para que negarlo, me aterra enterarme de algo de su pasado que haga cambiar nuestro futuro, no quiero dejarlo, pero verlo tan destrozado me asusto hasta tal punto de preguntarme si seria capaz de mantener la cordura cuando me entere, quería ayudarlo, darle mi mano, salir juntos de eso, pero, ¿y si no puede? Ahora es demasiado tarde, aunque lo intente me era imposible alejarme de el, por muy tonto que suene, era un pilar fundamental en mi vida.
-¿Mañana puedo venir a verte?- Deseaba verlo con el uniforme, lo había visto tan solo una vez y estaba tan nerviosa que ni siquiera me fije en el.
-Pues claro que puedes venir, ni siquiera hace falta que me pidas permiso- sonreí y asentí, mañana antes de ir a trabajar pasare a verlo un rato, nos despedimos y cada uno fue a su casa.
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Sin alas
Lãng mạnAma hasta que te duela, si te duele es buena señal, esa era la frase que siempre me decía mi abuela pero que sin embargo nunca comprendí y siempre intento encontrarle la lógica, ven me aquí en mi rato de descanso pensando en mi aburrida vida, me l...