Capítulo 38: El consejo

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Danny:

Al pasar la puerta te encuentras con un gran castillo, hermosos jardines, varios cientos de guardias y una estatua de un lobo enorme. Me acerco a la estatua y busco la placa.

—Baltazar Darwin, padre del consejo—leo en voz alta la inscripción de la placa dorada.

Continuo mi recorrido siendo seguido por tres guardias, sus rostros son serios e insensibles. El castillo es enorme, mis pasos me llevan a un gran salón decorado al estilo edad media, sus ventanales y cortinas de aspecto lujoso y único deslumbran la vista.

En el salón hay un claro de luz, al mirar hacia el techo un ventanal de un dragón blanco y uno negro dejan pasar la luz, alrededor de este claro hay una mesa continua en forma de u. Cinco sillas, cada una con un símbolo distinto.

—Por favor ubicate en el claro, el consejo ya viene—habló, de manera amable, uno de los guardias. Asentí y camine hasta quedar bajo la luz del sol, un cálido sol.

Escucho pasos, varios pasos, el eco de la sala hace que parezca una estampida, pero son los cinco seres que conforman el consejo. Uno a uno toma su lugar, cuatro hombres y una mujer, cada uno con una belleza envidiable.

—Soy Tram Génesis, representante mayor de los hombres lobo y con máxima autoridad en esta mesa—habló un hombre de voz ronca, una suave barba adorna su mandíbula, cabello oscuro y ojos claros, piel blanca y ese atuendo ajustado de siglos pasados dan la impresión de estar frente a un rey.

—Me llamo Jasmine River, representantes mayores de los vampiros y vocera de los acusados—su dulce voz acompañada de unos ojos grises penetrantes, un sedoso cabello color chocolate y rizado, una piel que parece de porcelana y un hermoso vestido hacían de esta mujer un ser de deslumbrante belleza.

—Llamame Ezequiel Calvin, representante mayor de las brujas, brujos, magos y hechiceros y defensor de la verdad—su apariencia me resultaba conocida: ojos miel, cabello crespo y rubio, piel clara, su apariencia bien cuidada deslumbraría a cualquiera y enamoraría a más de uno.

—Snow Marlín, demonio representante de lo oscuro y castigador de los deshonestos—sus ojos rojo con decoloraciones naranja, cabello rizado de color rojo, piel blanca, dentadura afilada y una presencia maligna hacían tragar fuerte.

—Me llamo Maximiliano Amulet, pero me conocen como Max, vocero de la verdad, visor de la justicia y representante de los videntes—sus ojos de color verde, un verde con un centro más oscuro, con cabello liso de color carbón y una piel levemente oscurecida, su complexión robusta, pero delicada lo hacían atractivo a la vista.

—Bien, ya que nos hemos presentado, nos has analizado, nos dirás que te trae hasta el consejo—habló Tram, creo.

—Pues...

—De hecho no hace falta, Max lo ha visto todo... casi todo, solo necesitamos saber ¿por qué quieres acusar a Ryan Clinton?—preguntó Jasmine.

—Lo acuso de ser cómplice en el asesinato de Mery Baltazar, mi madre—sentencio con algo de temor.

—Lo que dices es delicado joven...

—Castillo, Danny Castillo—completó.

—Danny, para poder actuar necesitamos que Max compruebe que si existe tal falta—Jasmine observa a Max que no separa su vista de mi cuerpo.

— ¿Por qué no lo hace él? Es un vidente, que haga honor a su especie—espeta Tram.

—No puede, hasta ahora descubrió que es un vidente, no domina del todo sus habilidades, es nuevo en esto de ver—explicó Max.

—Si saben sobre la amenaza del Darack, destruirá la aldea del Alpha Collins en dos días...

—En un día—corrige Jasmine ganándose una mirada confusa de mi parte—. Te tomó un día llegar hasta el consejo, a tu parecer solo fueron unos minutos, pero recorriste un largo trayecto hasta aquí y, por cierto, feliz décimo octavo cumpleaños.

Mi sistema colapsa al saber que estoy cumpliendo años, que llevo un día desaparecido, que mañana gente inocente morirá.

—Y sí, estamos al tanto de la amenaza de la bestia, pero no podemos hacer mucho contra ese maligno ser. Solo un vidente no maldito lo desterrara para siempre de este plano, y ese vidente eres tú—habló Ezequiel.

— ¡¿Yo?!—la interrogante salió en a modo de grito.

—Sí, eres el único vidente no maldito que vive, el siguiente está por nacer, pero necesitará que asegures su futuro desterrando a la bestia el día de mañana.

—P-pero. Yo no sé controlar mis habilidades. Y-yo no puedo hacerlo—el nerviosismo se hace cada vez más fuerte en mi sistema.

—Lo hiciste una vez, cuando estuviste en el lago de las luces con Jacobo, no estamos diciendo que debes desterrarlo para siempre, pero si retrasarlo lo suficiente para que aprendas sobre ti mismo y logres desterrarlo de este plano—informó Snow.

—En cuanto a Ryan, estaremos vigilándolo y Max empezara a buscar la imagen del asesinato de tu madre, cosa que será bastante complicada, ya que buscar dicha escena en el pasado gasta mucha energía—continuó Jasmine.

—Necesitaremos que reúnas más pruebas aparte de las visiones, como memorias del acusado o de alguien que estuviese presente en dicho momento. Por el momento el caso queda en desarrollo y, vidente, no creas lo que te dijo la bruja—Tram sonrió de manera orgullosa—. Será la primera vez en la historia que existirá una pareja así, pero recuerda elegir sabiamente.

— ¿A qué se refieren?—pregunté.

—Una bruja te va a ayudar, ella te dijo que los videntes estaban absueltos de hallar pareja por estar malditos por la luna, cosa que es cierta, pero tú eres un vidente no maldito lo que cual dice que, al estar exonerado de dicha maldición, la luna te emparejo con nada más ni nada menos que un lobo—cada palabra que salía de la boca de Tram me dejaba más desconcertado y asustado.

— ¿O sea que?

—Sí Danny, tienes una pareja destina esperándote y, como cumpliste ya tu mayoría de edad, podrás reconocerla y decidir si emprender algo juntos o negarte a esa pareja y buscar a alguien más por tu cuenta—Jasmine estaba más emocionada que yo.

—Elige bien Danny—la voz de Max resonó en mi cabeza—me alegra saber que hay más videntes, ahora es hora de que te marches, tu caso fue expuesto y será estudiado, adiós, te traeremos cuando confirmemos alguna pista o hecho, sigue buscando.

—Sí, necesitamos que traigas pruebas además de la visiones, viaje bueno Danny—Ezequiel dirigió una de sus manos hacia mí, sonrió y pronunció—: nunc domun—un aura de empezó a rodearme haciendo que todo se oscureciera y empezara a desvanecerse.

Al abrir los ojos me encuentro en una cafetería local junto a los chicos, todos hablan sobre algo para hacer hoy, en mi cumpleaños, pero yo solo observo por la ventana intentando procesar toda la información que me cayó como balde de agua fría.

''Pareja destinada'' Era lo único que ocupaba mi mente en estos momentos.   

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