·33· Me Encanta

633 44 2
                                    

"Sí?" Mario pregunta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Sí?" Mario pregunta.

"Quiero decirte algo..." empiezo a acercarme.

"Dime."

Doy un gran suspiro, causando que ambos nos detuviéramos en medio del parque. Estábamos a unas cuantas pulgadas de lejos, y cada vez me acercaba más a él. En pocos segundos mis brazos se encontraban alrededor de su cuello mientras que los suyos sujetaban mi cintura. Nuestros labios estaban a unos centímetros de lejos y pude ver como los ojos de Mario comenzaban a cerrarse.

"Quería decirte que..." hago una pausa, "tú las traes!"

Lo empujo y rápidamente me voy corriendo. Por un segundo, él seguía confundido pero después comenzó a perseguirme.

"Me las vas a pagar!" lo escucho gritar desde lejos.

"Pero por qué? Si yo nunca dije que te iba besar!" grité de regreso mientras seguía corriendo y me reía.

Volví a voltearme y ya no estaba. Decidí dejar de correr para descansar un poco. Sin embargo, para mi sorpresa, Mario salió de un arbusto y me jaló de los brazos para que cayera encima de él.

"Te tengo."

"Eres un tramposo," le digo.

"Yo? Pero si tú fuiste la que empezó," me responde riéndose.

Rodé mis ojos.

"Me encanta cuando haces eso," me dice.

"Ay, ya no empieces," le digo, "que tiene de especial esto," lo hago de nuevo.

Mario me toma del rostro con una mano y acerca sus labios a mi oído para susurrarme, "Por que cuando haces eso, me imagino a ti y a mí..."

"Ha! Ya quisieras! Por más que insistas, eso nunca va a pasar," le digo.

"Segura? Por que hasta podría hacer un retrato de la imagen en mi mente."

"Sigue soñando Bautista," me río.

"Okay, pero aún me debes algo."

"Yo no te debo nada," levanto una ceja, confundida.

"Claro que sí."

"Claro que no."

"Que sí."

"Que no."

"Sí."

Antes de que pudiera decir 'no', nos dio la vuelta para que yo quedara debajo de él y me besó. La única razón por cual no hice nada para detenerlo fue para que él se enamorara más de mí y yo ganara esta batalla, ya que en realidad yo no sentía nada por él.

Aquel mismo día, por la tarde, fuimos a comprar un helado. Nos sentamos en una mesa y platicamos hasta que sonó mi celular. Saqué mi cel y vi que era Joel tratando de video llamarme.

"Me permites un momento?"

"Claro, no hay problema," me dice.

Me levanto y me voy afuera.

Rompecorazones vs. Mujeriego || Mario BautistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora