CAP 8: Todo un día con la pecho plano

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Mis dos hermanitos terminaron llorando y balbuceando cosas sin sentido en medio de aquella calle, culpándose el uno al otro

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Mis dos hermanitos terminaron llorando y balbuceando cosas sin sentido en medio de aquella calle, culpándose el uno al otro. La poca gente que pasaba por ahí me miraba a mí como el culpable e irresponsable que no sabía cuidar de los dos pequeños. Lo cierto, es que todavía me encontraba en trance, reflexionando sobre las palabras que Jimin había cantado ¿A Kookie le gustaba el hijo de los Kim? Entonces algunos extraños comportamientos en él recobraban sentido... Pero si le gustaba un niño eso lo convertía en un... no, no, ni siquiera quería pensar en la reacción de papá. Opté mejor por un voto de silencio.

No sé cómo lo logré pero conseguí sacarles de ahí, cada uno bien sujeto a mis diferentes manos. Cuando entramos en casa para nuestra sorpresa papá estaba sentado en el sofá del comedor viendo fútbol, ese día había salido antes de trabajar o le habían dado el resto de la tarde casi noche libre. No jugaba su equipo pero era muy fanático por ese entonces. Inmediatamente al percibir el sonido de las llaves incrustarse en la cerradura volteó la cabeza hacia la reciente obertura, divisó a los dos niños con los ojos brillantes y enfadados entre sí ingresando al salón. Al contemplar sus orbes oculares de color marrón oscuro fijos en nosotros simplemente tragué saliva provocando el movimiento de mí nuez de Adán en desarrollo, si cuestionaba algo no podría mentirle pero debía por el bien de mi hermanito; no obstante, no lo hizo, creyó que era otra de las peleas infantiles que ambos a menudo mantenían—que no era del todo mentira—. Conduje a Jimin y a Jungkook mediante el agarre hasta nuestra habitación y cerré la puerta para una conversación más íntima. Me senté sobre el colchón que conformaba una litera, más concretamente la cama del menor de los tres en ese cuarto. Espeté:

- Pedíos perdón... -ambos se hallaban levantados frente a mí. Jungkook destacaba más que Jimin porque era un poco más alto pero el último mencionado le ganaba en cuanto a ternura.

El bajito jugaba con los dedos de sus manos y se mordía el labio regordete inferior mientras de vez en cuando le echaba un vistazo a su hermano. De nuevo y como normalmente ocurría Jimin empezaba con las disculpas, lo que más admiraba de él era el poco orgullo que retenía en situaciones así.

-Siento haberle dicho tu secreto tuyo a Sehun hyung. -se explicaba como lo que era, un crío de cinco años.

Sin embargo Jungkook más que mirar al que hablaba mantenía sus ojos en mí. Él no era tonto, había escuchado muchas de las conversaciones que papá y yo mantuvimos, probablemente estaba miedoso de lo que pudiera pensar o de que ya no le quisiera más, rechazo era el sentimiento que seguramente atravesaba. Dirigí la mano derecha hasta mi sien en el mismo lado y la masajeé un poco. La culpa me reconcomía. No me apetecía ni pensar en cómo los miedos le arrebataron la valentía.

- Jungkook... te están hablando -fue lo único que dije para escapar de la sofocante vista.

El susodicho finalmente volteó la cabeza hacia el otro y como respuesta rodeó sus hombros con el delgado brazo que poseía otorgando así un abrazo poco afectivo al parecer de otras personas pero muy cariñoso entre ellos.

вeнιnd тнe ѕĸιrтѕ (ѕeвaeĸ/вaeĸнυn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora