Padrastro//Kookmin

8. Cena.

Salieron de casa y Jimin se veía muy feliz, su inocencia derretía el corazón de Jungkook.

-¿Qué quieres comer?

-No lo sé, algo que no lleves a casa.- Pensó, ya que no había algo que Jungkook no sé llevase a la casa.

-¡Mariscos!

-Ok, vamos.

En Busan habían muchos restaurantes con deliciosos mariscos, era difícil elegir pero llegaron a uno que estaba posicionado al principio de la gran Ciudad, ya que era el que tenía los mejores platillos de Mariscos. En el camino Jimin venía abrazado de Jungkook.

-Estoy muy feliz, no recuerdo haber ido a algún restaurante así de lujo.

-Vendremos más seguido si te gusta.

-¡Sí!, gracias.- Se acercó a Jungkook y le dió un beso en la boca.

Llegando al gran restaurante, bajaron del auto y había un grupo de chicos de la edad de Jimin, Jungkook trataba de ignorarlos e ignorar la reacción de su bebé, son de su edad, podrían interesarle algunos chicos. Jungkook tenía que retener celos.
Sorprendentemente, Jimin ni si quiera los miró, no soltaba ni la mano de Jungkook, ni quitaba su vista de él, lo que hacía a Jungkook muy feliz.
Cuando iban pasando directo al restaurante, éstos comenzaron a mirar la esbelta figura perfecta de Jimin, comenzaron a silbar y a gritarle cosas que no iban con el lugar.

X:¡Bonito!

X:¡Qué buen trasero te cargas precioso!

X:Ven pequeño, quiero darte un besito.

-Jungkook, ¿Me dicen eso a mí?

-Para nada, sólo son idiotas.

-Bueno, porque es incómodo que ellos me lo digan, si tú me lo dijeras no habría problema.- Jungkook no sabía como reaccionar, era precioso y tierno.

Comieron y conversaron todo el tiempo.

Al terminar de fueron a casa. Durante el camino, Jimin fue besando las mejillas y los labios de Jungkook una y otra vez, cada beso prendía más a Jungkook pero debía controlarse.

A Jimin le gustaba provocarlo, aunque habían muchas cosas del amor que aún no entendía, entendía bien lo que estaba haciendo, al besarla de tal manera y tocarlo.

Cuándo llegaron a casa, Jungkook se sentó en el sillón, así que Jimin se sentó en sus piernas y comenzó a besarle el cuello.

-¿Sabes lo que estás haciendo?

-Sí, ¿No te gusta?

-Si me gustas.-Jimin no lo dejó terminar ya que besaba sus labios.
Se movía hacia delante y hacia atrás para crear un roce entre ellos, Jungkook lo mordía y lo besaba con mucha intensidad, Jimin sentía que quería lanzarse sobre él pero simplemente no se animaba a hacerlo, con calma apenas y bajaba sus manos poco a poco hacia su espada pero no bajaba más, Jimin le agarró las manos y las puso sobre su trasero.

Jungkook quería dejarse ir contra él y hacerlo suyo sin detenerse pero sentía que abusaría de su inocencia.
Cuándo Jimin colocó el mismo las manos de Jungkook en su trasero y se movía hacia adelante y hacia atrás sobre él y Jungkook pensó: "¿Dónde está su inocencia?"

Si así quería las cosas, así las tendría.

Comenzó a darle besos de lengua y morderlo más fuertemente, empezó a besar su cuello hasta llegar a su pecho, desabrochaba su camisa mientras seguía depositando besos en su cuerpo, apretaba sus pezones para hacerlo gemir, Jimin jadeaba pero no se detenía en lo absoluto, aún así se sentía con culpa y dijo como pudo.

-Si no te gusta me detengo.

-No, no, sigue.

Jungkook comenzó a apretar su trasero cada vez más fuerte y rápido hacia él, hasta el punto en que la ropa les comenzó a estorbar. Jimin pasaba las manos sobre el pecho de Jungkook y decía.

-Tú eres perfecto, tu piel me gusta.

Jungkook acostó a Jimin sobre el sillón sin dejar de besarlo, dejando un camino desde su cuello, bajando por sus pechos y por su estómago hasta llegar al borde de su pantalón, la piel de Jimin se erizaba al sentir las frías manos de Jungkook pasar por su abdomen, Jimin le quitó su camisa y saco mientras de Jungkook iba a quitar su pantalón pero justo tocaron la puerta.

-Tocan Jungkook.

- No me importa.

-Tienes que ir.

Jungkook se detuvo molesto y se colocó la camisa cuando seguía tocando como locos a la puerta.
Abrió y una señora con su hijo estaban frente a él.

-Hola, buenas noches, queríamos pedirle una pelota que se le cayó a mi hijo en su patio.

- Ah sí, está bien, iré por ella.

Cuándo Jungkook fue a buscar la pelota, vio que Jimin estaba subiendo en dirección a su habitación. Agarró la pelota y se la entregó a la señora.

-Aquí tiene.

-Gracias, además de la pelota, quería invitarlo a cenar a nuestra casa.

-Ammm, ¿Para qué?, no, disculpe que grosero de mi parte, ¿Cuándo tenemos que ir?

-Hoy mismo si es posible a cenar.

-Está bien, ahí estaremos.

Dijo entre dientes, estaba enfadado ya que lo había interrumpido en su momento de estar apunto de azotar a Jimin.

Shippeen Kookmin y vivan felices uwu.

Por cierto, vine aquí para recomendar una historia que quedé enamorada pero devastada de ella :c, se llama Knock Knock, es de Kookmin y es hermosa pero triste, baiiii.