Capítulo situado después del capítulo 196. Posible OoC.
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Día cuatro: Supernova
Las vacaciones de invierno estaban en puerta y con ellas, muchas nuevas experiencias.
Luego de aquella revancha, las negaciones volvieron con una fuerza demoledora, porque él simplemente la veía como un extra más que tenía que derrotar. Porque decir que en ocasiones es acosado en sus sueños por ella, que presta mayor atención a su entrenamiento y que se ha ofrecido a darle tutorías para los exámenes, significa que dejó su estatus de extra, que deseaba conversar con ella, escucharla reír, además de luchar a su lado porque es fuerte y puede patear traseros y comprobó que quiere conservar esa sonrisa que vuelve su cara aún más redonda y que le recordaba que se había vuelto un precioso planeta sobre el cual quería orbitar porque su gravedad lo atraía a cada paso que daba, sin darle un segundo para sujetarse de la cordura...
¡No! ¡Él sólo la veía como un extra! ¡Nada más!
—¿Bro? —Kirishima se acercó a su mejor amigo, tenía cerca de una semana que temía que hiciera combustión interna por verse incapaz de la aceptación. Ya había intentado ayudarle en entender sus sentimientos, pero el rubio, tan terco y orgulloso sólo se cerraba con mayor fuerza. Frustrado, dedicó una mirada significativa a la causante de aquello.
"¿Me puedes ayudar con él?"
Kirishima -y la mitad de la clase A, ¿para qué negarlo?- tenían pleno conocimiento de la preferencia de Bakugo por Uraraka, bastó con que se esparciera el rumor sobre cómo él y Todoroki arrinconaron a su compañero en los vestidores para amenazarlo sobre molestar a las chicas -que para sorpresa de todos, Mineta se mantuvo a raya-, para que intuyeran que sus sentimientos iban más allá de un simple compañero.
La mirada endulzada de caramelo derretido, le hizo saber que no había de qué preocuparse.
Su amigo era plenamente correspondido -o eso se obligaba a creer-.
—¡Bakugo! —Llamó con un tono extrañamente... amistoso—. ¿Quieres que nos veamos en Navidad? —Un jadeo colectivo atrajo la verdadera atención del rubio, que buscaba desesperadamente articular cualquier palabra en respuesta. Uraraka mantenía su sonrisa tranquila, como si no hubiera soltado la mayor bomba nuclear que amenazaba con exterminar hasta la última neurona de Bakugo.
—¿De qué mierda hablas, Uraraka? —Otro jadeo. Además de Kirishima... ella era de las pocas personas que llamaba por su apellido, obviando los absurdos apodos.
—Nos reuniremos para un pequeño intercambio de regalos, así que pensé en invitarte. —Y. Volvió. A. Sonreír. Como si tratar con un puercoespín fuera lo más divertido del mundo, como si hablarle no implicara un desgaste emocional, como si fueran amigos.
Horas después, Bakugo deseó haberse golpeado por boquear como un imbécil sin articular la respuesta, debió parecer un idiota, por suerte Kirishima intervino, diciendo que estarían ahí.
Por ello, esas vacaciones de invierno fueron... enriquecedoras. El director de la U.A. permitió a los alumnos volver a casa para estar con sus familias. A Bakugo no le hacía particularmente gracia, sin embargo, necesitaba despejarse del ambiente rosa, las descargas eléctricas y esas explosiones en su interior.
El último día antes de las vacaciones, abrazos y buenos deseos fueron esparcidos. Bakugo habría huido -no, él jamás admitiría aquello-, él prefería distanciarse de los alborotadores de sus compañeros, pero Kirishima no lo permitió, obligándole a permanecer a su lado.
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Cara de ángel
Hayran KurguSeries de drabbles, viñetas o one shots como parte de Kacchako Positivity Week 2018 de tumblr. A Bakugo le cuesta sacar de su cabeza a cierto personaje secundario que se ha instalado y parece echar raíces. Ese tonto apodo no deja de fastidiarlo. ¡No...