010

1.6K 181 17
                                    


010. "Humillada"

¿Puedo ayudaros en algo? — no podía perder la educación cuando se encontraba en horario laboral. Mina rezó para que compraran lo que sea que quisieran comprar y la dejaran en paz.

¿Pero desde cuando le había salido algo bien?

Las tres chicas sonrieron entre sí, le dieron la espalda a Mina y se perdieron entre los estantes de comida.

Mina no quería levantar la cabeza, sabía que no se iban a ir así sin más. Y lo peor de todo era que él estaba allí.

Un gran estruendo sonó en la tienda y Mina ya sabía lo que acababan de hacer. Al levantar la mirada vio como habían tirado al suelo un estante entero de productos que estaban a la venta.

— ¿Qué narices? — murmuró Jungkook dejando su ramen a un lado, sin acabar de entender la situación.

En otras circunstancias Mina se hubiera acercado a ellas, las hubiera atacado verbalmente e incluso les habría llegado a soltar una bofetada a cada una. Pero no podía hacerlo porque aunque le doliera admitirlo, ellas eran su peor pesadilla.

— Por favor — les ruega —. Parar — ellas hacían caso omiso a sus súplicas y continuaban tirando estantes. Mina era consciente de que le iba a tocar limpiar y recoger todo después.

Jungkook no podía ver esto más. ¿Quién se creían que eran? Se levantó bruscamente de su silla pero antes de que pudiera intervenir, apareció Taehyung.

— ¿Qué demonios estáis haciendo? — su tono era más elevado de lo normal. Estaba enfadado — ¡PARAR! — les gritó.

Las tres chicas – satisfechas al haber destrozado media tienda – se dirigieron nuevamente a la caja, dónde se encontraba Mina.

— ­Bueno, si un chico guapo como tú nos lo pide, tendremos que parar — habló una de ellas —. Toma — dijo arrojándole a la cara dos billetes de 5.000 wons, para restregarle que estaban en diferentes clases sociales, humillándola todavía más.

Otra de ellas iba a hacer lo mismo pero Taehyung la cogió del brazo antes de que pudiera lanzarle nada.

— Vete — la miró con repugnancia —. Vosotras también, y no lo repetiré una segunda vez.

— ¿A este también te lo follas Mina? ¿Por qué no te buscas a alguien de tu misma clase social y dejas a estos hombres para señoritas como nosotras? ¿No aprendiste de aquella vez?

— ¡FUERA!

Después del grito de Taehyung las tres se marcharon riendo. A Mina le llevaría toda la noche limpiar el estropicio que habían montado.

Taehyung no sabía qué decir o hacer. Intentó descifrar cómo se encontraba Mina, pero ésta no tenía ninguna expresión en el rostro.

— Mina... ¿estás bien? — que pregunta más tonta V, se reprendió él mismo.

Jungkook, por otro lado, debatía sobre si debía acercarse o mantenerse al margen. Lo que acababa de ver le había dejado sin palabras y aunque Mina no le caía especialmente bien, nadie se merecía esto.

— Sí, huh — contestó volviendo en si — estoy bien. Lo siento por lo que acaba de pasar.

¿Por qué narices se estaba disculpando? Pensó Jungkook. No es como si hubiera sido su culpa.

— Pero Mina-

— Taehyung — le interrumpió — ¿te acuerdas del favor que te hice? — él asintió — bien... ¿podrías devolvérmelo?

— Sí, pero-

— Vuelve a casa por favor. Tú también — aunque no lo estaba mirando, Jungkook sabía que se refería a él.

— No me des órdenes, yo no te debo ningún favor.

— Déjanos ayudarte a limpiar esto al menos — pidió V ignorando a su amigo, el cual se estaba comportando como un capullo.

Mina no contestó, estaba a punto de romperse y no quería hacerlo delante de esos dos, especialmente de Jungkook. Se dirigió al estante y empezó a recoger todo lo que habían tirado.

Al agacharse en el suelo, un dolor le recorrió toda la espalda y ella se dejó caer de rodillas, dejando escapar un pequeño quejido y llevándose instantáneamente una mano a su espalda. Aquella caída durante el torneo de deportes había tenido más repercusiones de las que se pensaba.

— ¡Mina! — exclamó a V. Le dolía verla de esa manera. Siempre había sido la típica persona que se preocupaba más por sus amigos que por él mismo.

Sintió unos brazos levantarla con cuidado y llevarla hasta una silla. Creía que había sido Taehyung, pero Taehyung estaba justo delante de ella, mirándola apenado. Entonces eso significaba...

— Quédate quietecita y siéntate de una maldita vez, me estás poniendo de los nervios — este chico la confundía demasiado. En ocasiones era "amable" y en otras parecía querer matarla. ¿Acaso era bipolar?

— Suéltame — contestó zafándose de su agarre. Qué situación más humillante. Volvió a dónde estaba y empezó a recogerlo todo nuevamente, ignorando el dolor —. V, suelta eso — le dijo al verlo recogiendo.

— Tsk, qué cabezona que es — murmuró Jungkook a sus espaldas — ¿Ya te has olvidado de la conversación de antes? Esa en la que soltabas mierda como "que quede claro, no necesito que me defiendas, eso es algo que sé hacer yo solita" — imitó sus propias palabras.

Jungkook no sabía por qué estaba diciendo esas cosas ahora, cuando estaba herida y no solo físicamente.

Su amigo lo miró con ojos amenazadores, advirtiéndole de que no se le ocurriera decir ni una sola palabra más.

— Eres de esas que hablan mucho pero no hacen nada. "Yo me sé defender solita" ¿Ah sí? ¡Justo como lo has hecho ahora! ¿Cómo has podido quedarte sin hacer nada? ¿Es que no tienes dignidad? — Jungkook no lo vio venir, pero de repente algo impactó en su mejilla provocando que su cabeza girara hacia el otro lado. Mina le había pegado una bofetada.

La realidad lo golpeó de golpe. Mina estaba delante suyo con los ojos vidriosos y claramente afectada por sus palabras.

— No quiero verte más la cara. Vete de aquí — le ordenó. A los ojos de Jungkook se veía asustada e indefensa, y no supo por qué pero se sintió como si tuviera la necesidad de protegerla.

Curioso, ya que lo único que había hecho había sido hacerle daño.

Mina le rogó con ojos suplicantes a V para que se lo llevara de ahí. Y así hizo, cogió a Jungkook y ambos se fueron de allí.

Quería quedarse a ayudar, pero sabía que Mina necesitaba estar a solas.

En cuánto los dos desaparecieron de la tienda, Mina estalló en lágrimas. No lloraba por el dolor de su espalda ni tampoco por el numerito que acababan de montar esas zorras.

Lloraba de frustración. Había sido humillada frente a una persona que le importaba, Taehyung. Y peor aún, se sentía débil y vulnerable ante la persona a la que más quería demostrarle lo fuerte que era, Jeon Jungkook. 

Número uno. │J. Jungkook│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora