El precio de una vida.

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¿Cuanto vale para ti la vida de un ser querido? ,¿Que estas dispuesto a dar por ver de nuevo a esa persona que falleció? Yo puedo ayudarte pero debes estar seguro de aceptar el precio.

Mi trabajo es simple consiste en darles un segundo respiro a aquellas personas que an muerto, pero para esto hau ciertas reglas que yo debo obedecer, primero no puedo ofrecer este trato a alguien que tenga malas intenciones con la resurrección de un muerto por ejemplo, que quieran revivirle para aserle sufrir mas o para salvarse por algun delito, segunda para ofrecer el trato el pacrante debe amar inmensamente al fallecido, tercera debe ser en un plazo no mayor a tres días u por ultimo debe haber un pago, para ser exactos se pide una vida a cambió de otra, pero descuida tu no eliges ni sacrificas víctimas, tu solo aceptas el pecado de que por tu culpa aquella persona morirá, puede ser cualquier persona de todo el mundo o incluso alguien cercano, ¿te parece un buen trato? Piensalo bien, ¿si tu madre muriese, cargarias con la culpa de que en alfun lugar de el mundo alguien mas sufriria la pérdida de un ser querido? Un hijo, un esposo, un padre, ¿lo soportarías? Increíblemente llevo 10,000 años en este trabajo a causa de un pecado y en todo ese tiempo nadie me ha dicho que no quiere el pactó, no les importa el daño a otras personas, por desgracia como dije el sacrifico puede ser alguien cercano y eso es algo ain peor, ¿si quisieras revivir a tu pareja y el sacrificio fuera tu hijo? ¿aceptarias? , este oacto solo lo puedes hacer una vez y al morir te espera un gran tormento, pero es mi trabajo yo nobte obligo a aceptar.

Pero esa noche me sorprendi al ver a mi cliente, era ran solo una niña de unos ocho años, estaba sentada en una banca de un jardín a altas horas de la noche, ¿de verdad alguien tan pequeña podia tomar esta decisión? ¿se le castigaria igual? Es solo una niña, no pensara en las consecuencias, creia yo.

-¿Quieres verla de nuevo?.

Le dije mientras me paraba frente a ella, me miro sin decir nada y seco unas lagrimas en sus mejillas con las mangas de su susadera.

-Ella murio, ya no puedo verla.

Me respondió en un tono lleno de tristesa y melancólia, su madre recién había muerto, ella era su unica família, no tenía a nadie que la cuidara, habian pasado dos dias en los que ella estuvo realmente sola, por un momento deseé que ella aceptará el trato y que su madre le cuidara de nuevo.

-To puedo traerla de nuevo pero...
-¿¡de verdad!? Traela por favor la necesito, ¡traela!.

De sus ojos cayeron lagrimas sin sesar, ¿como Dios podia hacer esto? Dejar a una niña sin su unica família, yo no se si existía un Dios o no, pero para alfun ser supremo trabajaba y me repugnaba que cosas asi pasarán, ella era una niña inocente, ¿porque entonces debia sufrir aso?.

-Puedo, pero hay un precio.- Le dije mientras me agachaba a su altura, inocentemente saco unos cuantos billetes de su bolsillo, arrugados y sucios, mis lagrimas casi escapan ante tal muestra de amor e inocencia.

-Me temo pequeña que no es dinero lo que pido.
-¿Entonces que es?.
-Veras para revivir a una persona alguien mas debe morir, pero tu no mataras ni elegiras a nadie, eso sera completamente al azar.
-Pero, alguien mas sufrirá como yo.
-Si, pero bueno aceptar o no es tu elección.

Aquella pequeña lo penso un rato, espere un si pero me miro y nego con la cabeza.

-¡¿Que!?, ¿¡porque no!?.
-Extraño a mi madre, la necesitó, pero este dolor no se lo deseo a nadie en el mundo, no importa di lo conozco o no.

Esas palabas tan maduras y tan empaticas viniendo de alguien tan pequeña me sorprendieron.

-Bueno, es tu elección.

No sabía que hacer, nadie nunca se había negado, di media vuelta y me dispuse a irme cuando una brillante luz tras de mi me detuvo, al girar vi a alguien familiar dentro de la luz, era Ariel aquella ángel que me castigó con este trabajo ase miles de años, ¿acaso le castigaria por rechazar el pactó?.

-Eres la primera en mucho tiempo que se niega a este pactó.
Le dijo sonriendo, mientras aquella niña solo miraba la grandeza e imponencia de aquella ángel.

-No quiero que alguien mas muera.
-Y as hecho bien, como recompensa, esto es lo unico que puedo hacer por ti.

De aquella luz salio una mujer casi idéntica a la niña, era su madre, esta corrio y abrazo a su hija llorando, mientras la pequeña ae aferraba a su madre.

-Solo les puedo dar una hora.

Asi que esto era lo que pasaba al rechazar el trato, una compensación, una hora parecía poco pero era suficiente para eliminar algun pesar o decir alguna ultima palabra, no era ran mala oferta despues de todo.
La hora concluyo y la madre comenzó a desvanecerse en el aire, algo en mi estaba mas tranquilo y me dispuse a irme.

Eso fue ase apenas un mes y desde entonces no logro desaserme de esta chiquilla, siempre se mete en mi trabajo, tratando de convencer a otros de negarce a el pactó, siempre sin exito.

-Bien basta, ¿porque lo haces?
-¿Que cosa?.
-Tratar de hacer que lo rechacen.
-Porque no es correcto sacrificar una vida por otra, ademas si esa luz aparece, tal vez vea a mamá de nuevo. 
-Esto no funciona asi pequeña.

Aquella plática era recurrente sin darme la menor atención ella siempre me seguia como una sombra y esperaba el momento idoneo para tratar de detener a mis clientes, entonces paso, mi cliente esta vez era otra chica casi de la misma edad que aquella niña que me seguía, sus padres habían muerto y ella vivia con su tio quien le maltrataba y abusaba de ella, casos como este demostraban que en ocaciones ser egoísta no era tan malo, me acerqué a ella y le ofrecí mi trato, le di tiempo de pensarlo y entonces aquella niña entro en acción, no me importó lo que dijera, los ojos de aquella joven demostraban que estaba decidida a recuperar a sus padres, su duda es como se dasaria de su tio.

-Me... me niego al trato.
-¿¡Que!?.

No me lo creía, la vi tan decidida, ¿sera que esa mocosale gizo cambiar de opinión?
Entonces de nuevo la noche se iluminó de una luz, pero esta vez una luz roja dela cual apareció Ariel, esta vez acompañada de un ser oscuro cubierto por una capucha negra, sucia y rota.

-Andra Orozco Reyes, es suficiente de tu intromisión, as roto las reglas.

Dijo Ariel mientras señalaba a aquella niña que me seguía, entonces Andra habían amenazado al cliente o algo asi, no podemos interferir en las decisiones y el castigó... el castigó era mi trabajó, yo cometi ese error ace años, queriendo revivir a mi esposa perdi a mi hija,mi esposa al saberlo no lo soporto y se quito la vida, molesto y lleno de irá hice de todo por toparme con Ariel y exigir a mi hija y esposa de vuelta, las había perdido a ambas, no era justo, pero fui castigado a hacer este trabajo por siglos, sin poder morir y verlas, asta hoy.

-Seras tu quien ara este trabajo, sin posibilidad de morir y sin poder cambiar la elección de los clientes, Andrea yo te sentenció.
-¿Andrea? Ese era el nombre de mi hija.

Debo estar loco pero era lo correcto, no saldaria mi pecado, pero era un inicio corri y me pare frente a Andrea protegiendola.

-Ella aprendio su lección, no lo ara de nuevo, por favor dejenme seguir mi trabajo, en tantos años jamas he fallado.
-¿Que haces? Tu puedes descansar y reunirte con tu familia, ¿porque lo haces?.
-Alguien una vez dijo, "No quiero que otros sufran lo que yo".

Mire a Andrea quien lloraba sin  creer lo que pasaba, Ariel y el otro sujeto nos miraban y finalmente Ariel aceptó.

-Solo con la condición de que tu te aras cargo de Andrea, asta que ella muera.
-Aceptó.

Ariel se fue, e seguido mi trabajo en compañía de Andrea. Y tu, ¿estas dispuesto a cargar en tu conciencia la muerte de otra persona con tal de revivir a un ser querido?.

Voces de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora