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El alfa gruñó cuando su hermano mayor le dio una tarea que realizar, pues no podría ir esa tarde al claro y ver a Jimin y su pequeña cría, eso le puso de mal humor. Jimin había hablado acerca de conocer su identidad, pero no quería comprometer al omega cuando se enterase de que era el hermano del líder, o hacerlo creer que había sido enviado por el líder para vigilarlo. Así que decidió que mantendría su identidad secreta, hasta que el omega decidiera averiguarlo por él mismo, siguiendo su rastro de aroma.

—Ayer no viniste. —el pelinegro hizo la observación y se la hizo saber al alfa que se sentaba a su lado con las patas traseras. —sonará un poco loco, pero me sentí triste. —Bajó su cabeza y sonrió tímidamente. —Siempre me he sentido solo, aunque Jungkook esté aquí, es como ese sentimiento de querer estar acompañado de alguien que sea más fuerte que tú y te proteja, así me haces sentir, protegido. —El alfa que le había visto todo el tiempo, se acercó a su cara y la lamió, provocando las risas de Jimin. —¡no hagas eso! Se haces cosquillas. —dijo limpiándose la mejilla. —Creo que es fácil para mi estar contigo en tu forma animal, por lo general no soy capaz de hablar con un hombre alfa, pero supongo que tal vez contigo no sea tan difícil. —El lobo ladró llamando la atención de Jimin cuándo su cacharro se llevaba un puñado de pasto a la boca. El omega rápidamente se lo quitó de las manos, provocando que el pequeño comenzara a llorar. —Gracias, está en la edad en que todo se lleva a la boca, no puedo descuidarme un momento porque esto pasa. —Jimin tomó un pomito de vidrio que traía consigo y lo destapó, mostrando un puré con el que alimentó al hambriento niño. —Será un chico grande, estoy seguro de que será más alto que yo, además come muy bien, gracias a la luna no tengo ese problema con él. —Acarició los castaños cabellos mientras con la otra mano sostenía una cucharita de madera con la que alimentaba al niño. —Jungkook es un niño sano, pero... —tragó saliva sonoramente y el lobo le miró expectante. —él no puede oír. —Yoongi juró escuchar la última palabra en un sollozo mal disimulado, y sobó su hocico en el brazo del omega para brindarle apoyo. —Mi cachorro no oye absolutamente nada, he hecho de todo, pero él no reacciona a los sonidos, es la primera vez que veo algo así. —Yoongi sabía que algunas personas nacían con ese problema, y aunque fuera más común en la ciudad, Jimin no lo sabía porque nunca había salido de la comuna de lobos.

El lobo se quedó junto al omega, reconfortándolo con su cercanía y lamiendo de vez en cuando las lágrimas saladas que surcaban por sus mejillas. Cuando el cachorro cayó rendido en los brazos de su padre, Yoongi los acompañó hasta la choza del omega, como si de una sombra se tratase.

—Te vi ayer. —Yoongi quitó la vista del techo y miró a su hermano menor que le miraba acusadoramente.

—Yo también te vi ayer. —Habló con sarcasmo, aun acostado en su tendido con los brazos cruzados detrás de su cabeza.

—No te hagas el tonto, hablo de que te vi ayer en la tarde con Jimin. —se acercó a su segundo hermano y le arrebató la cobija que cubría su cuerpo. Yoongi frunció el cejo.

—Devuélvemela. —trató de quitársela, pero fracasó.

—Te dije que no te acercaras a él. —reclamó. —Si tantas ganas tienes de montar a alguien, consíguete a alguna otra omega que esté dispuesta, te aseguro que hay muchas que quieren dormir contigo.

—¿De qué mierda hablas? —se levantó buscando alguna prenda con la cuál vestirse. —No me acerqué a él con ese propósito.

—¿Ah no? ¿entonces es por lástima? —Yoongi le tomó del cuello con fuerza y le mostró sus colmillos mientras le gruñía.

—No te atrevas a pensar algo tan bajo de mí, no es así. —soltó el agarre y Hoseok llevó una mano a su cuello, sobando levemente la zona herida. —No sé qué estás pensando, pero yo solo estaba disfrutando de un momento con una persona que me hace sentir en paz, como papá lo hacía.

MANADA 🐾  |YOONMIN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora