MANADA 🐾 |YOONMIN|

S

El lobezno avanzó sigilosamente, su vientre tocaba el suave pasto mientras permanecía agazapado, se relamió los bigotes cuando vio a su presa a unos metros de distancia. El pobre conejillo comía hierba fresca mientras sus grandes ojos permanecían alertas, pero no demasiado al no percibir al depredador que le asechaba. El lobo se relamió y se acercó un poco más a la presa que detuvo todo movimiento y con sus orejas en lo alto, movió sus bigotes en busca de peligro. El lobezno no tuvo tiempo de actuar cuándo el conejillo lo miró entre la hierba y dando grandes brincos se alejó despavorido del lugar. El lobo había corrido tras de él, pero no fue lo suficientemente rápido para atrapar la cena. Con su pecho subiendo y bajando violentamente se echó en la hierba cansado y desilusionado, pues no había sido capaz de cazar nada aún. El alfa mayor se acercó al lobezno y le lamió la cara tratando de animarlo, habían salido de casa desde muy temprano y ya era hora de volver. El lobo le dio un golpecito con la trompa al lobezno y comenzó a caminar para que el pequeño lo siguiera.

En casa, Jimin estaba teniendo un mal día, pues la pequeña loba no quería ingerir sus alimentos y era una batalla constante con la caprichosa niña, para colmo, Taehyung y su cachorro revoltoso habían ido de visita y como era de costumbre, terminó con un dolor de cabeza por los gritos imparables del pequeño, Jimin sabía que el niño no tenía la culpa pues finalmente sus padres eran igual.

Un golpe en la puerta le indicó que sus alfas favoritos habían llegado y apresurado corrió a abrirles. Dos lobos entraron a la choza y rápidamente cambiaron a su forma humana.

—Vayan a ponerse algo de ropa, la cena está lista. —dijo el omega cuando los vio acercarse a la comida olisqueando repetidas veces. —¿Jungkook no ha podido cazar nada? —el alfa negó suspirado.

—Está un poco deprimido, pero es normal que aún no pueda, vamos empezando con esta etapa, pero ha mejorado bastante, estoy seguro pronto lo logrará. —Jimin asintió mientras se sentaba frente a la pequeña Minsoo.

—Ve a ponerte algo de ropa. —acercó la cuchara con puré a la niña, y ésta rápidamente alejó el rostro con cara de asco.

—¿Seguirás con esa actitud conmigo? —Jimin resopló y lo ignoró completamente. —Ya te he dicho mil veces que lo siento, aunque realmente no creo que lo que hice fuera algo malo. Yo no tuve la culpa.

—Ve a vestirte, más tarde hablamos. —Yoongi rodó los ojos y se dirigió a la habitación que compartía con su omega y donde las cosas estaban algo frías desde hacía un tiempo. Vistiendo ropa cómoda se dirigió al comedor donde encontró a su cría refugiado en el pecho de su padre.

—Todo está bien, es normal que aún no logres cazar algo, pero para tu edad lo estás haciendo muy bien, estoy seguro que pronto lo conseguirás. —Decía en un susurro mientras el omega daba suaves palmaditas en la espalda de su hijo. Jungkook lo miró con sus ojos bien abiertos y llenos de lágrimas.

—¿Me lo prometes? —Jimin sonrió y asintió convencido. —Estuve tan cerca, te lo juro, ¡hubieras visto! El conejo ni siquiera me escuchó y eso que ya llevaba varios minutos asechándolo.

—¿Lo ves? Eso es porque has mejorado. —Jimin tomó las manos del lobezno y las besó dulcemente. —No quiero que te sobre esfuerces, no porque tus primos ya hayan podido cazar significa que eres menos, todas las personas somos diferentes, quiero que entiendas eso. ¿de acuerdo? —Jungkook asintió limpiándose las lágrimas y Jimin depositó un beso en su frente. —Bien es hora de la cena, ve a lavar tus manos.

Yoongi se acercó al comedor y se sentó junto a su omega para tomar la cena. Cuándo quiso tocar su pierna debajo de la mesa, recibió un gruñido por parte de su pareja y la alejó rápidamente. Él sabía el motivo por el cual estaba así, y era eso lo que le extrañaba, pues Jimin nunca había actuado de esa manera con él antes, debía arreglar las cosas con él lo antes posible, ya estaba harto de no poder tocar a su pareja ni siquiera para darle besos.