Mystic Messenger [One Shots]

Tied (Yoosung x MC)

Aquí esta mi primera (y única, de momento) commission / encargo / colaboración (no sé cómo llamarlo) con una maravillosa y sugerente idea propuesta por...

¡ @VitaniBerseck !

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- ¿Yoosung?

Oscuridad y silencio.

Se suponía que él había vuelto a casa hacía horas.

Ni un mensaje, ni una llamada.

Tan sólo un grito procedente de otra habitación en el momento en el que encendió la luz.

- ¡Yoosung!

Lo primero que se puso a su alcance fue un paraguas, quizá no fuera el arma más conveniente, pero seguro que llegado el momento la adrenalina haría los deberes.

Corrió por el pasillo, perdiendo los zapatos por el camino, hasta la única sala de la que salía cierta luz.

La luz propia de una pantalla de ordenador.

Y su novio, sentado ante ella, gritando como un energúmeno mientras se afanaba sobre el teclado con una ferocidad temible.

Genial.

Otro evento del LOLOL.

Se le acercó por la espalda y le quitó con cuidado los auriculares.

- Yoosung...

- ¿MC? No te he oído llegar.- murmuró una disculpa a sus compañeros antes de darse la vuelta. - ¿Pasa algo? ¿Está lloviendo fuera?

Miró por una de las ventanas de la habitación, percatándose de la oscuridad exterior.

- ¿Qué hora es?

- Tarde.

- Oh, lo siento, MC. Estaba con mis compañeros planeando la siguiente incursión. Si todo va según lo planeado vamos a posicionarnos bastante bien, entonces...

Seguía hablando, y de verdad que ella intentaba escucharlo.

Pero llegar a casa después de estar gran parte del día coordinando a los invitados de la siguiente fiesta para encontrar semejante situación... en fin, no era del agrado de nadie.

- ¿Estás bien?

Apenas la miró. La pantalla reclamaba su atención.

- Sí, claro, voy a cambiarme y creo que picaré algo antes de dormir.

- Genial, yo voy a seguir jugando un poquito.

- Entonces jugaremos ambos.

- ¿Decías algo, MC?

Pero ella ya se había ido.

Tenía una idea.

Un castigo, por llamarlo de alguna manera.

Por lo que cuando él fue en busca de un beso de buena suerte antes de la última partida no se esperaba encontrarla... así.

Había cambiado su habitual pijama por un fino camisón de tirantes que dejaba al descubierto sus largas piernas.

Pies desnudos y mirada feroz.

- Hola.

Él no pudo articular palabra.

- ¿Has terminado?

Movió la cabeza de lado a lado.

- No...