Maldito Infiel Yoongi y TN

7. Otros labios

Tn cerró los ojos.

Al reconocer aquella voz, apoyó la cabeza sobre el hombro de Yoongi, que se había puesto rígido como una tabla.

― Sabes que está casado, ¿verdad, querida? ― Obviamente, Iu no había reconocido a Tn.

― Lleva casado siete años, nada menos ― prosiguió. ― Con una chica preciosa, aunque un poco sosa que, en estos momentos, estará sentada en casa cuidando de sus tres hijos mientras su querido marido seduce a todas las mujeres que se le ponen por delante.

― A todas no, Iu -replicó Yoongi fríamente- A ti siempre me ha resultado muy fácil rechazarte.

¿Es que Iu había andado detrás de Yoongi?

Levantó la cabeza y vio la expresión cínica de Yoongi y entonces, otro velo cayó de sus ojos confiados.

Yoongi se dio cuenta y su mirada se ensombreció.

Siempre había aceptado que Yoongi y Iu no se llevaban bien, sin preguntarse por qué.

Al saber la razón, se sintió muy mal.

― Los hombres siempre deben desconfiar de una mujer a la que han rechazado,Yoongi ― dijo Iu ―.

Después de todo, es una de nuestras pequeñas armas.

― Y tú la has usado con sabiduría, ¿verdad? -replicó Yoongi-. Apuntando directamente al punto más débil.

― A propósito, ¿cómo está Tn? ¿Tiene la pobre alguna idea de lo pronto que has sustituido a Suran?

Tn ya había oído bastante.

Se separó un poco de Yoongi y se volvió para mirar ala que en otro tiempo fue su mejor amiga.

A Iu se le mudó el color de la cara y, sin decir una palabra, se dio la vuelta y se alejó.

Tampoco Yoongi y ella hablaron al salir de club y andar hasta el coche.

― ¿Cuánto tiempo? -le preguntó una vez en el interior del coche.

― Años -respondió Yoongi, avanzando entre el tráfico.

― ¿Y alguna vez se te pasó por la cabeza acostarte con ella? -preguntó Tn y observó que Yoongi apretaba el volante con fuerza.

Aquella pregunta ofendía su dignidad, pero Tn tenía derecho a hacerla.

― No, nunca -respondió.

― ¿Por qué no?

― Me deja frío.

― Entonces, ¿por qué no me lo dijiste?

― Porque confiabas en ella -dijo Yoongi, cruzando con ella una mirada sombría ― Nunca oculté el hecho de que no me gustaba -le dijo.

― Pero tampoco hiciste nada para abrirme los ojos -dijo Tn-.

Bastaba una palabra, Yoongi, una sola palabra.