8.Suran

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Los días siguientes fueron horribles.

Yoongi se convirtió en un extraño, hosco y poco comunicativo, que durante las noches ni siquiera la tocaba.

Los niños estaban cada vez más revoltosos, excitados con las fiestas que se aproximaban y preocupados por la situación.

Tn sabía que las dificultades por las que atravesaba su matrimonio les afectaban tanto como a Yoongi o a ella.

El problema era que no sabía qué hacer.

Le habría gustado contarle a Yoongi lo que había ocurrido entre Seokjin y ella, y pedirle perdón, pero no podía hacerlo.

Habría sido la prueba de que le importaba lo que él pudiera pensar o decir, y había decidido no mostrar por él ningún interés.

Una mañana cayó enferma y se pasó el día entero dando vueltas por la casa, débil y aburrida.

Cuando los mellizos volvieron del colegio se pusieron a jugar, armaron tanto ruido que le dio un terrible dolor de cabeza.

Se alegró de ver llegar a Yoongi, porque así podría dejárselos a él y acostarse.

- ¿Por qué no me has llamado? -le reprochó Yoongi-. Si me hubieras dicho que no te encontrabas bien, habría venido enseguida.

Tn le dio una respuesta confusa y subió las escaleras para dirigirse a su dormitorio.

Ni siquiera se le había pasado por la cabeza llamarlo. En realidad, pensaba metiéndose en la cama, nunca lo había llamado al trabajo.

Yoongi llamaba desde el despacho a menudo, pero ella nunca se había molestado en llamarlo.

Una vez más, se asombró del muro que se alzaba entre el Yoongi hombre de negocios y el Yoongi padre de familia y no pudo recordar que se hubiera atrevido a traspasar ese muro ni una sola vez.

El caso era que Yoongi logró que los niños dejaran de hacer ruido.

Al cabo de un rato, se quedó dormida y su sueño no fue interrumpido por ningún ruido.

Se despertó horas después

Había amanecido y Yoongi estaba inclinado sobre la cama con una taza en las manos.

- Pensé que podría apetecerte esto - dijo dejando la taza humeante en la mesilla - ¿Cómo estás?

- Mejor -dijo, aunque al incorporarse no quiso hacer ningún movimiento brusco con el estómago.

Se apartó el pelo de la cara antes de tomar la taza - Gracias - murmuró.

- Puedo tomarme el día libre y quedarme en casa a trabajar, si quieres –dijo Yoongi, mirándola con detenimiento.

Tn negó con la cabeza.

- No es necesario. Me siento un poco débil, pero puedo arreglármelas.

- Aun así...

Tn tenía la extraña sensación de que Yoongi se debatía para entre decirle algo o no.

Maldito Infiel Yoongi y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora