Maldito Infiel Yoongi y TN

11.Tú historia

Todo va a estar bien... Ellos van a aparecer... Tn se dijo a sí misma en el momento en que se dio cuenta de que se habían ido.

La semana había transcurrido con una tensión insoportable.

Yoongi se comportó de un modo frío y distante, sin preocuparse de ocultar su enfado con Tn, así que, todos suspiraron aliviados cuando se marchó a Manchester por un par de días.

Pero no se trataba sólo de eso.

Era Semana Santa y los niños estaban de vacaciones, así que pasaban todo el día en casa.

Su excitación ante el inminente cambio de casa no ayudaba a que Tn estuviera tranquila.

Muchas veces se entrometían en su trabajo y ella no tenía la paciencia suficiente.

Acabó por darles algunas nalgadas que no merecían.

Estaba cansada de guardar cosas en cajas cuando oyó el teléfono.

Profirió un juramento y se dirigió a contestarlo, pero dejó de sonar.

Volvió a su tarea sin dejar de maldecir.

Todavía estaba jurando entre dientes, cuando los mellizos entraron en la habitación.

-Era papá -dijo Tae con el semblante muy serio.

No había olvidado la bronca que le echo Tn por tirar su zumo de naranja sobre el suelo de la cocina.

Para Tae había sido una injusticia, porque lo había tirado cuando lo tomó para Hoseok, de modo que su intención había sido ayudar a su madre, pero Tn vio el pequeño accidente y perdió los nervios.

-Ha dicho que te diga que está volviendo de Manchester -dijo el pequeño con frialdad- Y que primero irá a la oficina, así que llegará tarde.

«Al cuerno con él», pensó Tn.

Que se quedara en su oficina mientras ella se encargaba de la mudanza.

«¿Haciendo el papel de mártir, Tn?», oyó que le decía la voz de Yoongi en el interior de su cabeza.

-Le dije que viniera a jugar con nosotros -intervino Jimin.

-Y supongo que él colgó enseguida, muerto de miedo -dijo Tn con sarcasmo.

Los mellizos no fueron ajenos a la crudeza de aquella expresión.

Jimin se puso rojo de ira.

-¡No, no dijo eso! -exclamó- ¡Dijo que prefería jugar con nosotros a trabajar! ¡Y tú no eres una buena mamá!

Tn vio que a Jimin se le llenaban los ojos de lágrimas antes de salir corriendo de la habitación y bajar las escaleras como un rayo seguida de Tae.

Suspirando, apoyó una mano sobre su vientre hinchado y la otra en la frente.

Reconociendo que, probablemente, merecía las palabras de Jimin, se dirigió al piso de abajo.