____(Tn) pov. Estaba como de costumbre sentada en mi pupitre aburrida; me tocaba matemáticas con el aburrido amargado coronel Guren. Lentamente abrí la bolsa de Doritos y disimuladamente metía la mano y comía mirando a todos lados asegurándome de que ninguno de los tarados de mis compañeros se diera cuenta.
El Coronel Guren pasaba por los pupitres dándoles el último examen de reforzamiento al cual estaba seguro que suspendí.
-Y lo tuyo es comer y comer,¿eh?-decía mientras dejaba mi examen el la mesa al cual saque un 83. -A este paso morirás virgen. Después de decir eso, se escucharon las risitas de mis compañeros burlándose de mi.
-Sii.. lo llamaré a usted para que me la quite- respondí con sarcasmo mientras devoraba otro Dorito. No sé de donde me salió ese comentario, pero por la expresión desagradable que puso y por el uuuuuuh de mis compañeros sabía que me iba a ir mal. Y así fue, 5 minutos después me encontraba en el despacho del director Shinya.
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-¡No es culpa mía que sea un tara-
Shinya: -¡EH! Cuidado con esas palabras jovencita!- me corrigió.
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-Por qué no es igual que usted que siempre esta sonriente- dije mientras cruzaba mis brazos; Shinya solo me sonrió.
El director Shinya me exigió que le pidiera una disculpa para después salir y cerrar la puerta tras él. El Coronel Guren entró y se sentó frente a mí colocando ambos pies encima de la mesa.
-¿Por qué me odias tanto?- preguntó con una sonrisa algo burlona.
-*suspira* No lo odio-dije rodando los ojos. -Solo que su actitud no me gusta.
Guren:- Ummm, ¿Es solo eso? - dijo levantándose para luego apoyarse en la mesa frente ami. -Tengo que admitir que en realidad me agradas-dijo sonriendo mientras miraba mis pechos o eso creía yo ya que seguía mirando hacia otro lado con el ceño fruncido.
Guren:- Siempre tienes esa cara de amargada,¿Es porque aún eres virgen?.
-¿Que? ¿Está loco?-dije abriendo mis ojos como dos plato y algo sonrojada.
Guren: *sonrie* -¿Y por qué esa cara? -dijo refiriéndose a mi sonrojo.
El coronel se me acercó poco a poco y empezó a acariciar mi mejilla mientras sonreía.
Guren: -¿Por qué Kimizuki y tú son enemigos?
-Por que él quería ser mi novio y yo no le di esperanzas de noviazgo- respondí. -Yo quería ser su amiga no su enemiga.
El coronel Guren se me acercó al oído derecho y me susurró: -Eso es falta de madurez para luego morderme el glóbulo cosa que hizo que soltara un suave gemido.
-Tienes que buscar a alguien con más mentalidad. -seguía susurrándome en la oreja.
-Como usted, por ejemplo-dije con sarcasmo.
-Exacto. -volvió a susurrarme. El coronel empezó a lamer y morder mi oreja y yo apretaba la silla mientras mordía mi labio inferior para no dejar escapar un gemido ya que la oreja es uno de mis puntos más débiles.
Guren bajó a mi cuello y empezó a morderlo y besarlo. Hay fue cuando no aguanté más y coloqué mis manos en su cabello, bajé mi pierna la cual estaban cruzadas y dejé escapar mis jadeos; mi vagina empezaba a mojarse y al no tener penetración empezó a dolerme e hice que Guren se separara.
-¿Que ocurre?- preguntó preocupado.
-Mis partes me duelen- respondí apenada.
-¿Te duelen? *sonrie* Eso se debe a que tus partes están pidiendo las mías. Dicho esto, Guren me alzó y me colocó encima de su escritorio; desabrochó mi uniforme dejando ver mis pechos y se bajó la bragueta del pantalón. Empezó a chupar y lamer mi pezon derecho mientras masajeaba el otro. Mientras gemía, podía ver que Guren tenía la mano en su pantalón y supuse que se estaba masturbando. Pasó al otro seno e hizo lo mismo. Cuando se cansó de mis pecho, me miró y me sonrió; me tapó la boca e introdujo su miembro lentamente. Yo sin embargo, no gemí de dolor, si no que disfrutaba aquella sensación de tener al famoso Coronel Guren Ichinose al que tantas desean , dentro de mí. Guren me tomó de los brazos pegándolos a la mesa y empezó a embestir lentamente para luego acelerar el ritmo.
-¡Aaaah! ¡Mmmm!. Nuestros gemidos y jadeos se hacían presentes. El coronel se acostó completamente encima de mí entrelazando sus dedos en mi cabello, mientras que yo entrelazaba los míos en los suyos; tras sentir su miembro entrar y salir, presionando mi intimidad un gemido iba a salir de mis labios y él me tapó la boca antes de que ocurriera. El coronel Ichinose acariciaba mi muslo izquierdo con su mano libre y nuevamente colocó ambas manos en mi boca presionándolas para que no se escucharan mis gemidos, sin embargo, yo escuchaba sus jadeos. Aumentó el ritmo prenetrandome más fuerte y profundo mis ojos se viraban mirando al techo. Tras varias embestidas más el coronel Guren se vino encima de mí.
Después de ambos recuperar el aliento, sacó un pañuelo de unas de las gavetas del escritorio y me limpio los restos de semen con dicho pañuelo.
-Tienes una piel tan suave-decía mientras acariciaba mis piernas y muslos.
-Quiero disfrutarte más. Yo me levanté y me abotoné el uniforme y con los dedos peiné mi cabello. Guren aún tenía su miembro erecto, así que lo senté en la silla y le hice un oral hasta que se corriera en mi boca tragando hasta la ultima gota. Después que terminé, me levanté y me fui dejándolo aún con la respiración agitada.
