❝Tragedia en el Cielo.❞➭ ʙᴛs sʜᴏᴛs.

❛ 只有死亡的天使. ❜

Ángel de la Muerte.

Mis intenciones son ocultas, nadie puede saberlas.

La mayoría de los espíritus no saben aún porque están en la tierra, porque no pueden partir, ¿Cuál es su misión a cumplir?

En cambio yo lo entendí al instante, en el momento que creí haber revivido miré a mi alrededor asustado y confundido, "esto no luce como el infierno" murmuré por lo bajo, "¿o será que ahora el suicidio no es pecado?" pensé en silencio.

Estaba en una habitación bien calefaccionada, aún siendo un muerto puedo sentir cosas físicas como estas, ¿Por qué? No lo sé.

Pero, ¿Quién sabe qué y por qué? Nadie, nadie sabe nada, vivimos siendo totales ignorantes, seas un genio o un tonto, ¿Sabes bien la diferencia entre los dos ignorantes? Están los ignorantes que creen que no lo son, y los que lo admiten.

Al voltear, unos ojos pequeños y almendrados me atrapan en un trance, él no podía verme, aún así ahí estaba yo invadiendo su privacidad, estaba entendiendo todo.

¿Qué importaba quién era yo en mi vida pasada? En absoluto, porque al ver esos ojos hermosos danzando por la ventana de su cuarto, mirando al cielo esperando algún milagro con un semblante triste, me vi en él. Y su cuarto olía a orquídeas, precioso, ese aroma se impregnó en mi en su totalidad haciéndome parte de él.

Todo me hacía querer abrazarlo, y sólo habían pasado unos segundos en los que él, Park JiMin, me había enamorado. Me había pegado por completo a su ser, y un sentimiento de arrepentimiento interno comenzó a surgir, ¿Por qué tuve que morir? Ahora estar con este chico sería mi castigo por haberlo hecho. Los dioses se reían de mi.

Quería hacer poesía y tatuarla en cada parte de su piel, que él sea el único instrumento que pueda tocar, deleitarme con el bello sonido de su aguda voz, hacer un viaje de caricias desde su cabellera ceniza hasta sus suaves belfos rosados.

Una voz de un ser superior me despertó de aquél trance, "¿Ya descubriste tu misión?" dijo burlón. Busqué la fuente de la voz, más fue en vano, parecía ser un eco sólo en mi cabeza, "¿Qué debo hacer?" suspiré como si aún pudiera respirar.

"Tu deber es evitar que este muchacho se suicide" y sin más, nunca volví a saber de esa voz.

Ahora soy un ángel tratando de salvarlo, atado por cometer mi propio pecado, soy el encargado de quitar toda esa angustia y luchar contra la oscuridad que se encuentran en sus pensamientos, soy yo quien lo evitará, porque sólo estando muerto puedes valorar la vida.