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(Pov. Suga)

Cuando llegamos a casa de Jimin, escogimos una película para ver. Todo era normal, pero sentía que quería estar cerca suyo. Creo que después de lo de Seulgi necesito de alguien con el que sentirme bien, después de todo sé que puedo confiar en él. Desde la primera vez que le vi, supe que encajaba con el perfil del chico que buscaba, a medida que le fui conociendo supe que sería un buen chico. Así que intentando no molestarle, fui acercándome a él, buscando calor. Realmente hacía frío esa noche. De la ventana venía un pequeño pero agradable sonido del viento chocando contra esta, el otoño se aproximaba. Al final, le coloqué encima mía. Durante toda la película no pude dejar de pensar si estaría cómodo, o molesto, no lo sabía.
-Jimin... ¿Estás cómodo? -pregunté medio susurrando. Éste alzó la cabeza, mirándome con esa sonrisa tan característica suya.
-Sí, lo estoy, ¿y tú? -su tono era totalmente sincero.
-Claro que sí.
Después de esto, continuamos viendo en silencio la película, hasta que llegó una pequeña escena de amor... bastante explícita. Me separé de Jimin incomodado, estas escenas realmente me perturban.
-¿Qué ocurre? Sólo es una escena -dijo Jimin. Un poco de tristeza se observaba en el brillo de sus ojos.
-Ah, lo siento, simplemente me incomoda -Jimin agarró mi brazo, acercándose a mí.
-Por cierto, ¿Por qué estas tan nervioso? -¿Nervioso? -Cuando he pegado mi cabeza a tú corazón, estaba realmente acelerado, ¿Ocurre algo? Sabes que puedes contármelo -me congelé. ¿Realmente estaba nervioso? Puse mi mano en mi pecho. Sí, pero, ¿Por qué no me había dado cuenta? ¿Tan preocupado estaba de que Jimin estuviera cómodo, tanto como para no prestar atención a mi corazón?
No contesté, porque no sabía que decir... en algún momento le tendré que decir que yo dejé a Seulgi porque él...
Él...
-Jimin...
-¿Qué ocurre Yoongi? -giró la cabeza de forma tierna, no pude evitar sonreírle.
¿Es este el momento? ¿Por qué estoy acercándome a Jimin? ¿Por qué parece que sólo hay escasos centímetros de nuestros labios? ¿Por qué sus labios me parecen tan irresistibles?
Él me tiene loco.
Jimin realmente sabe manejarse cuando besa. Me monto encima suya para intensificarlo. No puedo dejar de explorar el interior de su boca con mi lengua. Sus labios... realmente lo son. Son tan irresistibles que no puedo aguantarme y morderlos. No escucho ninguna queja por su parte. Cojo su cabeza con mis manos, entrelazando así su pelo con mis dedos, que por cierto el ambiente emanaba el olor de su cabello. Él me abraza por debajo de la camisa. Nos separamos de nuestro primer beso, el primero de miles.
-Yoongi... ¿Te gusto? -Jimin no tenía tan claro lo que sentía por él.
-Gustar es poco para describir lo que siento por ti -estaba totalmente convencido, él no me gusta, me encanta.
Nos sumergimos de nuevo en otro beso, incluso me atrevería a decir de que es más apasionado que el anterior, apenas podía respirar.
-¿Por qué tus labios son tan irresistibles? -dije entre besos.
Pero yo no quiero quedarme aquí, yo quiero algo más. Intento agarrar su camisa para quitarla, pero Jimin agarra mis manos.
-Alto ahí, fiera. Vamos a ir despacio, ¿Está bien? -chasqueé la lengua inconforme, pero tenía que respetar su decisión.
-Está bien, pero eso no significa que haya acabado contigo -empecé a besar su cuello de forma juguetona. Él relajó sus músculos y pude escuchar un gemido que después sería callado por mis besos -Veo que te diviertes -mordí mi labio.
-No es que pueda evitarlo, eres demasiado bueno.

Después de juguetear fue Jimin a preparar la cena.
-¿Alguna preferencia? Escucho todas las sugerencias -dijo con algo de ironía en su voz.
-No, haz lo que quieras, seguro que sale bueno, nada malo puede salir de ti -Jimin me mira, y antes de empezar a cocinar besa mi frente.
Como la cocina también es comedor me quedé observándole mientras cocinaba, algunas veces sentado y otras de pie, abrazándolo por la espalda. Realmente me preocupaba cuando cogía utensilios peligrosos, no quería que se hiciera daño. Pude observar como cortaba algunas verduras y las colocaba en un bol más grande, haciendo una ensalada compartida. Después de esto, se dispuso a cortar trozos de carne, aliñándolos y poniéndolos en la plancha. Yo no estaba tan pendiente de que cocinaba, más bien en quien lo cocinaba. Me encantaba observar su cara concentraba, su pelo, su espalda y no pude evitar fijarme en su trasero, era magnífico. Después de unos veinte minutos, colocó los platos en la mesa, realmente tenían buena pinta.
-Mmmm, esto luce realmente bien -casi a punto de agarrar el pinchito de pollo, Jimin me interrumpe.
-Antes lávate las manos -procuro poner una cara triste y él me mira con ternura -¿Por qué eres tan adorable? -agarra mis cachetes y no puedo evitar quejarme -Hasta enfurruñado eres adorable.

Después de cenar y hablar un poco de todo en general, vamos a la cama. Cuando entro a la habitación, tenía una cama de matrimonio. Me extrañé.
-¿Y esta cama tan grande?
-Cuando Wonho venía a casa, dormíamos aquí, aunque ya sabes, apenas dormíamos - le miré con cara de asco y él no pudo evitar reírse -No te preocupes, a parte de que las sábanas están lavadas, eso ya es cosa del pasado - se sentó en un borde de la cama y me invitó a sentarme encima suya, y al sentarme no pude evitar volver a besarle.
Tan intenso fue que no pudimos evitar caer hacia la cama, quedando así recostados. Seguimos haciéndonos caricias, pero tuve que parar porque Jimin necesitaba ir despacio.

(Pov. Jimin)

Después de estar con Yoongi antes de acostarnos, al final nos recostamos. Yoongi estaba solamente con la ropa interior. Era irresistible. No pude evitar abrazarle por la espalda. Tenía una espalda fornida, parecía muy fuerte. Él estaba completamente dormido, era muy adorable. Acabé por caer yo también.
Me desperté por que Yoongi se estaba moviendo. Se había dado la vuelta y estaba en frente mía. Su rostro era hermoso aún dormido. No pude más y le besé por encima en los labios. Él entreabrió los ojos y me miró, cuando se espabiló un poco más articuló una sonrisa cansada.
-¿Qué hora es? -dijo frotándose los ojos. Miré mi mesita de noche.
-Las once y diez.
-Es muy pronto, déjame dormir un poco más... -suplicó.
-No, venga vago -me senté en el borde de la cama y miré de nuevo el reloj.
-¡Las once y once! Pide un deseo -pensé en mi deseo.
-Ya está -dijo él -¿Qué has pedido tú? -preguntó con curiosidad.
-Es secreto -posé un dedo en mis labios.

the rules of the game❦ [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora