the rules of the game❦ [yoonmin]

*10*

(Pov. Suga)

-¿Mmm..? - siento como una luz me da directamente en la cara. Ayer no bajé las persianas, así que en este momento, la luz del Sol estaba dejándome ciego.
-... -no me había dado cuenta, Jimin estaba detrás mía, totalmente abrazado a mí. Lo curioso es que me agarraba con fuerza a pesar de estar dormido. Me giro con cuidado para no despertarle. Observo su rostro. Sus pequeños ojos, su linda nariz, sus grandes mofletes, sus carnosos labios... todo en él para mí es perfecto. No puedo evitar sonreír mientras le observo.
Jimin de pronto frunce el ceño. Me pregunto qué estará soñando. Segundos más tarde, sin a penas percatarme, de sus ojos empiezan a brotar unas pequeñas lágrimas, hasta que rompe a llorar. Está muy agobiado, noto como su respiración suena entrecortada. Sin poder aguantar más, le cojo de los hombros y empiezo a zarandearle, llamándole a su vez.
-¡Jimin! Jimin, despierta -sus párpados lentamente comienzan a abrirse. Él, al principio desorientado, me mira. Después de un segundo, prosigue con su llanto y me abraza, lo que hace que mi corazón automáticamente se rompa en pedazos.
-Venga, no llores, sólo ha sido una pesadilla -intento hacerle entrar en razón, pero hace de mis palabras inservibles y comienza a llorar más fuerte. Dejo de abrazarle para observar su rostro. Sus ojos, hinchados, me miran con tristeza.
-Ha- ha- ha sido ho-horrible... -a penas puede hablar, pero consigo entenderle.
-¿Qué ha sucedido? Si me lo cuentas, te calmarás -Jimin me mira con inseguridad.
-E-está bien, te lo contaré -seca sus lágrimas con ayuda de sus manitas -Estábamos en un lugar, parecía una terraza -le miré con atención -Yo estaba hablando contigo, pero dejaste de prestarme atención -acaricio su cabello alborotado -Caminaste unos pasos hacia delante, dejándome atrás, y... y... -su voz empezó a temblar -Te subiste a lo que es el borde de la terraza, empecé a gritarte, estaba desconcertado, tú no me escuchabas. No sé si me ignorabas o no me escuchabas, pero tú... tú -empezó de nuevo a llorar -te tiraste.
Una ola de sentimientos empezó a invadirme.
-Cariño, no pasa nada, estoy aquí, contigo, todo está bien -le miro sonriendo -¿Ves? Estoy aquí, sólo ha sido una pesadilla -de repente, siento como algo, un sentimiento empieza a invadirme. Sin querer, me pongo serio de repente, lo que hace a Jimin preocuparse.
-¿Qué ocurre? -me mira con unos ojitos, esos ojitos que pone que hacen que me sienta tan mal -Sabes que puedes contarme lo que sea -me sonríe tristemente.
-E-eh... -ni siquiera yo podía decirle con claridad lo que quería, pero entonces caí...
Mi mirada se hela de repente. ¿De verdad él soñó eso? ¿Soñó que yo... me suicidaba?...
-... -le miro incómodo -Hay algo de lo que tenemos que hablar, Jimin.
Frunce el ceño y me mira desconcertado.
-¿Pasa algo?
-Verás, debí hablar contigo de esto antes... -rápidamente me siento mal por no hablar con él antes de esto... -Hace unos años, concretamente cuando estaba estudiando Bachillerato... yo.... -solamente me dolía la barriga, solamente con recordarlo -Caí en una depresión.
Expentante a su reacción, él me mira con dolor.
-Es... ¿Es eso cierto? -noto como la culpa invade su mirada.
-Cariño, no te sientas mal, no pasa nada, estoy bien -intento calmarle, pero cada vez veo que sus ojos se inundan de lágrimas -No llores por favor, no pasa nada, sólo fue una época, ahora ya todo está arreglado.
-¿Por qué? -...
-... mis padres nunca me apoyaron en lo que quería estudiar... nunca tuve su apoyo, me decían que yo no valía para eso - Jimin se sentía mal, muy mal. Se veía en su rostro. Me duele bastante la cabeza cuando lo recuerdo... -Pero ya esta todo bien, superé mi depresión y... ahora tengo lo que siempre quise - su mirada se ve curiosa -A alguien que ame y que yo ame, más que a nada en este mundo. Te quiero, Park Jimin -acto seguido, Jimin se abalanza sobre mí, besándome.
Él estaba tan preocupado por mí... nadie nunca se había molestado tanto por que estuviera bien. Le amo.
-Yoongi, te amo -me abraza con fuerza -Realmente eres un gran ejemplo a seguir, superando todos tus baches, cambiando. Y por eso eres tan especial...
Después de escucharle no me contuve y comencé a besarle de nuevo, sus labios me pedían a gritos que lo hiciera, que le dejara sin aliento, que hiciera salir de su boca todos esos gemidos que quería escuchar. Le deseaba y yo se que él también.

ATENCIÓN
En este punto de la historia quería añadir alguna escena de amor explícita (lemon) Si no te gustan este tipo de escenas porque son muy...  reveladoras, te recomiendo que dejes el episodio en esta parte, ya que no afectará en nada a la historia. Si en cambio, te resulta desagradable sólo que sea explícito, puedes leerlo sin problemas. Y evidentemente, si no tienes ningún inconveniente, continuemos con la historia.

De un momento a otro, nuestras miradas lo decían todo. Él quería que yo le hiciese mío. Aunque está claro, él ya lo era, y yo era suyo. Seguíamos en un beso tan interminable e intenso, que cuando al fin acabó, no podía respirar. Me encantaba besarle, sentir como nuestros labios se hacían uno, se unían. Después de una conversación tan profunda, ¿Cómo puede haber un cambio tan radical de sentimientos?...
Jimin me observaba, bueno, más bien parecía que me examinaba. Yo quería sentir nuestras pieles rozar, nuestras lenguas encajando. Ya no pude aguantar. En uno de los besos en los que nos envolvimos, pregunté.
-Jimin... ¿Crees que es el momento? -yo esperaba que así fuera.
Él no me contestó, simplemente lamió sus labios, no hubo más preguntas.
Le arrebaté la camisa que llevaba lo más rápido que pude y la tiré al suelo. Ambos estabamos en ropa interior, y me quedé embobado observando su cuerpo, su torso, sus abdominales... no podía, ya no.
Me senté encima suya, mientras él se incorporaba en el cabecero de la cama. Empecé a besar su pelvis, continué hasta que llegué a su cuello, Jimin gimió sin poder resistirse más. Después me dirigí a su boca, explorándola con profundidad. Él abrazaba mi espalda, mi cintura. Yo enterré mis manos en su cabello. Ni siquiera habíamos comenzado y ya estábamos sudando, él roce entre nuestras pieles era excitante. Jimin se giró, tumbándose boca abajo, dejándome a la vista su maravilloso trasero.
-Espera -antes de poder comezar, Jimin se levantó y agarró de su cómoda dos cosas, una era un preservativo, y el otro era un sobre.
-¿Qué es eso? -señalé el sobre.
-Es una maravilla -dijo mostrándomelo -Es un gel que adormece algunas zonas para que no duela, ya sabes...
-Cuando te embista -especulé, ni corto ni perezoso. Jimin rió y continuó.
-Básicamente.
-Entonces... ¿Podemos continuar?
Jimin, que me agarró desprevenido, me quitó los boxers de un tirón, dejando al descubierto mi parte íntima. Él de repente, parece que se le va a desencajar la mandíbula...
-Ey -en un intento de llamarle, él no me responde -oye, ¿Seguimos?
Él me mira.
-S-sí, perdona -no puedo evitar reírme por sus disculpas, y aprovechando que sigue anonadado, le termino de desvestir. Para ser pasivo... también tiene un miembro bastante grande.
-Wow -se me escapa sin querer.
-¿Quién es ahora él embobado?

Jimin vuelve a estar boca abajo, aplico el gel en su trasero, con él preservativo ya puesto
-¿Sobre cuánto tiempo hará efecto?
-Unos veinte minutos.
-Uy, eso es muy poco -muerdo mi labio.
-Ya estás tardando en empezar -me dice coqueto.
-¿A qué estoy esperando? Tengo tantas ganas de acerte mío... -me tiro encima suyo y susurro en su oreja. Su piel se eriza, le cojo desprevenido y me meto en su interior.
No sé cuanto tiempo estuve embistiéndole contra la cama, cada vez resonaba más los muelles, sus gemidos, y gritos llamándome.
-¡YOONGI! -en uno de estos gritos, escuchamos una voz fuera.
-¡Eso es, rompéle el culo a Jimin! -anonadado miro hacia la ventana.
-Tu vecino está loco -digo en un intento de no reírme.
-Es Seokjin -ya si que no puedo más y empiezo a reírme como un loco junto a Jimin.

Agotado y lleno de sudor, me tiendo en la cama, abrazando a Jimin.
-Ha sido... espectacular, ¿Por qué se tiene que acabar? -dice, intentando poner una cara triste. Yo acaricio su cabeza.
-Estás y estoy muy cansado, ya continuaremos otro día -le beso por última vez antes de quedarme dormido, completamente dormido.