White&Black - ShinSoukoku

Baño

Kunikida había conducido una vez más, esta vez para llevar a Akutagawa y Atsushi al departamento del primero, entró Akutagawa y continuo su caminar mientras le indicaba al albino que podía hacer y que no, continuaba molesto y eso hacia al albino sentir mal, ¿Por qué? ni él lo sabe, quizá... porque era el primero que le hablaba bien desde que conoció a Oda y de cierta forma, se lo recordaba

- Tampoco puedes usar la cocina, no queremos un accidente y

- Ryu – le llamo – no haré nada, se bien que si intento escaparme usaras tu habilidad y no quiero estar cerca de Dazai-san así que prefiero ahorrarme la tortura

- Bien, tomaré una ducha, Dazai-san dijo que debía atarte mientras

- No escaparé – dijo el albino

- No, no lo harás, porque te ducharas conmigo

- ¿E-eh? – ahora el albino era quien había perdido el juicio por un instante

- No puedo dejar de verte ni un segundo – dijo el azabache haciendo al albino relajarse

- Entiendo – trago duro – vamos entonces

Ambos chicos se encontraban desnudos en el baño del agente, Atsushi llevaba aun aquel collar mientras Akutagawa llevaba su cabello – en serio no es necesario – dijo el albino

- Lo es, hueles mucho a sangre

- Había estado trabajando antes de ser capturado – se quejó el albino - ¿Qué hay de ti? Hueles a libros ¿Por qué?

- A Kunikida-san le gustan los libros

- Pretextos – dijo el albino y sonrió – Ryu

- Dime

- ¿eres virgen? – pregunto el albino haciendo al azabache sonrojarse

- ¿qu-que tipo de pregunta es esa?

- Una que tiene una respuesta fácil, vamos dime

- No pienso decirte

- Joooo – dijo burlón – ¡eres virgen!

- Cállate torpe

- Si lo eres ~ sonrió Atsushi – pero tranquilo tiene remedio, solo tienes que acostarte con alguien

- Eso no tiene sentido, si estas con alguien debe ser alguien que amas

- ¿en serio? – volteo a verlo - ¿no lo harás con nadie que no ames?

- No, no lo haré

- Que lastima

- ¿lastima? – preguntó el agente y Atsushi había tomado paso a besar sus labios – A-Atsushi – le llamo apartando ligeramente al albino

- Vamos Ryu, tengo mucha energía – decía el mafioso encima del agente

- ¿energía? ¿Que no corriste hoy? – pregunto sonrojado el azabache

- Sí, pero mírate – sonrió el albino – eres tan blanco – menciono pasando su mano por el cuerpo desnudo del agente – tan virgen...

- ¿y qué? Eres un mafioso – dijo molesto el azabache apartándolo

- Podemos arreglar eso – dijo el albino – solo olvídalo

- No me acostaré con un chico de sonrisa falsa como la tuya – dijo molesto el mafioso haciendo una vez más a Atsushi quedarse quieto – vamos, es hora de salir – volvió a hablar molesto. Atsushi se decido a seguirle

Akutagawa una vez en su habitación le dio al albino ropa para que vistiera, quedándole ligeramente más larga, aunque el albino había permanecido quieto y callado no podía evitar sentirse mal ¿pero por qué? Él había sido atacado, debía avisarlo pero le avergonzaba decir lo que paso, incluso... de alguna forma no quería decirlo, recordaba aquella sonrisa falsa en el albino y enfurecía ¿Qué tan difícil era sonreír como la vez que lo vio por primera vez? Esa sonrisa, era única...