Parte 9

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Al día siguiente, Draco estaba cansado. Tan cansado que se pudo haber dormido si el profesor no le mandaba miradas de vez en cuando. La idea, en cualquier caso, era bastante tentadora.

Ya habían pasado algunas semanas desde su inicio en Hogwarts y la verdad es que Draco aunque no lo admitiera, lo estaba disfrutando.
Su madre le mandaba rebanadas de torta de chocolate y una carta de pocas palabras donde decían que estudiara. Nada más que eso.

Cada día en hogwarts había algo diferente. Algunos días, se quedaba en las noches en la sala común de slytherin cominedo lo que su madre le mandaba o jugando a las cartas con Crabbe. El siempre ganaba.

Otros días, deshacía y volvía a hacer su cama o acomodaba su ropa solamente para matar el tiempo. El nunca dejaba que los empleados en su casa tocaran la ropa. Le precia que era algo demasiado personal como para que cualquiera pudiera oler, tocar y ordenar.

Y había días en los que miraba. No importara que cosa, pero algo siempre miraba. Sus compañeros en la clase de posiciones, las manos que devoraban al banquete de la mañana o el cielo. En definitiva, el cielo era su favorita. Las estrellas cambiaban en cada noche y eso lo calmaba. Sentía que un espacio de su mente simplemente las estrellas podían llenarlo. Nada ni nadie más podía hacerlo.

un mes. ya había pasado un mes desde que le había dejado las medias a Potter. en realidad, no extrañaba esos dos pares desgastados pero le molestaba la manera en que en las clases el chico de los antojos redondos evadía su mirada. esa noche no había significado nada para draco, ni un ápice de emoción, pero simplemente le molestaba que no le hubiera dicho nada. ni siquiera un gracias. sin embargo, trataba de alejar esa sensación de su cabeza.

en los días de la semana, se iba a la biblioteca a estudiar y aunque ni el lo creyera, era el mejor momento de su día. no tenia que estar cerca de Crabbe y Goyle y eso era como sacarse una gran y pesada capa de los hombros. no lo tomen mal, el se sentía genial de que dos sacos de músculos grandes lo siguieran por las dudas, pero a veces resultaba agobiantes que lo acompañaran a todos lados.

en la biblioteca, todo era diferente. nadie se percataba de su presencia y podía meterse entre un mundo de libros donde no existía ningún Malfoy, solamente Draco siendo Draco.

un día caluroso y pesado, Crabbe y Goyle se enfermaron al comer demasiado comida en el banquete. eso le dejo la vía libre a Draco para ir a la biblioteca y meterse de lleno con los libros, aparte de poder estudiar para su próxima prueba de pociones.

durante una largo rato, se quedo sentado en una de las mesas del fondo alado de un gran ventanal oliendo el aire a libro viejo y luego, abrió el libro. durante media hora, todo estuvo tranquilo, igual que todos los días que iba allí. su mente estaba completamente metida en una oración extraña, que no capto quien era la persona que estaba delante suyo, hasta que esta hizo un sonoro ruido para llamar la atención. malhumorado, Draco levanto la mirada esperando ver a un alumno perdido o la bibliotecaria, pero en cambio se encontró con dos ojos verdes que lo miraban expectante.

Harry Potter estaba delante suyo con las manos detrás de su espalda y los labios fruncidos a la vez que miraba a Draco con una convicción que desestabilizo a el chico rubio. por instinto, se tiro para atrás con la silla y lo miro, cerrando y abriendo la boca tratando de que algo razonable saliera de su boca.

no entendía porque se ponía tan nervioso o lo que fuera que estaba. simplemente no se sentía seguro cuando Potter estaba en la misma sala que el y mucho menos si los dos chicos grandes no lo acompañaba. tomando aire, pregunto tratando de sonar mas molesto de lo que estaba

-potter, que haces aquí?-

Harry no respondió al instante, sino que se tomo su tiempo para pensar la respuesta.

-bueno...sabia que estabas aquí y yo solo...-

de repente, Harry enmudeció y Draco se dio cuenta que lo miraba de una forma fría e involuntaria. no hizo nada para tratar de cambiar eso, sino que cruzo los brazos y rodó los ojos

-no me hagas perder el tiempo, por favor-

Harry frunció el ceño y se removió incomodo

-alguna vez pensaste en responderle bien a la gente?-

-y a ti que te importa como me porto? acaso eres mi padre?-

un sonoro chillido de silencio se escucho del otro lado del lugar y los dos cesaron inmediatamente. Draco miro al suelo mientras se mordía la mejilla, muriéndose de vergüenza de pasar por eso con Potter...con potter. sacudió la cabeza y bajo el tono de voz al volver a hablar.

-acaso viniste a molestarme? donde esta tu séquito de ese Weasley y la otra...Grenser-

-Grenger-

corrigió harry irritado. Draco no le hizo mucho caso

-si si, esa Grenger. acaso tus guardaespaldas no vinieron hoy?-

-no son mis guardaespaldas-

-bueno, pues parecen eso-

-no me importa que es lo que pienses-

Harry resoplo y dejo las medias mal gastadas en la mesa, justo delante del libro de Draco.

-que es esto?-

-tus medias-

-ya me he dado cuenta, pero porque me las das un mes después? acaso no tienes noción del tiempo?-

ahora harry fue el que rodo los ojos

-claro que si,solo... no tuve tiempo-

Entonces draco se acordó que Harry había salido de noche y estaba bastante seguro que no había salido para tomar aire. lo miro detenidamente antes de preguntar sin mas

-que hacías esa noche?-

al decirlo, su piel se erizo de una forma que a Draco no le gusto para nada. Harry respiro hondo antes de responder con la vista clavada en el

-nada que sea de tu incumbencia-

Draco soltó una pequeña risa para acercarse mas a la mesa

-sabes tan bien como yo que tus temas son conocidos en todo el mundo mágico, porque no lo cuentas y ya? sabes que podría decirle al profesor Snape que estuviste afuera esa noche-

Draco disfruto de ese pequeño atisbo de miedo en sus ojos antes de responder en un susurro

-no te atreverías...-

la frase se quedo en el aire, mientras el chico de pelo rubio daba una pequeña sonrisa poco amable

-pruebame-

por un largo tiempo, el tiempo se quedo congelado y el sonido ya no existía en el mundo. solamente la intensidad de esos dos chicos que con cada minuto, el odio mutuo crecía cada vez un poco mas.

finalmente, una campana lejana sonó y volvieron a la realidad todavía sin dejar de mirarse

-toma las medias y déjame en paz, no querrás meterte en mi mundo-

luego de decir eso, se dio la vuelta y camino lenta y dolorosamente hacia la salida. finalmente, Draco suspiro todo el aire que llevaba capturado en los pulmones y miro las medias con odio. por lo menos, esperaba que las hubiera lavado.

y luego de eso, Draco decidió dejar a Harry en paz durante todo el año. había algo en esa ultima oración que le parecía a una advertencia, una precaución que pensaba mantener a raya la mayor cantidad de tiempo posible.

después de ese día, ninguno de los dos volvió a la biblioteca y ambos mantuvieron esa conversación en el fondo de su cabeza, pero ninguno se dio cuenta que Harry, de alguna extraña manera, sabia que Draco los días de semana iba a la biblioteca a olvidarse de la realidad.











uuuuu ese si fue un final para mi.

obviamente no de la novela (no se van a librar tan rápido de mi) pero por ahora me parecio que era adecuado.

bueeeno, espero que les este gustando la novela. si tienen recomendaciones que hacerme siéntanse libres de hacerlo.

que tengan un buen dia

-with love, moi

que la realidad nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora